Epilogo

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Ella no creía llegar tan lejos con esto, ella lo veía normal, ya se había acostumbrado. Ignoraba los consejos de su mejor amiga, los consejos de su padre, los consejos de su novia.., o mejor dicho: ex novia. Lauren ignoró cada una de las advertencias.

"¿Qué pasaba por su cabeza?" Se preguntaban todos, cuando la verdadera pregunta debía ser "¿Qué no pasaba por su cabeza?"

Nadie la conocía realmente, excepto una persona en el mundo.

- Hola, princesa- dijo la chica de piel tatuada entrando a medias en la habitación y recostandose en el marco de la puerta. Lauren sonrió al verla y le hizo una seña para que fuese con ella. - Anne me ha dicho que en este mes has avanzado mucho- caminó a paso lento y ocupó el otro lado de la cama donde se encontraba Lauren.

- Lo hice- contestó con una sonrisa y orgullosa de sí misma. Tomó una tablilla que se encontraba sobre las sábanas dobladas a los pies de la cama y prácticamente la estampó en su cara - ¿¡Ves!?- exclamó emocionada - subí se...

- Seis kilos- interrumpió mirando la hoja maravillada. - ¿Cómo lo has hecho?- bajó la tablilla y la miró sonriendo.

Lauren se sonrojó

- Comí mucho- decía emocionada - mira, solo ayer comí pollo y... ¡adivina con qué!

- ¡¿Con qué?!- exageró la pregunta gritando tal y como lo había hecho antes Lauren.

- ¡Papas fritas!

Parecía una niña recibiendo sus regalitos por navidad y eso hacía muy feliz a la otra chica.

- Eso me alegra mucho, princesa.

Hubieron bromas, risas y pequeños juegos hasta que Anne llegó junto con la comida de Lauren.

Anne era una mujer de unos cuarenta y pico, con la tez morena, pelo negro como carbón, lo que en otra mujer solo sería gordura, en Anne parecía obesidad por su pequeña estatura.

Hoy tocaba pasta, Lauren odiaba la pasta.

Miró el plato con desprecio y al darse cuenta, la chica tatuada tomó el plato y dirigió una mirada a la mujer como diciendo "yo me encargo".

Cuando Anne salió, la chica se dirigió a Lauren, sonrió y luego giró el tenedor sobre la pasta para enrollar unos cuantos fideos. Una vez que lo hizo levantó el tenedor y lo acercó a la boca de la otra chica.

- A veeeer- hablaba como una pequeña niñita lo que hizo que Lauren sonriera. - Abre la boca, chica del aro.

Después de unos cuantos intentos, Lauren le hizo caso. Para su sorpresa, no estaba tan fea la pasta como ella pensaba.

Parecía ser que Anne, o quién quiera que sea que cocinara, hacia bien su trabajo.

- Y...- decía Lauren mientras masticaba - ¿cómo está Camila?

Karla levantó la comisura derecha de sus labios y suspiró intentando hacer una sonrisa.

Lauren ya sabía la respuesta y se sentía masoquista por preguntar.

- No muy bien, te extraña.

Era la misma respuesta de siempre. La chica de ojos verdes suspiró.

Camila y Lauren eran inseparables. Eran esas parejas que ves caminando y las envidias de lo perfectas que son. Se veían tan bien juntas. Y no solo se veían bien, se amaban. Se siguen amando.

Pero algo pasó, la ojiverde se dió cuenta que algo malo estaba ocurriendole. Toda su ropa le quedaba grande, se desmayaba constantemente en cualquier lugar y fue tan tonta que no logró darse cuenta de que algo malo pasaba hasta que fue tarde.
En el momento en que ella decidió autointernarse en un lugar donde trataban a personas con anorexia, también decidió dejar a Camila. Pensó que la chica no merecía estar con alguien así, que no merecía sufrir por su causa, no quería que la viera así. Antes de entrar al internado le dejó claro a su novia.., o mejor dicho: ex novia, que si seguía soltera cuando saliera de allí dentro con gusto podían volver a intentarlo, pero que si las puertas del amor se le abrían, Camila debería ser feliz.

Obviamente Camila no dejó de pensar nunca en Lauren. La castaña está esperando aún que la otra chica vuelva para poder estar juntas al fin. Camila había tratado de impedir que la ojiverde la dejara, pero todos sus intentos resultaron ser en vano y no le quedó de otra que respetar la decisión de su novia.., o mejor dicho.., buh, ustedes saben.

- En unos dos meses creo que saldré de aquí, ¿tú crees que Camila aún me espere?

Karla suspiró y acaricio la ceja de Lauren.

Karla podía quedarse mirando a la otra chica por horas y horas, y nunca se aburriría de hacerlo.

Esto estuvo haciendo los últimos cuatro años. Primero iba a visitarla cada 66 días cuando tomaba el control de su cuerpo. Luego iba cada un mes, ya que logró obtener el control del cuerpo una vez al mes. Todo el tiempo que la chica tenía el cuerpo bajo su poder, lo utilizaba para visitar a Lauren. Y Lauren solo hablaba de Camila.

- Yo creo que ella te ama- siguió acariciándola - bueno.., ahora que lo pienso mejor- hizo una cara de pensativa y soltó una pequeña risita. - Lo sé, sé que te ama, puedo sentir lo que ella siente ¿recuerdas?

Esto hizo sonreír a Lauren que, aún seguía con la esperanza de ese gran reencuentro con su amada.

*

Lauren bajaba esas escaleras con sus maletas en las manos. A lo lejos vió la puerta de salida y una sonrisa se escapó de los labios. James -el portero- le regaló una sonrisa y le abrió la puerta. Ni bien puso un pie fuera del internado observó a aquellas personas que tanto amaba. Estaban Dinah gritando y saltando como loca, Mike se encontraba a un lado sonriendo y justo enfrente estaba Taylor en su silla de ruedas, al ver a Lauren, su hermana se paró y comenzó a dar pequeños pasitos.

La ojiverde estaba feliz, tan feliz de ver a esas personas ahí. Aunque tontamente buscó todo el tiempo a Camila con la mirada, tal vez estaba escondida en algún lugar. Pero al parecer no había asistido.

*

Una vez en su habitación luego de cuatro largos años, se encontraban Lauren y Dinah acomodando la ropa en el armario.

- Y.., ¿sabes cómo está Camila?- Lauren había dudado en preguntar, pero se resolvió por hacerlo finalmente.

Dinah no la miró a los ojos y solamente negó con la cabeza.

- Camila tiene novia.

Y con esas tres palabras Lauren sintió que su corazón se rompía.

~~~

N/A

Hola, ¿me extrañaron?

Bueno, al fin escribí el epílogo y al fin se puede decir que "danger" terminó.

Sé que debería decir algunas palabras porque todos siempre dicen algunas palabras en el momento que terminan una historia. Y esta historia es importante para mi, es la primera que termino.

Nunca creí que tanta gente iba a leer las pelotudeces que plasmo en mi celular. Siendo sincera, comenzó siendo solamente entretenimiento, mi vida no tenía nada de divertido, no había nadie a quien dedicarle mi tiempo. Entonces recurrí a la idea de dedicarle el tiempo a alguien, o en este caso: a algo. Si, ese algo es Wattpad.

En realidad nunca creí que tanta gente leyera "danger". Era una vaga idea de historia que, fue tomando forma en lo que fue el transcurso de escribirla.

Quiero agradecer a estas 72k de personas que la leen y.., es que omg, ¡72k! Que increíble, Dios mio.

También quiero agradecer a todos aquellos que han esperado meses por este epílogo.

P.D: ¡Tengo un tatuaje!

P.D2: ¡La semana que viene tendré otro!

P.D3: Sea quién sea que lea esto... Mil gracias.

Atte: yo

dangerUnde poveștirile trăiesc. Descoperă acum