#AGuyDies

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— ¿Alguien quiere decir algunas palabras?— pregunta el hombre frente al podio.

Miro hacia alrededor, muchas personas llorando por el reciente fallecimiento, asesinato, intento de suicidio o lo que sea que informen los policías o los paramédicos.

— ¿Qué tal usted, jovencito?

Maldigo por mis adentros al notar que el hombre de alrededor de 50 años me ha apuntado, invitándome a que suba y diga unas palabras en honor al reciente fallecido. Niego con la cabeza, pero mi madre que se encontraba sentada justo a mi lado, me pellizcó la pierna en señal de que subiera a fuerzas.

Sin girar a verla, avanzo con paso lento hacia el podio. Me aclaro la garganta para evitar a que se escape algún gallo y provoque algo que no en pleno funeral.

— Todos debemos de concordar que esta es la peor forma de celebrar la Navidad, con la muerte de un ser querido...

Pero antes de revelarles el nombre de la persona a la que van dirigidas estas palabras, sigamos con lo que habíamos dejado inconcluso...

No podía creer lo que mi madre estaba diciendo, o tal vez yo escuché mal. Tardé en asimilar sus palabras, esa frase que cayó y explotó como granada.

"Acaba de fallecer uno de los chicos".

Lo primero que pensé fue que era a alguien como Brady, Luke, James o Sabrina; ellos son los "chicos" que mi mamá más conoce, a los que mi familia está más allegada, por lo que era más probable que se refiriera a uno de ellos.

No pude con mi propia teoría de que era probable de que alguno de mis mejores amigos haya fallecido. ¿Me habré quedado viudo tan pronto? Con las mejillas rojas hasta arder y los ojos hinchados, rompí el llanto que me estaba guardando dentro. Mi madre se apresuró a subirse a mi cama y sentarse justo a mi lado, rodeándome con sus brazos y sujetándome.

— ¡MAMÁ!— grité entre llanto.

Papá y Riley rápidamente llegaron corriendo a mi habitación. Papá encendió la luz de la habitación, la cual me causó un dolor en los ojos ya que estos se encandilaron.

— ¡¿¡Quién falleció!?!— grité entre sollozos, con la voz entre cortada, exigiendo una respuesta.

— Se trata de Alonso. Alonso falleció.

Mi respiración se vuelve estable al escuchar el nombre del chico que ha fallecido. Ja, ¿ese pendejo mexicano? Odiaba su falso tinte de cabello.

— Pudiste haber iniciado por allí— dije mientras me limpiaba las lágrimas del rostro.

Y pues, eso es lo que pasó. Sigamos con el programa...

—... bueno, para mí no es para nada un ser querido— las personas en la sala me miraron sorprendidos—. Sí, era un poco guapo y todo, pero, debía de tener caca en el cerebro para decidir teñirse el cabello de rubio, y vaya que era el rubio más falso que he conocido.

Volteé a ver a donde se encontraban los chicos: Brady me dio sus dos pulgares en aprobación mientras que Luke aplaudía emocionado. Por otro lado, James sonreía apenado y Sabrina me hacía un gesto para que dejara de hablar, pero tengo otra cosilla que decir.

— Nunca me acosté con él, me daba curiosidad tener sexo con una persona que no fuera de este glorioso país, pero en México todo ciudadano está lleno de sida y no me iba a arriesgar a tener que usar condones cada vez que tuviera sexo. De acuerdo, a veces uso preservativos, pero me encanta sentir la piel de un miembro rosar mi ano hasta los adentros de mí.

— Bien jovencito, gracias por tus palabras— se apresura a hablar el hombre que me había invitad a subir.

— Sólo algo más— lo empujo y maldigo al señor en mi mente por obstruir mi inspiración—: la verdad, me quedé muy decepcionado con la forma de gobierno de éste país. ¿Por qué? Cada vez que veía a este africano, me quedaba con la duda, ¿por qué aún no lo han deportado? Rezaba para que se lo llevara la migra, en serio. Bueno, fue trágico su muerte— suspiro porque sé que mi discurso fue grandioso—. Bye.

Decidí no sentarme junto a mi familia, porque si lo hacía, el siguiente funeral sería el mío. Me uní a los chicos, que se encontraban al final de la sala.

— Lo hiciste bien, cariño— James hace una sonrisa forzada y yo le doy un veloz beso en los labios.

— El mejor discurso de la vida, lleno de tanta verdad y honestidad— habla Brady colocándose su mano izquierda en su pecho, como si estuviera cantando el himno nacional—. Me llegó.

Suelto una pequeña risa por su comentario.

— Creo que te pasaste un poquito— menciona Sabrina.

— ¿Pasarse?— la interrumpe Luke— ¿Estás hablando en serio Sabrina? Ser perra es algo natural de Kendall.

— Ni que fuera animal para que sea perra— dice Sab.

— Pero es toda una perrita en la cama, se pone muy salvaje— menciona James con notorio tono de lujuria en sus palabras.

No he tenido sexo con él ya en más de un año, es raro que esté diciendo eso, como si ya lleváramos tiempo saliendo. Le pongo atención a sus ojos: estaban rojos y parecían irritados.

¿Por llorar? James no tenía siquiera un lazo de amistad con Alonso. ¿Cansancio? Podría ser, pero, ¿cansancio debido a qué...?

Kendall: Love To A Guy 3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora