Capítulo 15.

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Narra Brad:
Olía la comida de Vibs desde arriba. También podía escuchar como mi madre, a su paso, andaba por casa acomodando todo lo mejor posible. Yo también estaba bastante nervioso. Hacia tiempo que no comiamos los 5 juntos, y la última vez yo y Derek terminamos peleandonos. Desde entonces solo le he visto una vez y obligado por Violet para hacer las paces. Oí como abrían la puerta de mi cuarto.
-William, ¿Estás preparado?-me dijo con los ojos brillantes. Ella parecía estar arreglando sus diferencias con mamá, por lo tanto debería estar muy feliz por la reunión familiar.
-Si.-salimos de mi habitación y bajamos las escaleras.
-Me encanta que cocines enana.-sonreí. Ella me sonrió. Sonó el timbre. Mi madre se apresuró para ser ella quien abriese la puerta, aunque ni yo ni mi hermana nos hablamos movido del sitio. Vibs se metió en la cocina a servir los platos y yo simplemente me quede ahí. Vi como mi otra hermana se acercaba a mi.
-Enano, cuanto tiempo.-me abrazó. A Nat si que la echaba de menos, pero ella estudiaba en Londres y no podía estar siempre yendo y viniendo para vernos, aunque lo hacía bastante a menudo hacía tiempo que no la veia.
-Pues si, te echaba de menos.-me revolvió el pelo y yo le di un beso muy fuerte en la mejilla.
-Violet ha hecho tacos y ensalada campera.-sonrió. La verdad es que en esta familia éramos unos tragones. Se dirigió a la cocina para saludar a la pequeña y yo miré a mis padres. Entre ellos no había ningún tipo de rencor ni conflicto, de hecho cada vez se llevaban mejor, Derek siempre preguntaba por su estado y nos ayudaba en todo lo posible. Pero haber decidido separarse de ella sigue pareciéndome un error que nunca podre perdonarle. Nuestras miradas se cruzaron y me sonrió, puse mi mejor cara de felicidad.
-Hola Derek.
-Hola hijo- me dió un abrazo cálido. Me sentí mal por un momento, pero cada vez que recordaba el momento en el que se pelearon el y mamá, volvía todo el rencor.
Violet y Nat salieron de la cocina con la comida, y en cuanto Vibs tuvo las manos vacías se abalanzó encima de mi padre, la verdad es que ellos tenían una relación fantástica. No entiendo como. Nos sentamos en la mesa y tenía a mi madre en frente. Parecía feliz en aquel momento.
Comenzamos a comer.
-Bueno Anne, ¿Que tal ha ido la última?-dijo Derek.
-Ha sido dura pero me he recuperado antes de lo que pensaba.
-Cada vez será más fácil, piensa que las primeras veces es horrible pero luego una vez estas acostumbrada podrás con ello.-dijo Nat intento apoyarla. Como se notaba que no vivía en casa.
-Yo estoy seguro de que en poco tiempo nos estaremos riendo de esto.-dije sincero, mi madre me sonrió y yo le guiñé un ojo.
-Hombre, no creo que podamos nunca reírnos de esta situación Bradley.-dijo mi padre. ¿Por que tenía siempre que meter las narices?
-Ella me ha entendido perfectamente. ¿A que si mama?-mi madre asintió.
-¿Ves? No hace falta que te metas.
-Bradley no empieces - me dijo serio.
-¡No me llames Bradley! Llámame Brad como hace todo el mundo.-dije enfadado. Violet no dejaba de mirarse las manos. Nat comía intentando evitar la situación, pero mamá nos miraba cabreada.
-Bradley es tu nombre, no hace falta que te pongas así.
-Es que prefiero que me llames Brad. No eres nadie para llamarme de distinta forma.
-Soy tu padre no eres quien para darme ordenes como si fuese un soldado.-dijo casi gritandome -ambos nos miramos asesinamente.
-Odio que os pongáis así. Que tenéis ¿3 años?-dijo Vibs chillando.- Me parece espantoso que quedemos para celebrar que el tratamiento de Anne va bien, intentando recuperar un poco lo que eramos antes y salteis con lo mismo. Tanto el uno como el otro sois patéticos. ¿Ni por Anne podéis mantener la boca cerrada durante un rato?-la miré. Se que no estaba enfadada, pero si decepcionada.
-Violet tiene razón.-mi madre se levantó y dejo el plato en la cocina. Nat fue detrás de ella.
-Más vale que hagáis las paces o os juro por mi vida que os encierro en mi cuarto hasta que os desintegréis.
-Violet no te pongas así el y yo tenemos nuestros más y nuestros menos al igual que tu y tu madre. -dijo Derek.
-Ya pero resulta que yo y mi madre estamos intentando arreglar esos más y menos que tenemos ¿Sabes? Podríais hacer lo mismo como personas adultas.
-Perdoname - dije mirándo a mi hermana. -No os merecéis esto. Y tu.-dije mirando a mi padre. -La semana que viene quedaremos para hablar esto, pero yo me voy.
Subí a mi cuarto y llame a Tris. Esa noche Mary lo había invitado a Cheers, lo cual me parecía bastante raro, pero me ofreció que le acompañara y me encontraba tan saturado que decidí aceptar.

Narra Violet:

Miré como Nat secaba los 3 platos que quedaban. La gran comida había resultado un desastre gracias a mi padre y Brad... pero no quería pensar en ello. Por suerte Cristine invitó a mi madre a tomar el té una media hora después... Brad se fue a casa de Tris, y supongo que papá simplemente se habrá ido a casa a reflexionar. Por suerte mi hermana había decidido quedarse aquí a ayudarme.
-Bueno enanita, ¿Que hacemos?
-Pues no se no tengo muchas ganas de hacer nada la verdad - dije sincera.
-No pienses más en Brad y papá. No hará que cambie el día de hoy.
-Me jode porque... yo estoy intentando estar bien con mamá después de todo. He tenido mil peleas con ella y somos como el agua y el aceite, pero es mi madre, y estando así creo que lo mejor que puedo hacer es mirar por ella y no por lo que yo pienso o dejo de pensar sobre la situación. -la había llamado mamá... esto es muy fuerte.
-Ya sabes como es Brad, o muy alegre y feliz o muy cabezota y gruñón.
-No es solo Brad, son los dos. No me puedo creer que diga esto de papá, pero son ambos.
-Cielo, siento decirte que ante esto lo único que podemos hacer es estar lo mejor posible con mamá y mostrarles como se solucionan las cosas.
-Tu tienes más motivo para enfadarte con ella que Brad para enfadarse con papá. Uf, es que me ponen mala, muy mala.
-Bueno calma fiera. ¿Algo nuevo que contar?
-Me han cambiado el horario del trabajo - puse morritos y hice una pose de diva, a lo que mi hermana empezó a reírse.
-Me alegro por ti oye, que sepas que aunque todos te digan que tu trabajo es horrible, a mi me encanta ese sitio.-Nat siempre me apoyaba en todo a capa y espada. Era algo que tenia que agradecerle siempre.
-¿Y tu? ¿Algo nuevo que contar?
-Mmm...¿Estás para hablar de chicos?-automáticamente James me vino a la cabeza. Stop. No. No y no. ¿Por que? A ver conciencia vamos a pensar en otra cosa como las flores. O las avispas. No socorro, las flores las flores. Las rosas rojas por ejemplo.
-Si por que no.-dije lo más calmada posible.
-Bueno...el otro día en una de las fiestas del campus, me lié con un chico, el problema es que solo fue un lio y el chico me encanta y...bueno no se que hacer.-Nat y sus líos en la vida. Y yo estaba preocupada porque mi vecino aka compañero de clase, aparecía en mi cabeza sin avisar.
-Pues no se mujer, ¿Va a tu clase?
-Si, eso es lo peor, que ya llevamos tiempo viéndonos las caras y no se...
-Que fácil. Pídele apuntes, pídele ayuda con las clases. Lo que sea.
-No es por ser una creída pero en este curso soy el segundo mejor promedio de clase y el es el tercero, creo que no tendría sentido.
-Falta a clases y pidele apuntes, ganas por dos. No haces clase y hablas con el. ¿Ves que fácil?
-Bueno, lo pensare...-Que complicada señor, con lo genial que sonaba eso de faltar a clase para hablar con el chico que te gusta. En fin...
-Oye ¿Vamos a casa de los vecinos? Aquí ya no tenemos nada que hacer...-Ay madre que iba a ver a James.
-Iba a decirles a las chicas de quedar pero las avisare más tarde. -fui a coger las llaves. Vi como Nat cogia la chaqueta. ¿En serio ahora tenia que ver a James?
-Tonta que viven en frente. Es 1 minuto andando si llega.
-Da igual hace frio.-rodé los ojos. Abrí la puerta y entonces le di la razón a Nat, aun así mantuve mi orgullo y crucé hasta la casa de los McVey. Anda que como nos abra el...
Nat pico a la puerta y abrieron casi de inmediato. Sophie estaba en frente nuestro. Bueno.
-Hola chicas. ¿Venís a tomar el té también? -llevaba un gato en brazos.
-Pues si. Por cierto soy Nat, creo que no nos hemos visto nunca.-siempre tan espontánea ella.
-Yo soy Sophie - se dieron dos besos y entramos dentro.
Llegamos a la cocina y vi como mi madre y la señora McVey hablaban animadamente. Pues si que habían congeniado oye... ¿Donde está James?
-Holiiiiii-dije feliz.
-Hola cielo - dijo Cristine feliz. Se levantó y nos abrazamos.
-Cariño ¿Que hacéis aquí? Pensé que saldrías con tus amigas.
-Y eso hago - dije poniendo cara sexy. Todas empezaron a reír.
-Nah al final he preferido venir aquí. Mary hoy trabaja y...le diré a Andy que se quede a dormir ¿Vale?
-Cómo si tuvieses que preguntarme.-reímos. ¿Por que James no aparecía de una vez? ¿Se estaría duchando?
-Pues has sido muy oportuna porque mi hijo está en el gimnasio ahora mismo cielo.-¿Va en serio? Joder. Para una vez que quería verle y estaba calmada y no está. ¿Y que hace en el gimnasio?
-¿En el gimnasio?-pregunté como quien no quiere la cosa.
-Si, dice que quiere dar un cambio y sacarse partido. Le ha salido la adolescente de 16 años del cuerpo. -reí. Sophie a veces era muy graciosa.
Aunque después caí en cuenta de que había mencionado la palabra 'cambio' yo también pensé que tenia que dar ese cambio. ¿A caso me leerá la mente? Bueno, tal vez no es el mismo tipo de cambio. De todas formas James no necesita cambios. El está muy bien así. Pero si se saca más partido aprovechará bien su físico. ¿Pero eso atraerá a más chicas? No no no.
-Vibs estas ida ¿En qué piensas?
-En James.-mierda. Tengo que dejar de pensar en alto. Todas me miraron como si acabase de confesar que había perdido la virginidad. Y mi madre estaba presente. Y la suya. Y su hermana. Y la mía. Violet, por qué eres tan torpe.

Letters To You - James McVey.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora