Capítulo 58.

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Narra Brad:

Fuí casi corriendo a la habitación de mi hermana. Supuse que James estaría allí. Tenía que decirle los resultados, Andy aun tenía que ducharse así que necesitaba hacer tiempo. Llegué y toqué la puerta. Pero nadie respondía. Volví a tocar. No entendía nada.
Abrí la puerta y una luz tenebre me hizo ver tanto a James como Violet durmiendo plácidamente. Por supuesto, no de la misma forma. James se despertaría pronto. Di un paso hacia dentro y me maldije a mi mismo cuando vi como abría los ojos.
-¿Brad?-dijo levantándose del sillón.
-Perdona. No quería despertarte.
-Tranquilo... con cualquier movimiento me despierto, me pensaba que era ella - dijo mirando a Vibs. Pero no...ella no daba ninguna señal de estar escuchando la conversación.
-Bueno...tengo noticias - dije sonriendo. Encendí la luz y cerré los ojos.
-Pareces contento - dijo James sonriendo.
-Lo estoy. Va a ser una niña - dije sonriendo. La prueba había sido...algo traumática, pero buena al fin y al cabo.
*Flashback*
Entré a la habitación. Era enorme. Había máquinas de todo tipo y una camilla en el centro. Andy se estiró y la enfermera volcó ese gel tan raro en su barriga.
-Estoy atacada. A mi esto de los pinchazos no me hace ninguna gracia.
-Tranquila cielo - dije acariciándole el pelo.
-No te preocupes. Respira hondo y cuando yo te diga deja de respirar. ¿Entendido?-ambos asentimos y me sentí idiota por un momento.
-Bien. Inspira- dijo. Andy me miró y inspiramos a la vez.
-Expira - abrí mis ojos y agarré su mano aun más fuerte. Expiramos.
-Parad - dijo la enfermera. No dejé que apartase la mirada de mi. Parecía bastante aterrada... aunque yo también lo estaría. Vi como cerró los ojos.
-Ya está ya está ya está mira ya está- abrió los ojos y me miró mordiéndose el labio.
-Dios - dijo cuando la enfermera extrajo la aguja. Respiró hondo. Me concentre en la pequeña pantalla enfrente de nosotros.
-Bien. ¿Que esperáis?- miré a Andy y ambos sonreímos.
-Que esté sano - dijo ella. Asentí.
-Pues os felicito. El reposo ha sido excelente. Por suerte hubo un minúsculo impacto y el líquido amniótico fué suficiente para proteger al bebé.
-¿Podría sufrir algo en el futuro?-pregunté algo preocupado. Ya casi podía imaginarme a ese cuerpecito entre mis brazos... quién lo diría.
-Para nada. A no ser que vuelva a haber algún accidente de este tipo. Debes dejar de hacer esfuerzos. Descansar, comer cuanto sea necesario. Todo tipo de mimos que una embarazada necesita cielo. Hay que cuidarse tanto a una misma como al bebé.
-Tranquila... no pienso dejar que le pase nada más - dijo alzando las cejas.
-Bien - imprimió una hoja y nos la tendió.
-Enhorabuena. Tendréis una preciosa niña- abrí mis ojos y miré a mi chica. Sus ojos estaban tan brillantes en ese momento. Ojalá hubiera podido hacer una foto.
-¡Si!-me abrazó y besé su frente.
-¿Tenéis alguna idea del nombre?-asentí.
-Stella. Va a llamarse Stella - dijo Andy sonriente. Cogí su mano y se levantó de la camilla.
-Bien, ahora voy a acompañarte a tu cuarto. Debes ducharte y descansar - ambos asentimos y fuí a buscar a James.
*Fin del flashback*
-¡Eso es genial!
-Lo se. Tengo muchas ganas de que mi hermana se despierte para decírselo - dije algo ansioso.
-Mañana le harán la prueba...
-No te angusties. Si la hacen es porque es seguro - asintió. La puerta se abrió y mis padres aparecieron.
-Hola chicos - dijo mi padre.
-¡Va a ser niña!-dije levantandome. Mi madre me abrazó. En cuanto a mi madre. Desde que Marcus lleva su tratamiento todo va a mejor. A veces sigue vomitando y necesita descansar, pero está desapareciendo poco a poco todo ese dolor. Lo cuál es genial.
-¡Eso es genial cariño!-ambos me abrazaron. Sonreí.
-Voy a su habitación un rato - dije mirándolos. Mi futuro perfecto se estaba construyendo en mi cabeza poco a poco...

Narra James:

El maldito día había llegado. Iban a operarla. Mi saltamontes...
Agarré su mano y entrelacé nuestros dedos.
-Todo va a salir tan bien que cuando te despiertes te subiré al London Eye 30 veces - besé sus labios y por un momento noté como su cabeza se movía. Tenía demasiadas ganas de que despertase... Un ruido rebotó en mis oídos.
-Vaya. Oportuno - dijo uno de los doctores que llevaba su camilla.
-¿Que ocurre?-dijo Anne asustada.
-Se está despertando. Sus sentidos están acelerándose.
-¿Que?-dije sorprendido.
Marcus acarició sus sienes.
-Anestesia. Rápido.
-Pero Marcus-
-Pero nada. Si se despierta en medio de la operación estamos jodidos - dijo mirándome mientras negaba con la cabeza. La metieron dentro del quirofano. Desapareció. Marcus salió y me cogió por los hombros.
-¿Tranquilo vale? Todo va a salir bien. Esta en mis manos. Si se despierta ahora y malgasta energía será peor. No podemos prolongarlo más - asentí y volvió al quirófano. Ella se había casi despertado al sentir mis labios. Pestañeé y las lágrimas salieron de mis ojos como fuegos artificiales. Tenía miedo. Tenía ganas de verla otra vez. De que hablase, de que moviera los ojos, la boca, todo. Necesitaba verla viva de verdad. Cerré los ojos y recé por un milagro.

Narra Connor:
La miré y me abrazó.
-Ya ha empezado la operación - dijo preocupada. Llevaba 2 días durmiendo en mi casa. Y a mi madre le encantaba. Aunque para qué engañarnos, a mi también.
-Lo sé...-dije preocupado. Era mi mejor amiga. Sentí que debía estar allí. Pero mañana empezaban las clases...
-Todo va a salir bien estoy muy segura.
-¿Tanto como de lo mucho que me quieres?
-No... bastante más que eso - dijo riendo.
-Deja de asustarte. Si no me gustases ni siquiera habrías pisado la puerta de mi casa.
-Natasha lo hizo - dijo frunciendo los labios. La miré con el ceño fruncido y la cogi de las mejillas.
-Métete muy bien en la cabeza esto que te voy a decir. Natasha fué un error. No sé por qué acabé cayendo en su falda. Tenía once malditos años. Ahora tengo diecisiete. Sé lo que quiero y con quién lo quiero. ¿Quieres que te lo explique?-me miró algo asustada.
-Si eres tan amable - dijo con un hilo de voz. No solté sus mejillas ni un segundo.
-Quiero una relación sentimental. Seria. Alguien que me quiera de verdad. Que me cuide de verdad. Y me encantas. Nunca he estado tan obsesionado por conocer a una chica, así que creo que me merezco que confíes en mí, porque yo confió en tí plenamente y tampoco me has dado mil motivos para hacerlo. ¿Sabes? Tengo más motivos que tú para ser desconfiado - solté sus mejillas y me miró los labios.
-Perdoname. Es que sé como es Natasha. Además... ¿Y si no soy lo que esperas? ¿Y si te decepciona el tipo de persona que soy? Tal vez te piensas que soy increíble pero... nada más lejos. Soy lo más normal del mundo. Una chica de ciudad. Medio huérfana. Mi mayor aspiración en la vida es teñirme la cabeza de rojo y fotografiar conciertos de rock...
-Y me basta. Es más me sobra. Todo eso que consideras tonterías, a mi me encantan... deja de infravalorarte y empieza a apreciar el amor- besé su frente y cogió mis mejillas. Me besó tan intensamente que sabía que se acababa de crear un vínculo aún más fuerte entre nosotros. Nada de atracción sexual ni orgasmos.
-Puedo decir que me haces sentir más cosas cuando hablamos que cuando... mantenemos relaciones sexuales.
-Eso es porque nunca hablo mientras lo hacemos - reímos.
-Me gustas mucho Connor. Mucho - dijo mordiéndose el labio algo nerviosa.
-Es mutuo. Así que deja deja preocuparte tanto - dije negando con la cabeza. Volví a besarla. Sentía que solo ese gesto podría curar cualquier gilipollez del pasado.

Narra James:
Desperté. Estaba en el maldito sillón. Me había quedado dormido... ¿En el pasillo? ¿Entonces qué hacía aquí? Me costaba abrir los ojos. Un fuerte murmullo me hizo reaccionar.
-Creo que por fin se está despertando - dijo Brad.
-Ya era hora. Ha dormido más que tu- esa era Andy. Comenzó a reír. Estiré mi espalda. Me dolía la cabeza.
-Dejadle tranquilo pobrecito. Estaba más aterrado que mi madre - dijo esa voz. ¿Esa voz? ¡Esa voz joder! Abrí los ojos y en un impulso me abalancé sobre la camilla. Dios mío.
-Estas despierta joder como esté soñando me voy a morir cuando me despierte.
-No estas soñando cielo pero cuidado - dijo mientras reía. Me eché hacia atrás y acaricié sus mejillas. Estaba bien. Estaba sana. Despierta. Preciosa.
-¿Por qué narices no me habéis despertado? -dije mirando a Brad y Andy.
-No nos ha dejado - dijo la rubia encogiendose de hombros. Miré a Violet. Sonreía.
-Lo siento. Me han dicho que has estado casi séis días sin pegar ojo, no te íbamos a despertar cuando por fin habías conciliado el sueño - se encogió de hombros y me ha pareció tan adorable que quería pedirle matrimonio allí mismo. Volví a abrazarla.
-¿Y estas bien? ¿La cabeza bien? ¿Necesitas algo?
-Estirate conmigo anda - dijo débilmente. Caí en cuenta de que ella no podía hacer mucho esfuerzo. Me estiré con cuidado y se colocó encima de mi pecho.
-Esto es más cómodo que la almohada. Lo juro - Brad y Andy rieron.
-¿Te han dado ya la noticia?-dije mirándoles.
-¡Si! ¡Se va a llamar Stella!-dijo sonriendo.
-Lo sé - besé su frente y sonrió. Me sentía tan feliz. Verla despierta era todo lo que necesitaba en ese momento. Andy y Brad se fueron de la habitación y la miré.
-Te echaba de menos, maldita enana - dije mirándola.
-Yo he soñado mucho contigo si te sirve de consuelo - dijo sonriendo. Besó mi mejilla. Aún me costaba creerlo. Todo estaba bien.

Letters To You - James McVey.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora