Capítulo 23: El momento incierto antes del reencuentro

1.2K 134 8
                                    

El cielo era gris y el viento soplaba con violencia. Frente a él,la figura de un muchacho rubio y corpulento que contemplaba arrodillado y con impotencia sus manos desnudas, totalmente ajeno ala presencia del extraño joven que tenía delante. Jack se fijó más en él, después de comprender que, de algún modo, había regresado a Arendelle. Era el chico que viajaba con Anna tiempo atrás, y en su dedo meñique ahora descansaba el anillo de invocación que Jack había confiado a Elsa. ¿Dónde estaba ella? ¿Qué había ocurrido?Miró a su alrededor y contempló horrorizado las ruinas que decoraban el escenario en el que se encontraban. ¿Cuánto tiempo había pasado? ¿Qué hacía ahí solo ese chico? Deseó con todas sus fuerzas que pudiera verle , oírle o simplemente sentir su presencia; y mientras se concentraba en dicho deseo, su mente detectó algo oscuro.

De repente, el montañero gritó con desesperación haciendo que Jack perdiera el rastro de esa presencia que tan bien conocía y hacía tanto que no detectaba. El hombre se puso en pie, cubrió sus manos con los guantes y montó en en trineo. Una vez más le habría gustado poder hablar con él, pero no tenía tiempo de intentarlo:debía encontrar a Sombra.


***

- Te quedarás aquí hasta que considere oportuno – dijo la reina mientras cerraba la puerta de la celda.

- ¡Elsa! - gritó su hermana desde el otro lado,con los ojos bañados en lágrimas -. ¡Elsa, escúchame! Tú no eres así.

La reina le dedicó una mirada escéptica seguida de una media sonrisa burlona.

- ¿Qué sabrás tú de como soy? Ni siquiera me conoces.

- Te conocí una vez ¿no te acuerdas? Cuando jugábamos juntas cada día – la princesa se agarraba firme a los barrotes e inclinaba su cuerpo hacia delante, como tratando de atravesaros -. Escúchame,ahora sé lo que pasó; lo sé todo, no tienes que ocultarlo. Tenías miedo pero sé que podemos arreglar esto y empezar de nuevo, por favor...

- ¡Calla! No tienes ni idea de lo que he pasado.

El rostro de Anna se llenó de furia.

- ¿¡Y tú qué!? ¿¡Acaso te has parado a pensar por lo que he pasado yo!? Abandonada por mi hermana de un día para otro sin ningún tipo de explicación, preguntándome cada día qué había hecho mal,sintiéndome sola y miserable... ¡Tuve que ir sola al entierro de nuestros padres y dar la cara por ti delante de todo el reino!¿¡Tienes idea de lo que es eso!? ¿¡O descubrir que te han estado mintiendo toda tu vida!? ¿¡Sabes acaso lo que ocurrió cuando saliste corriendo de tu coronación!?

Anna tenía el rostro teñido de rojo. Sus ojos ahogados miraban con pena e ira a su hermana y por sus labios fruncidos resbalaban mucosidad y lágrimas. Elsa la miraba casi con total indiferencia; Lo que decía no iba dirigido a ella, pues la verdadera reina estaba muy lejos de allí, profundamente dormida en su interior.

- Si no vas a guardar silencio tendré que tomar medidas –respondió fríamente.

La princesa no dijo nada. Se limitó a mirar con impotencia a su hermana mayor; ¿Quién le habría dicho que su mayor deseo desde hace años tendría tan nefastas consecuencias?


De pronto, un escalofrío cruzó la mente de Elsa, dejando su mirada perdida en algún punto del espacio. Una media sonrisa seguida de una ligera y desganada carcajada precedieron sus palabras.

- Ha vuelto.

Y abandonó las mazmorras bajo la atenta y desesperad mirada de Anna.


Hielo y Escarcha ❆Jelsa❆Donde viven las historias. Descúbrelo ahora