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Camila's POV

Lauren me guió hacia la cocina y le susurró algo a Dinah al pasar, la rubia clavó los ojos en mi y me siguió con su mirada hasta que estuve fuera de su cuadro de visión.

- ¿Quieres algo para tomar?- preguntó mirando el contenido de la nevera y sacando una coca-cola de allí. Tras oír la pregunta me paralicé recordando que su padre me había hecho la misma pregunta unas horas antes. Negué. - Bien- se levantó de hombros y caminó con la botella de bebida, para luego servirse.

Se recostó sobre la encimera y yo me paré frente a ella, unos metros nos separaban.

- Lauren...- intenté llamar su atención para que ella me mirara a los ojos, pero ya que no lo hacía me acerqué y levanté su barbilla.

Sus ojos simplemente se clavaron en los míos. El verde era casi indistinguible, el negro de sus pupilas estaba tan dilatado que tapaba el color. El lagrimal estaba cubierto por una fina capa de brillo y el color blanco se tornaba rojizo.

Tragué con todas mis fuerzas el nudo que se formó en mi garganta al verla así.

Abrí la boca pero las palabras no salían. Solo podia concentrarme en cómo estaría ella, qué estaría sintiendo en este momento. Quería tenerla entre mis brazos y protegerla. Pero contuve mis impulsos quedándome sin hacer nada.

- ¿Dirás algo?- ella quitó con cuidado mi mano de su barbilla. Con ese movimiento sentí su tacto sobre mi palma.

En ese instante olvidé pensar en lo perfecta que era la chica, olvidé que tomó mi mano involuntariamente, olvidé que estaba a unos pasos de ella. Los rostros de su madre, su hermano y mi padre aparecieron como flashes en mi mente y nuevamente recordé a que venía.

- El accidente...- mi voz tembló.

Ayúdame, Karla, por favor.

- ¿Qué pasó con el accidente?- murmuró casi inaudible.

De repente una oleada de seguridad se apoderó de mi cuerpo. Carraspeé y seguí.

- Fue mi padre- sus ojos penetraron los míos como si dagas de clavaran en mi cuerpo. - Él iba borracho, él era el borracho- suspiré contemplando como Lauren unía los puntos en su cabeza. - Él murió, ¿recuerdas?- me miró nuevamente y asintió despacio - murió ese mismo día.

Silencio.

Lo único que rompía el ambiente eran los sollozos de la otra chica, la voz de Dinah que se quejaba entre cada sentadilla, y mi propia voz rondando en mi cabeza.

- No lloro porque sea tu padre- dijo ella haciéndome saltar del susto - lloro porque siempre lo hago al recordar ese momento, me gusta más recordar los momentos felices ¿sabes?- aspiró por la nariz y se limpió la cara con sus mangas. - Están muertos, Camila- comenzó a decir, llamando mi atención - el hecho de que haya sido tu padre, haya sido el vecino, o haya sido cualquier otra persona, no me traerán de vuelta a mi familia, no quita el hecho que estén muertos- suspiré - la noticia no lo hace mejor, pero tampoco lo hace peor, el dolor es el mismo.

Asentí y me animé a poner un brazo al rededor de sus hombros.

Como sorpresa, ella apoyó su cabeza en mi pecho y nos quedamos en silencio nuevamente. Este silencio era más cómodo. Este silencio era satisfactorio.

Pasaron unos minutos así, hasta que Dinah al parecer terminó su serie de abdominales, porque gritó un "¡Doscientas!" con mucha energía.

Lauren y yo reímos, nos separamos y nos miramos fijamente a los ojos. Nuestros cuerpos estaban pegados, y nuestros rostros a centímetros.

Solamente volvimos a reir.

dangerWhere stories live. Discover now