Capítulo 22: Todos podemos ver el miedo

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Elsa paseaba tranquilamente por el gran salón del palacio,estudiando con detenimiento su nueva y variada colección de esculturas de hielo: La estancia estaba abarrotada y se preguntaba de cuales deshacerse o cambiar de lugar. El gran salón tenía el aspecto de una gigantesca caverna congelada: paredes, suelo, techo,columnas y ventanas estaban cubiertas de hielo y escarcha,condensando el aire frío en toda la habitación y llenando el palacio de bruma.

Una sombra surgió tras ella.

- Te dije que podrías controlarlo, y también que sería increíble.

- Es poderoso y hermoso; Nunca me había sentido tan viva como hasta ahora. Esta fuerza me estaba consumiendo, gritaba por su libertad y ahora parece que no puedo parar: cuanto más lo utilizo mejor me siento – la reina se acercó a la estatua de un guardia y le acarició el rostro con delicadeza -. Es tan placentero... - de repente su rostro sereno cambió llenándose de rabia; Apretó con fuerza la cara del guardia hasta que la escultura se hizo añicos -.Pero Anna no está aquí ¿Dónde está mi hermana, Sombra?

- No lo sé, pero puedo averiguarlo si mi reina lo desea.

- Tráela ante mí ¡y ni se te ocurra hacerle daño!

- A sus ordenes.


***

- Anna, no podemos quedarnos aquí, debemos buscar refugio en un reino vecino.

- ¡Al diablo con eso! Arendelle es lo único que me queda y no pienso perderlo ¿No lo entiendes? He perdido a mis padres, a mi hermana, a mi marido... y ahora un reino entero ¡No puedo permitirlo! Elsa me oirá por primera vez en muchos años, tengo mucho que decirle.

- No; No lo entiendo:nunca conocí a mi familia, nunca tuve nada, así que no sé que es perderlo todo. Pero es peligroso Anna, tu hermana está descontrolada, a este paso enterrará todo bajo la nieve, si pides ayuda en otro reino tal vez cedan.

Anna guardó silencio y reflexionó unos instantes. ¿Qué esperaba conseguir regresando a Arendelle? ¿A caso pensaba plantarle cara a todo el pueblo?¿A aquellos que habían intentado matarla? No. Eso no era una opción,era un suicidio. Siendo realista y sensata, se percató de que atravesar las montañas y buscar refugio en un reino vecino era la mejor opción; No la más sencilla, ni la más segura; Pero la mejor.

La princesa bajó la cabeza y apretó los puños.

- Tienes razón –concluyó. - Discúlpame.

- No pasa nada – dijo el rubio, realmente solo por decir algo -. Supongo que es normal.Perder aquello que te importa tiene que ser un golpe duro, por eso no quiero que te pase nada – la princesa alzó el rostro y clavó su mirada en él, confundida. Kristoff solo fue consciente entonces delo que acababa de decir y trató de remendar la situación ignorando la calidez repentina de su rostro -. Bueno e-eres la primera persona con la que trato tan... profundamente, eso... ¡eso es importante! -Anna arqueó una ceja –. Obviamente tampoco quiero que le pase nada a Sven.

- Obviamente –respondió con una ligera sonrisa. Kristoff desvió la mirada y Anna no pudo evitar soltar una pequeña y tímida carcajada que no parecía tener muchas ganas de salir debido a los acontecimientos recientes.-. Volvamos al trineo. Espero que conozcas el camino hacia dondequiera que vayamos.


La princesa se envolvió todavía más en su triple capa de mantas de lana y giró sobre sus talones para dirigirse al vehículo. Kristoff dudó unos segundos pero enseguida siguió sus pasos mientras jugueteaba con el anillo que descansaba en uno de los bolsillos de su pantalón.

Hielo y Escarcha ❆Jelsa❆Donde viven las historias. Descúbrelo ahora