"Cuando los errores del pasado, vuelven"

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"Libérate de la obligación de ser perfecto. Tienes derecho a cometer errores y a pagar por ellos"

Comenzó a pensar, de pronto, así como algo inesperado y que se le cruzó por su cabeza, cuándo había sido el momento en que su vida había cambiado tanto, pero supuso que había ocurrido desde que Beth se cruzó por su camino. Siempre supo que tenía un significado especial, que algo en algún lugar del planeta le decía y juraba que su existencia tenía una especie de fin determinado, pero a pesar de que sus actos no lo demostraban de tal manera, aquella forma descuidada y despreocupada de ir y venir, sabía todo eso.
Sarah elevó la mirada desde donde se encontraba, sentada sobre una mesa en el garaje de Alison, miró a su hermano que tenía la vista clavada en Delphine, que a todo esto se encontraba en medio de la estancia aún amarrada y dormida, pensó en la ayuda que el único hombre en el que confiaba le brindaba día a día, su cariño y comprensión, en su hija, en sí misma, y miró a la rubia, con la cabeza hacia adelante y los cabellos rubios cubriendo su rostro, las dudas crecían cada vez más desde que Beth le había explicado todo el jaleo que se había armado con el paso del tiempo y no podía seguir esperando a que aquella mujer despertara para que le explicara, porque sabía que no sería fácil y sobre todo porque sabía que todo lo que creyó de sí misma no era mentira, si bien pensó que la aparición de Beth fue una maldición, sabía muy dentro de su corazón que algo especial aguardaba por ella y para los que en su camino se habían cruzado.

- Sarah - susurró Félix mientras veía como la rubia movía perezosamente sus hombros y se quejaba levemente.

- Calma - dijo Sarah desde la mesa, se bajó de un salto y se acercó a Delphine quedando frente a frente.

Delphine elevó la mirada con dificultad, aunque los cabellos no la dejaran ver muy bien. Movió sus hombros hasta que se percató de que sus manos estaban atadas por detrás de su espalda y que luego de mover sus muslos una presión se ubicó en sus pies, entendió que también estaba amarrada en esa parte de su cuerpo, comenzó a soplar los cabellos hasta que pudo mirar a la mujer frente a ella, mismos labios, mismo tono de piel, mismos ojos y aquella penetrante mirada era lo que se clavaba en ella, y como sus ojos no miraban a nadie que fuese distinta a Cosima desvió la mirada, porque comenzó a entender que algo malo se acercaba.

- ¿Quiénes son ustedes? - preguntó Delphine con la voz rasposa y con dificultad.

- Luego hablaremos de eso - contestó Félix y la rubia suspiro pesadamente.

- ¿Era Cloroformo? - volvió a interrogar Delphine moviendo su nariz, ya que el hedor y su rostro medio dormido molestaba un poco.

- Para tiempos apresurados medidas apresuradas - contesto esta vez Sarah sonriendo y encogiéndose de hombros.

- Ya veo...- murmullo Delphine mirándola - ¿Eres británica? - preguntó otra vez y Sarah sonrió.

- Si, pero supongo que ya lo sabías - arrebato mirando a Delphine de más cerca.

- ¿Cómo he de saberlo? No te conozco, a ninguno de los dos - murmullo moviéndose incomoda por la posición que había adoptado durante la hora que estuvo sentada ahí.

- Bueno, quizás a nosotros no nos conozcas, pero para eso estas aquí - dijo inclinándose y quedando frente a su rostro, Delphine frunció el ceño y alejó el suyo - Para que nos conozcas a todas nosotras y me hables de las que ya has visto - concluyó alejándose y caminando hacia la mesa en la cual estaba sentada antes.

- No sé de qué estás hablando - dijo mientras miraba a Sarah alejarse.

- Ya entenderás - susurro mientras ordenaba algo en la mesa.

Perfect GeneticWhere stories live. Discover now