Capítulo 63.

85 8 3
                                    

¡Chicxs! Ya estamos en la recta final de la fic, me gustaría saber si queréis que haya 2nda temporada o no, ya que últimamente no hay tantas visitas como había antes:(
Comentad que creéis que pasará y no os olvidéis de votar, siempre es de mucha ayuda♥️
¡Mil gracias!

Narra Violet:
Un leve murmullo que provenía desde abajo logró despertarme. Abrí mis ojos. Estaba revuelta entre las sabanas y noté que tan solo llevaba parte de mi ropa interior puesta. Revisé mi movil antes de salir de la cama, pero por suerte no tenía mensajes, tan sólo un par de llamadas perdidas de James. Puse mis pies en el suelo y cogí una sudadera del armario junto con unos pantalones elásticos. Me hice una coleta alta mirandome al espejo desde fuera. Me daba pudor entrar al baño. De hecho llevaba días duchándome en el baño de Nat para quitarme a ese acosador de la cabeza. Escuché la voz de Tristan. Tal vez los chicos estaban aquí. Todos. Incluído James. Sentí una leve punzada en el estómago. James no tenía ni idea de lo que estaba pasando, me había perdido más de la mitad de los shows para estar en Cheers, pero tenía que hacer cualquier cosa con tal de protegerle, si él estaba libre de amenazas todo esto valdría la pena.
Bajé las escaleras y todos estaban en el comedor. Me miraron. Tris se abalanzó encima mío.
-¡Dichosos los ojos! Pensaba que las nuevas estrellas del pop éramos nosotros-comencé a reír.
-Lo siento. No he estado muy dispuesta a salir de mi habitación.
-Doy fe-dijo mi madre. Si ella supiera... Brad me dió un abrazo y Andy besó mi mejilla.
-¿Dónde está James?-dije sentándome al lado de Connor. Cristine me miró sonriente. Ni Mary ni Lucy estaban allí...
-En la cocina-dijo mi padre mirándome fijamente. No estaba sola. Él lo sabía absolutamente todo, lo cuál me transmitía algo de paz en aquella situación tan extraña. Estaba a punto de ver a mi novio. Esa persona de la que estaba enamorada. Y si hubiera tenido que escoger entre verle ahora o comerme una manzana envenenada, hubiera escogido la manzana.
-¡Por fin te despiertas!-dijo sentándose a mi lado impaciente. Sonreí nerviosa. Tenía ganas de verlo. Estaba sano y feliz. Pero el sentimiento de culpa crecía y crecía dentro de mi. Sólo podia imaginarme a mi misma encima de aquella barra mientras él buscaba una fuente de motivación en cada concierto a causa de mi ausencia. Me abrazó delante de todos. Me dió un pequeño escalofrío y me abrazó aún más fuerte. Acaricié su pelo y intenté calmarme un poco. Su presencia me hacía estar un poco menos asustada. Me separé unos centímetros de él y aprovecho para darme un beso.
-Oh-exclamaron todos. Negué con la cabeza y cogió mi mano. Todos comenzaron a hablar de cualquier cosa y acercó sus labios a mi oído.
-¿Podemos ir al jardín un rato? Me muero por unos minutos a solas contigo-dijo algo tímido. Casi sentía como mi corazón se estaba fundiendo después de escuchar eso. Asentí efusivamente y me levanté. Escuché sus pasos detrás de mí.
Respiré hondo una vez estaba en el jardín y sus manos rodearon mi cintura.
-Dios te echaba tanto de menos. Odio pasar tiempo lejos de ti-dijo besando mi mejilla. Me dí la vuelta y me arropé en él. Su calor me hacía olvidarme un poco del miedo que tenía.
-Lo siento tanto por no haber estado ahí. Soy horrible-dije sacando a flote como me sentía. Aunque no podía ni imaginarse cuantas cosas estaban pasando en ese momento, un pequeño peso me pude sacar de encima al disculparme.
-Más lo siento yo por no haber podido estar aquí cuidándote-acarició mi mejilla izquierda con su pulgar y sonreí.
Me quedé sin palabras por un momento. Por suerte él tenía suficientes cosas para decirme.
-¿Cómo has estado? ¿Qué te ha dicho el médico?
-Nada... lo típico. Que descanse mucho. Que mantenga mis defensas tan altas como sea posible...-me sentía tan mal mintiéndole. Era despreciable.
-Amor, ¿Está todo bien? El otro día estabas muy rara por teléfono. Te veo apagada. Y no por la salud si no... no se. Te veo triste-mierda. Recuperé la compostura y sonreí con algo de desdén.
-Bah. Solo son un puñado de migrañas insoportables-dije negando con la cabeza- nada a lo que no haya sobrevivido antes- rió. Me besó tiernamente y cerré los ojos. No sé cuanto tiempo aguantaría con este secreto bajo llave pero verle feliz y despreocupado era el mayor chute de energía que había tenido hasta ahora, así que debía aguantar bastante.
-Y por cierto yo tambien te he echado muchísimo de menos-dije besándole de nuevo. Sonrió.
-¿Te apetece hacer algo esta noche? Comer pizza en tu cama. Ver alguna peli... algo relajante-dijo mirándome. Hice un puchero.
-Me gustaría descansar un poco más-dije intentando sonar convincente. Pues esa noche estaria otra vez en la barra de ese maldito bar. No tenía tiempo para estar con él si quería mantenerlo a salvo.
-Puedes descansar conmigo-dijo alzando sus cejas.
-Si te quedas no vamos a descansar-dije cabizbaja.
-Oye puedo vivir sin sexo-dijo riendo. Y yo lo sabía. Claro que si. Pero no podía permitirlo.
-James amor te juro que cuando me encuentre mejor podrás quedarte todas las noches que quieras-dije acariciando su pecho. Frunció el ceño. Decepción y tristeza reflejaban sus ojos...
-Esta bien-dijo sellando los labios. Se giró y se dirigió hacia adentro. Sabía que le había roto, pero no podía. De repente mi móvil sonó y comencé a temblar. Mire hacia el suelo. Respiré hondo.
'Buena chica. Pronto ya no tendrás que fingir más.'

Ni siquiera entendía ese maldito mensaje. Me sentía un puto objeto de burla. Entré a casa y me sente al lado de James para la hora de comer. Aún así pude notar lo distante que estaba. Y no le culpaba. Era una novia bastante despreciable.

Narra James:
Mi madre decidió quedarse en casa de los Simpson un rato más. Sin embargo Violet se fué a descansar y lo peor es que ni siquiera se despidió de mi. Salí de casa mirando los cordones de mis bambas y vi que estaban desatados. De repente situé a una figura inesperada en frente de mi puerta y fruncí el ceño.
-Natasha.
-Hola James-dijo con una sonrisa triste. Parecía bastante serena en aquel momento- lo siento por presentarme sin avisar, pero necesito hablar contigo.- La miré extrañado. Saqué las llaves de mi bolsillo y abri la puerta. La invité a pasar y la guié hasta la cocina.
-¿Quieres algo de beber?-dije sin mirarle a la cara. Sabía que siempre había querido alejarme de Violet, pero le iba a costar. No había nada mas importante para mí que mi dulce Bella en ese momento.
-Un vaso de agua está bien-dijo sentándose en una silla algo confusa. Llené dos vasos de agua y los puse en la mesa. Acto seguido me senté en frente de ella.
-Tu dirás-dije bebiendo un trago. Comenzó a mirar la mesa.
-¿Qué tal ha ido el tour?-dijo sonriendo. ¿Me iba a preguntar por el tour? No entendía nada.
-Bastante bien la verdad. Sorprendente.
-Me alegro-dijo asintiendo con fuerza.
-Tash... ¿A qué has venido?-dije yendo al grano por fin. Se tocó las manos.
-Ay James...-dijo algo asustada. Se me hacía raro verla así. Algo no cuadraba.
-Sólo quería disculparme. Sé que no querías saber nada de mí en las vacaciones de navidad. Pero mañana volvemos al colegio y eres un gran chico. Te portaste fenomenal conmigo. Así que sólo quería pedirte perdón por intentar... bueno separarte de Violet. Ella nunca ha sido santo de mi devoción pero he reflexionado un poco y sé que llevo años y años portándome como una cría estúpida. Si no me perdonas lo entiendo. Pero quiero que sepas que de verdad me ha sabido mal que todo haya ocurrido así...-sellé los labios. Qué raro... realmente parecía arrepentida. Además me ayudó a poner celosa a Violet. Que no sirvió de mucho pero bueno ahora estaba con ella...
-Natasha, después de esto no te digo que vayamos a ser mejores amigos o algo asi, pero acepto tus disculpas. Además ahora estamos juntos, por lo tanto... no me preocupa nada-asintió.
-¿Como está? Lucy me contó lo del accidente. Y la he visto en Cheers pero no me he atrevido a preguntarle. Sé que me odia-dijo torciendo el gesto.
-Esta recuperándose. Más o menos va haciendo pero bueno... estuvo en coma cinco días así que...
-Bueno si puede trabajar es una buena señal.
-¿Trabajar? Jajajaja Violet no trabaja Natasha.
-Si. Te acabo de decir que la vi en Cheers el otro día.
-¿Qué es Cheers?-esta chica no estaba muy cuerda...
-¿De verdad no sabes lo que es Cheers?-dijo con la boca ligeramente abierta.
-No-dije confundido.
-Es un...bar nocturno...
-¿Qué?-así que ahora venía a insinuarme que mi novia estaba trabajando en un 'bar nocturno' venga ya.
-Mmmm...
-Mira, si has venido aquí para tratar de comerme el coco otra vez sobre Violet puedes irte por donde has venido.
-Pero James que lo digo en serio. Violet lleva meses y meses trabajando en Cheers-dijo como si fuera obvio- ¿No te ha llevado nunca?
-Tash. En serio...
-No James yo también hablo en serio-dijo negando con la cabeza- todo el mundo sabe que trabaja ahí. Es más puedo demostrártelo.
-¿Ah si? ¿Como?-dije riendo.
-Si tan poco me crees ven al bar conmigo mañana-dijo enfadada cruzada de brazos.
-Mañana es lunes.
-¿Y? Las cheerleaders trabajan sin parar. Rara vez se toman una noche de descanso-encogió los hombros. No entendía nada.
-Tash igual Violet trabajaba ahí antes o algo. Pero está recuperándose de la operación. Es imposible.
-Tu ven conmigo. Verás como tengo razón-qué patético...
-Iré contigo sólo para que veas lo paranoica que puedes llegar a ser... si es así como quieres conseguir una disculpa lo llevas mal.
-No tienes ni idea James-dijo negando con la cabeza.
-Te voy a pedir que te vayas de mi casa por favor-se levantó resignada y la acompañé a la puerta.
-Me voy. Pero mañana estaré aquí a las diez para recogerte. Verás.
-Si si. Veré-dije riéndome. Cerré la puerta. Mi angelito no sería capaz de ocultarme algo como el hecho de estar trabajando en un bar nocturno. Además ni siquiera había venido a los conciertos sólo para recuperarse. ¿Cómo iba a estar trabajando? Reí para mis adentros y fuí a hacer la cena. Mi madre llegaría en cualquier momento.

Letters To You - James McVey.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora