PUPPET [ T#1 TERMINADA ]

PUPPET| Parte 9

A veces odiaba no poder controlar mi cuerpo totalmente, y odiaba que él tuviera todo el control sobre mí, siendo yo la dueña de mí y de mis impulsos. Sus labios bajaron aún más a los míos permitiendo el rose de ellos entre si, no opuse resistencia. La sensación era tan malditamente indescriptible y adictiva que me había perdido completamente en ella.

Mordió levemente mi labio inferior y posó sus manos en mi cintura

—Te amo Lía.— susurró entre el beso

No dije nada, solo me limité a seguir perdida en sus besos, sin embargo lo había escuchado y no pude evitar que mi corazón doliera una vez más ¿por qué si me amaba, me hacia daño? ¿por qué se empeño en destruirme tanto hasta el punto de llegar a odiarlo?. Ese tipo de preguntas divagaban por mi mente, ese tipo de preguntas que tal vez jamás serían contestadas.

Sus labios basaban los míos con tal desespero, queriendo aprovechar hasta el último segundo como si tuviese miedo de que desapareciera de sus manos, y tal vez si lo haría.

Escuché la puerta cerrarse y las risas y murmullos apagarse.

—Creo que se han ido.-— Murmuré ronpiendo el beso.

Simplemente no dijo nada.

Abandoné aquel pequeño cubículo y me encaminé hacia los pasillos, me paré en seco en cuanto estuve fuera de éste, e hinche mis fosas nasales llenándolas de aire puro mientras dejaba caer mi cabeza hacia atrás contra la pared, cerrando los ojos con fuerza pensando en todo y tratando de procesar lo que había sucedido minutos antes.

»—» Taehyung «—«

La tenía tan cerca que no pude resistir, mis intetos por aguantar todo este rato se esfumaron en cuanto rosé sus labios con los míos. Eran tan jodidamente suaves que podría quedarme besándolos todo el tiempo hasta que se desgasten.

—Te amo Lía.—Dejé salir de mi boca hasiendo ecos en mis oidos, ella no respondió a mi llamado y tal vez pensé que no había escuchó lo suficiente lo que acababa de decirle.

Eso fue lo que quería que fuera.

—Creo que se han ido.— dijo rompiendo el beso y solo abandono él lugar dejándome con la vista perdida en algún punto del pequeño cubículo.

—Maldición, maldición, maldición.— Repetí una y otra vez golpeando con mi puño el empañado espejo que se encontraba frente a mí, para luego dejar caer mi frente en el antes mencionado.

Ahí me encontraba yo.

Perdido en mis emosiones, derrotado una vez más justo como lo hacía con ella, y sintiendo lo que le hacía sentir a ella. ¿cómo es que había llegado a esto?, ¿cómo es que Lía tenía tal poder sobre mí?. Siempre había creído que era yo quien la manejaba a su antojo.

Pero me equivoqué.

Sabia muy bien desde el principio que quien tenía el control del juego era ella, siempre, desde que la vi por primera vez supe que así sería. Pero me adelanté y tiré los dados sobre la mesa primero, me hice creer que tenía poder y me burle de ella por miedo a que lo hiciera conmigo.

La he amado desde el inicio.

Me lo negué tantas veces que al final acabé aceptandolo de la manera más estúpida, me sentía acorralado, tenía miedos. Miedo a que vernon fuera mejor que yo, miedo a que siempre le hiciera sentir cosas que yo quise alguna vez. ¿Porqué maldita sea siempre teni tenía que estar ahí?, siendo el principal espectador de mis derrotas.

La estaba perdiendo y no sabía como recuperarla, quería hacerlo, pero ese intento solo la dañaría más. Si la tenía en mis brazos debía dejarla ir y no quería hacerlo. Sabía muy bien que pronto no estaría con ella y me he obligado a evitarla pero...

¿Cómo se evita lo inevitable?

Mi cuerpo y mente no acataban las órdenes que daba, estaba vacío y los problemas que me presionaban en el suelo no estaban de más, dado que ambos líos se enlazaban de un lamentable modo. Mi padre y Lía.

Si tan solo tuviera a Hyung conmigo, si tan solo pudiera correr a sus brazos y escuchar su voz diciéndome: "todo estará bien pequeño". Pero no estaba, se había ido y no volvería más. Las lágrimas rodaron por mis mejillas quemándome la piel, mientras los recuerdos de mi hermano hacían estragos en mi mente.

La culpa la tiene papá.

El lo obligó y ahora estaba haciendo lo mismo conmigo, me está separando de Lía y nada ni nadie lo podía evitar aunque quisieran. Ni siquiera yo.

Estaba destruyendome y lo estaba logrando.