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- ¿Por qué te fuiste?

Karla caminaba delante de mi. Su paso era ligero y firme.

Ella quería huir de mi.

Intenté seguirle el paso pero mis pulmones me jugaron una mala pasada y mi aire comenzó a fallar.

- ¡Karla!- grité cuando la distancia entre nosotras se hacía cada vez más notable.

Caí de rodillas al suelo, y no se como mierda pasó, pero mi cabeza comenzó a girar y girar, divisé una figura a lo lejos, pero luego todo quedó negro.

~

Abrí los ojos y todo era borroso.

Distinguí un ventanal, pero lo demás eran manchas.

Mis ojos parpadearon unas cuantas veces hasta que mi vista se regularizó.

Karla me miraba atentamente. Estaba con sus piernas entre abiertas y sus codos apoyados en sus muslos.

Vi algo raro en ella, algo que me recordó a la antigua Karla. No tenía expresión alguna en su rostro.

- Karla...- murmuré mientras intentaba sentarme.

- ¿Hace cuanto que no comes?

Esas cinco palabras habían sido las primeras que me había dirigido en meses.

- Hola para ti también- bromeé, pero ella seguía mirándome fijo.

- Hablo en serio, Lauren- se paró y comenzó a caminar de un lado a otro - estás súper delgada, tu rostro ya casi no tiene color, y ni que hablar de tu peso- clavó sus ojos en mi y detuvo su paso - te he cargado unas cuantas cuadras hasta aquí, créeme que estás más liviana que unas bolsas de compras.

Me quedé en silencio, no quería hablar sobre qué como o qué no como.

Ella se acercó y tomó mi brazo.

- ¡Mira esto, Lauren!- gritó mientras lo movía bruscamente - ¡Esto es un hueso cubierto con piel, Lauren!

- ¡Basta!- grité y ella se alejó, por primera vez vi pena en su mirada - basta- susurré entre sollozos.

Ella se arrodilló frente a mi y yo escondí mi cabeza entre mis piernas. Me permití llorar allí.

Luego de unos minutos sentí una mano subir y bajar por mi espalda. Subí mi cabeza asombrada.

Encontré a Karla intentando de consolarme tímidamente lo cual me pareció adorable.

- Lo lamento, Lauren- su voz se quebró y ahora yo estaba preocupada por ella.

¿Karla pidiendo perdón?

¿Karla llorando?

¿Qué le había pasado a Karla?

- Perdón por hacerte llorar- siguió.

- Si tienes que pedir perdón por algo, es por desaparecer- solté mediante mi llanto - la he pasado como la mierda.

- No pediré perdón por eso- limpió sus lágrimas y se paró. Sus pies comenzaron a caminar hacia el ventanal. Yo la seguí.

- ¿Por qué no?- dije enfadada.

- Porque en algunos meses ya me habrías olvidado- miró la ciudad, sin expresión - en algunos meses serías feliz, quiero que seas feliz.

- ¿Nunca pensaste que vernos me hacía feliz? O más bien, menos triste.

No respondió a mi pregunta. Tenía la esperanza de que ella estuviera pensando en lo que le dije, pero su mente tenía la cabeza fija en algo.

- Nadie puede ser feliz conmigo, pero lo más triste es que yo puedo ser feliz con estar contigo un solo segundo. Prefiero tu felicidad, antes que la mia.

No pude evitar besarla.

La nostalgia, el deseo, pero sobre todo los sentimientos estaban de por medio.

Ella lo correspondió por unos segundos, luego se alejó.

- No lo hagas más dificil, por favor- susurro - lo haces más difícil para ambas.

- No quiero perderte- esta vez yo susurré contra sus labios.

Ella suspiró y apoyó su frente contra la mia.

- Es tarde para eso, Lauren, hasta yo misma me he perdido, ya no se ni quien soy.

Me alejé y la vi directamente a los ojos, en ellos había tristeza y supe que ya no era la misma.

dangerWhere stories live. Discover now