#kidnAPPed (parte 2)

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Día seis...

La verdad he estado gozando muchas veces del sexo que este hombre me ha estado haciendo, aunque aveces es tedioso. Hacerlo dos veces cada puto día lastima mi ano, aún me arde al cagar.

— Sabes, creo tener síndrome de "La Bella y la Bestia". Ya sabes, que se enamora de su raptor; sólo que no estoy enamorado de ti, sólo me gusta como me coges— relamo mis labios—. Sabes, ¡podríamos ir a ver la película juntos! ¿Qué dices?— hablo entusiasmadamente.

— Me parece una horrible idea— responde—. Bueno, saldré por un rato. No vayas a ningún lado; jaja, como si pudieras...

***

Me despierto al escuchar que una de las tantas puertas en el lugar ha sido abierta a la fuerza. Escucho una desfigurada voz que grita: "¿Alguien?"

— ¡Ayúdenme! ¡Fui secuestrado por una aplicación! ¡No por una app, pero gracias a una!— grité para que la persona pudiera escucharme.

Escucho que las pisadas eran cada vez más fuertes y resonaban más. Mi salvación estaba cerca. Mi vista presencia que James entra corriendo al lugar. Las ganas de llorar me invaden al ver que mi novio a dado con mi paradero. Rápidamente se acerca a mí para abrazarme, y comienzo a llorar en su hombro. Él acaricia mi pelo.

— Ya, ya mi amor. Ya estás a salvo— susurra a mi oído y luego me pesa la cabeza, como si fuera su hijo.

— No del todo— lo aparto de mí para poder verlo a la cara—, él puede regresar y si te ve, también te encadenará. Está armado y...

Me detengo en seco al presenciar a Bruno que se encuentra detrás de James; mis ojos adquieren un área más grande de lo normal (por si no entendiste, quise dar a entender que mis ojos se hicieron más grandes).

James, al ver mi sorpresiva reacción, voltea a ver a mis espaldas. Bruno se encontraba con un arma de fuego en las manos. ¿Una qué? Una pistola, pues...

— Con quien hay visitas— habla Bruno—. ¿Ya viniste a llevártelo?

— Sí, ya lo comprobé— le responde. James se acerca a Bruno y le entrega un bulto que parece ser dinero.

— ¿Qué está pasando? James, ¿conoces a este sujeto?— pregunto, al borde del llanto. Él se pone en cuclillas frente a mí.

— Mira Kendall— busca algo en su bolsillo—... sólo te desearé un dulce sueño...— James me pone un trapo en la nariz y caigo de nuevo...

***

Despierto (de nuevo) en una habitación (de nuevo), pero afortunadamente es mi habitación. Lo primero que mis ojos perciben es a papá, mamá, Riley, Brady, James, Sabrina y Luke frente a mi cama, todos mirándome fijamente.

— ¿Qué me ven?— pregunto confundido— ¿Nunca habían visto a un chico dormir?

— Yo cuando me quedo en hoteles con mis amoríos de una noche— comenta Brady.

— ¿Dónde está mi teléfono?— pregunto rápidamente.

— En tu buró, donde siempre— responde mamá.

Me muevo en mi cama para poder tener una mejor vista y en efecto, mi teléfono se encontraba intacto en el mueble. Pero, Bruno lo había lanzado al arroyo aquella noche, escuché como chapoteó.

— ¿No pasó nada inusual?— pregunté, extrañado ante la situación.

— Pues, la verdad nada para variar— responde Sabrina—. Toda esta semana se me hizo más aburrida que aquella vez que tuve que ir a un retiro de verano por parte de la Iglesia. Casi me hago evangélica por su maldita culpa.

¿Pero qué verga? ¿A caso no fui secuestrado?

Kendall: Love To A Guy 3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora