- Yo no necesito nada de eso.

- Entonces hemos acabado de hablar.

Me marché de allí con rapidez y pensé en el pasillo dónde podía ir. No había ningún lugar para mí, ningún sitio al que llamar hogar o en el que me sintiera bien... excepto uno, mi lugar seguro y confortable era Deidara aunque él no quisiera verme. Me dirigí entonces directamente hacia su restaurante, él debería estar allí trabajando, nunca se cogía fiesta y era por esa maldita responsabilidad que siempre se echaba a la espalda, todo quería hacerlo perfecto para tener a los demás contentos y se despreocupaba de él mismo, podía ver sus ojeras, no dormía apenas y trabajaba muchas horas, estaba descuidándose él para complacer a su familia y seguramente ni siquiera se lo habían exigido, pero él era así, cuando estaba agradecido por algo daba hasta el ciento veinte por ciento de lo que tenía para compensarles el esfuerzo.

Cuando llegué me senté en la barra pidiendo un whisky doble pero Deidara que pasaba por allí le comentó al camarero que él me atendería y que fuera a atender a otros clientes. Se acercó hacia mí colocando el vaso frente a mí y me sirvió un zumo en lugar de mi whisky.

- ¿Qué es esto? – le pregunté – no es whisky desde luego.

- Pero que observador has salido – me sonrió con sarcasmo – no creo que tu problema se resuelva con un whisky.

- ¿Y tú que sabes?

- ¿Problemas de familia? Entonces no es el whisky tu solución.

Deidara quiso marcharse y sé que estaba antipático conmigo por el daño que le había hecho, pero también sabía que se preocupaba por mí cuando mis ojos bajaban a ese zumo, él no dejaría que me hundiese y estaba aquí intentando que entrase en razón.

- Te amo de verdad – le dije y él se detuvo en seco – lo sabes, sé que en el fondo lo sabes y que sigues sintiendo lo mismo por mí, quizá con algo más de rencor que antes por el daño pero... sé que no me has olvidado.

- Es imposible que te olvide Itachi, dejaste una huella demasiado profunda cómo para conseguirlo.

- Entonces... - le dije cogiéndole de la muñeca antes de que se fuera - ¿Aún sientes algo por mí?

- Ya da igual, Itachi. Llevo saliendo con Hidan trece años, justo desde que tú y yo lo dejamos. Tú seguiste con tu vida y yo trato de seguir con la mía.

- Pero esa vida ha hecho que coincidamos de nuevo ¿No lo ves? El destino nos une una y otra vez. Tienes que verlo Dei.

- No es cierto, sólo tú crees en el destino.

- No puedes negarlo, mírame... estoy aquí contigo de nuevo, nos ha reunido otra vez y me tienes a tus pies diciéndote cuanto te amo.

- Pero eso no soluciona todo lo que me hiciste – me dijo a punto de llorar.

- ¿Qué te hice? – pregunté.

- Me dejaste solo con todo el problema.

- ¿El problema? ¿Qué problema?

- Itachi... vete por dónde has venido y deja de complicarme más la vida.

- Te la estoy facilitando, vente conmigo, elígeme a mí.

- Ya lo hice Itachi – me gritó – y tú te largaste, me dejaste solo y preferiste... acostarte con otra antes que seguir a mi lado. Márchate.

- No me acosté con ella porque quise ¿Vale? Tenía que hacerlo – le grité.

- Ya claro... ¿Por qué?

La estafa (Naruto, Sasunaru, ItaDei)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora