danger

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Pasaron unos minutos y seguimos sin dirigirnos la palabra.

No entiendo a esta chica.

¿Por qué tatuó mi rostro -o mejor dicho, parte de él- en su piel?

¿Por qué insiste en verme y no me habla?

- Princesa- su voz me sacó de mis pensamientos.

Su dedo indice estaba apuntando a alguna parte del cielo.

- ¿Qué pasa?- seguí la punta de su dedo y allí vi un edificio.

- Quiero mostrarte algo.

Sin dejarme contestar, tomó mi mano y salió corriendo hacia la entrada.

Parecía estar abandonado, pues no había nadie por ningun lado.

- ¿Esto es seguro?- pregunté mirando cada rincón de la planta baja.

- ¿Seguro? ¡Ja!- rió sarcasticamente - es peligroso.

- ¿Peligroso?

- ¿A caso no te gusta el peligro?- pidió el elevador.

- No es mi cosa favorita.

- Te acostumbraras- asintió y las puertas se abrieron.

- ¿Acostumbrarme?

Ella no contestó, solamente tocó el boton que marcaba la ultima planta: piso 27.

Ella comenzó a recorrer la habitación, no era muy grande, había un escritorio y una vieja maquina de escribir allí.

Me acerqué a la terraza, la vista era sensacional.

La noche iluminaba toda la ciudad. Y la ciudad iluminaba el rostro de Karla. Era hermosa.

Ella giró su cabeza y me encontró mirandola. Se que me sonrrojé porque un extremo de su boca se elevó.

- Lauren...- dijo por fin.

Me pareció extraño que me llamara por mi nombre, creo que nunca lo había utilizado hasta ahora.

- ¿Si?

- Hay halgo que quiero que veas.

Ella caminó hacia el escritorio y tomó la hoja que se encontraba arriba de la fila.

- Yo...- vió el reloj que colgaba en la pared, las agujas marcaban las 11:55.

No huirás esta vez, Karla, pensé.

- ¿Tu...?

- Tal vez en cinco minutos mi actitud cambie un poco, ojalá ella lo entienda.

- ¿Ella?

- Mira.., tu...- comenzó a pensar las palabras mientras miraba el gran reloj de pared - tu solo no me hagas caso si digo algo estupido, si en tres minutos resulto ser una mierda de persona lee eso cuando estes sola- señaló la hoja en mis manos - y en 66 días te lo explicaré todo.

¿Qué es todo esto?

¡Oh Dios! ¿Qué estaba pasando?

- Karla, yo...- esta vez fuí yo quien miró el reloj, faltaban dos minutos para las 12 - no entiendo.

- No tienes que hacerlo, solo confía en mi.

Nuestros ojos se conectaron y nos quedamos así. El marrón en los suyos brillaba tan fuerte que sospeché si habrían robado un rayo de sol. Pero de un momento al otro dejaron de brillar y su mirada parecía confundida.

Mis ojos se elevaron hacia el reloj, las agujas marcaban las 12 en punto.

- ¿Quién eres?

•

Camila's POV

Esperaba despertarme en mi cama como cada día 67, pero esta vez me encontraba en un lugar desconocido, con una desconocida.

Intenté reconocerla, pero no pude.

Me estaba mirando fijamente a los ojos, y luego se fijó en algo arriba de mi cabeza.

- ¿Quién eres?- en serio estaba preocupada, ¿quién era ella? ¿por qué me había traído aquí?

- ¿Karla?

Karla. Es decir, mi otra yo.

Ahora todo encajaba más en mi cabeza, esto era obra de ella. Pero.., ¿por qué esta vez era diferente? ¿por qué esta vez desperté aquí? ¿por qué con ella?

- Mira...- quise decir algo pero no puede, si le contara me tomaría por loca.

Antes de que pudiera decir algo, ella habló.

- ¿A esto te referías hace unos minutos?

- No se a lo que te refieres, yo.., emm...- intentaba formular alguna oración pero no pude. Entonces me fijé en ella, y allí había un aro, justo en su nariz - ¿Chica del aro?

Ella me miró completamente confundida.

Había desepción en sus ojos, pude notarlo al instante.

- No entiendo, confío en ti, pero.., ayudame con esto.

No contesté.

No sabía como ayudarla.

Solamente ella podría hacerlo.

- Tal vez deba irme y leer esto- ella movió un papel en mi cara, se giró y llamó al elevador.

Estaba dispuesta a dejarla ir, pues no la conozco.

Pero luego recirdé que no se en donde estoy.

- ¡Hey!- corrí y pude entrar al elevador antes de que las puertas se cerraran.

- ¿Ahora qué?- su voz sonaba algo molesta.

- No se como volver a casa.

Ella rodó los ojos y luego asintió.

•

N/A

¡Hola! Soy yo, y esto era para decir que cambié la portada.

No se para que lo digo, se deben de dar cuenta, al menos que no presten atención. Así que este comunicado va para los distraídos.

Y a los que leen, gracias por leer, en serio, gracias.

Atte: Yo.