Capitulo Doce

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Los días pasaron, al igual que las semanas, y ni Cosima mucho menos Delphine se hablaron, se vieron muchas veces por los pasillos y cuando la morena fue a la entrega de exámenes, Delphine solo escuchaba el resultado y Cosima solo decía lo necesario, cuando terminaba se retiraba sin más nada que decir, la rubia cada vez deseaba hablarle, de lo que fuese o simplemente disculparse, pero no lo hacía y la observaba marcharse de su despacho sin pronunciar oración o palabra alguna. Cuando Cosima descubrió que Elizabeth estaba en la ciudad y sobre todo alojándose con Delphine, empeoro su estado, la morena ya no sabía si Alice o Eli estaban detrás de ella, en un momento decidió desistir ante sus sentimientos y se alejó por completo de la rubia, enviando los resultados y peticiones, no topándose con ella por los pasillos y lo más complicado, no pensando en ella, pero era imposible, hacía lo necesario pero era peor. Durante esos días y semanas conoció a una chica, que resultaba ser su vecina, se llamaba Mary, de piel pálida, nariz respingada, ojos verdes, pelirroja, esbelta figura y un poco más alta que Cosima, se hicieron amigas, congeniaron perfectamente desde la primera vez que hablaron incluso se quedó en el apartamento de Cosima unas noches, pedían comida china y veían películas cuando la morena ya no tenía trabajo que revisar, esto, Delphine lo notó, porque a pesar de que Cosima no veía a la rubia, esta si lo hacía. Los últimos días observaba a Cosima risueña, como cuando la conoció y no cuando estropeó todo, hablaba demasiado por teléfono con alguien que ella desconocía, le molestaba, claro que si, ¿por qué ella no podía ser la causante de sus sonrisas como antes? ¿Quién causaba esto en ella? ¿Scott? No lo sabía, pero debía averiguarlo, con el paso de las semanas Delphine se había descuidado de una forma en la que no debió y como no quería y debía remediarlo, porque Cosima era de ella, bueno, quizás no realmente pero deseaba que así fuese, pero que Cosima lo deseara también, porque además, se había resignado y la quería, lo había aceptado y quería que Cosima sólo fuese de ella, pero antes de siquiera saber cómo hacer eso, debía eliminar a la competencia, Scott es un buen muchacho y trabajaba para ella hace un año y algo, creyó bueno hablar unas palabras con él.

- ¡Adelante! - gritó Delphine desde su escritorio y la puerta se abrió.

- ¿Deseaba verme Señorita Delphine? - dijo Scott a penas asomando su rostro.

- Si, si, pasa por favor - dijo la rubia y el chico entró, cerrando la puerta detrás de él, se acercó con cautela y por supuesto, con algo de temor, quién no le temía a Delphine Cormier estaba loco o era mucho más poderoso que ella - toma asiento - pidió la rubia y Scott tembloroso hizo caso.

- ¿Para qué me deseaba ver? - preguntó jugando con sus manos.

- Bueno, llevas bastante tiempo en este instituto y quería saber cómo van las cosas contigo aquí - habló Delphine calmada, mucho más de lo que creía porque estando frente a Scott le ocasionaba náuseas, el recordarlo cerca de la morena le enfermaba y sobre todo, se imaginaba cosas desagradables para ella.

- Van bien, me da gusto que se preocupe por mi estado, pero estoy bien, el Instituto es un ejemplo en cuanto investigación médica, es genial, estoy cada día más impresionado, y sobre todo la gente es muy amable - genial, Delphine solo pensó "¿la gente o solo Cosima?".

- Me alegro mucho que estés a gusto con todo y la gente pero...- se puso de pie y comenzó a caminar por ahí y por allá - debes saber que mantener relaciones con compañeros de trabajo, aquí al menos, no es lo que deseo - sentenció poniéndose de pie frente a él, del otro lado de su escritorio.

- Claro que lo sé, pero no mantengo relación alguna con alguien del Instituto, relación amorosa si se refiere a eso - agregó.

Delphine se asombró.

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