PUPPET [ T#1 TERMINADA ]

PUPPET| Parte 10

Caminé tratando de no captar su atención, pero ya había sido muy tarde, ahora sus pasos se habían sumado a los míos e intenté no prestarle atención.

Mi corazón latía a mil.

Me aferré el helados al pecho mientras el frío recorría mi rostro y revolvía mi cabello, su mano en mi hombro detuvo mi andar y me giré bruscamente golpeando su pómulo con la fría tarrita de helado que llevaba en la mano. Retrocedí mis pasos y abrí mis ojos más de lo que podía mientras trataba de tranquilizar mi respiración.

—¡Alejate de mí!—vocifere con un nudo en la garganta, al borde de las lágrimas.

Lo único que podía escuchar de aquél hombre, eran quejidos. El hombre extraño cubriendo su pómulo y parte de su rostro con sus manos, de manera que no tenía acceso total a su rostro y la poca iluminación no ayudaba en lo absoluto.

Quise correr.

—¡Joder, Lía!— volvió a quejarse, ésta vez pronunciando mi nombre y deteniéndome en seco, levantó más la cabeza y me dejó ver su rostro.

—¿Taehyung?— pronuncié su nombre con escepticismo al caer en cuenta que era él.

—¿Qué haces aquí?— pregunté tratando de ver cómo había dejado su pómulo izquierdo.

—Te vi salir de allí y te seguí—dijo señalando a la pequeña gasolinera en una esquina de la calle tetricamente oscurecida.

—Lo siento,— me disculpe.— lo he dejado muy feo.— señalé su pómulo con mi dedo índice, sintiendome culpable del todo al haberlo lastimado de ese modo.

—Sí, gracias a ti— río por lo bajo haciendo de la escena una broma, ¿como se le ocurría jugar con aquello?. Pudo haber sido peor.

—Tenemos que desinfectarlo o se pondrá muy mal.— Indiqué al notar que parte del golpe sangraba un poco, no me quedó mas remedio que guiarlo hasta mi casa, dado que nos encontrábamos cerca.

Mediante el trayecto ninguno de los dos pronunció palabra alguna, solo nos limitamos a echar a andar por la calle en sumo silencio. Los pasos de Taehyung me seguía a la par mientras llevaba ambas manos dentro de los bolsillos de su chaqueta negra, y a medida que seguíamos, podía sentir las veces que clavaba inminente su mirada en mí.

Como si fuese la única manera de hablar conmigo.

—¿Aquí es donde vives?— Inquirió inspeccionando la parte frontal de la casa.

—Es a donde te he traído.— anuncié de manera sarcástica mientras abría la puerta.

—Pensé que venías de una familia sencilla.—  dio un pequeño silbido y entró después de mí a la casa.

—Pues, no soy de los que les gusta alardear.— Indiqué haciendo referencia a las veces que él mismo derrochaba dinero cuanto le viniera en gana mientras nos encontrábamos en el instituto, o las veces que hacía fiestas en el jardín de su casa y terminaba con todo lo que había a su paso.

Nunca había ido a una de sus fiestas, pero era lo que todos en el instituto sabían.

Dejé la bolsa en la encimera de la cocina viendo como taehyung aún me seguía con sus manos hundidas en su chaqueta, como un niño pequeño tras de mí.

—Quédate aquí, iré a por él botiquín — le indiqué y me encaminé por él pasillo hasta él baño principal.

—¿Vives sola aquí?— inquirió desde el el living seguramente inspeccionando cada rincón de la casa.

—Mi madre tuvo un viaje por cuestiones familiares— respondí desde el baño, buscando él envase de alcohol que contenía la caja de primeros auxilios.—No regresará en un tiempo.

—Entonces no hay problema en que me encuentre aquí contigo.— Giré mi cuerpo inmediatamente y lo capté parado en el umbral, mirándome y analizando cada parte de mí.

Mi respiración se torno pesada al igual que el ambiente, me di la vuelta tratando de ocupar mi mente en la búsqueda del alcohol, pero todos mis intentos fueron invalidos al sentir las manos de taehyung posarse a los laterales del lavamanos.

Acorralándome de todas formas.

Pude sentir su nariz hundiéndose en mi cabello y aspirar con profundidad  el olor que este emanaba, con su mano derecha apartó el cabello hacia un lado y roso mi cuello con la punta de su nariz. Abrí mis ojos repentinamente al sentir sus húmedos labios impregnarse en mi piel, quemando con sus besos humedos y yo sin poder hacer nada, siendo una espectadora de la escena que se reflejaba en él espejo.

eché mi cabeza a un lado involuntariamente dado a la sensación que me brindaba,  permitiéndole más accesibilidad a mi cuello y gemí involuntariamente cuando mordió mi hombro desnudo.

—Detente Taehyung.— supliqué con mi respiración irregular, inflando y desinflando mi pecho a la par, de manera rápida.

Su mano derecha se posó en mi abdomen y me atrajo hacia él, con el fin de sentir su cuerpo mas cerca del mío, sus cálidos dedos hicieron un recorrido por debajo de mi blusa y quiso llegar mas allá, pero lo impedí quitando su mano por completo.

Trate de mantenerme firme pero mi cuerpo era simplemente ajeno a las órdenes que mi mente emitían, todas las ganas de alejarme de él se  esfumaron repentinamente con cada caricia que sus manos me concedían.

Caricias que quemaban terriblemente en mi piel. 

—¡Para!— vocifere obligándome a caer en la realidad, giré sobre mis talones para encararlo y sus ojos se reflejaron en los mios: tristes y frios, expectantes y llenos de fuego. Todo al mimo tiempo.

No pude verlo más.

La piel se me heló al sentir todavía esa sensación de sus dedos y su boca recorriendome por completo, como si estuviera ahí nuevamente. inspiré el aire tratando de calmar la tenue sensación, y me digne en corresponder su miradas para mirarlo otra vez. 

Desde luego, en cuanto me hallé en sus pupilas, supe porqué y cuánto lo amaba.