Capítulo 9: Recuerdos

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Deidara Namikaze

Era un día como cualquier otro en el instituto, aquí en el orfanato ni siquiera teníamos despertador y las monjas del lugar pasaban por las habitaciones despertándonos. Aquel día no fue diferente en nada. Todo era la misma rutina, tenía quince años y nada parecía ir a mejor en mi vida, seguía en el orfanato y seguramente hasta los dieciocho años no podría tener una vida completamente independiente, mi vida.

Era invierno y nevaba el día que conocí a Itachi, llegó nuevo al instituto y aunque yo era más joven que él y no lo tenía en clase, los rumores sobre él circularon con rapidez. Algo tenía ese chico que me causaba curiosidad y le seguía por el patio viendo esos trucos y artimañas que tenía para conseguir todo lo que se proponía, yo no era tan hábil como él, quizá por eso la gente se metía conmigo, no era capaz de defenderme solo.

Seguía a Itachi por los pasillos como si fuera un alma en pena hasta que le perdí de vista al dar una de las esquinas. ¿Dónde se había metido? Había estado unos días siguiéndole y ahora lo había perdido de vista, eso no podía ser. Me giré para volver por donde había venido cuando me choqué contra Itachi.

- ¿Se puede saber por qué llevas días siguiéndome? – me preguntó - ¿Es un juego que se le hace a los nuevos o qué?

- No – le dije sonrojado.

- Vaya... si eres una chica muy mona – comentó con una sonrisa en sus labios mientras levantaba mi barbilla con dos dedos.

- Soy un chico – le dije apartándole la mano de forma brusca.

- Vaya... lo siento.

- ¿Crees que por llevar el cabello largo ya tengo que ser una chica? – pregunté.

- Ahora el indignado eres tú cuando debería ser yo... has estado siguiéndome todos estos días.

- ¿Es un delito acaso?

- No – me dijo extrañado.

- Entonces deja de interrogarme. Me voy a clase.

Pasé por su lado con clara intención de irme a clase pero él retuvo mi muñeca girándome hacia él de nuevo evitando así que pudiera marcharme.

- Oh... ahora ya sé lo que querías – dijo sonriendo atrayéndome hacia él besándome sin contemplación alguna.

Me quedé atónito unos segundos sin saber qué hacer. Me estaba besando el chico nuevo, un chico al que ni siquiera conocía de nada y yo estaba aquí dejándome. Su mano retenía con firmeza mi nuca evitando que pudiera alejarme de él mientras metía su lengua en mi boca con fuerza y pasión. ¿Por qué me besaba? No podía explicármelo así que pese a haber correspondido esos primeros segundos de su beso, me alejé de a él haciendo acopio de toda mi fuerza de voluntad. Se sorprendió cuando le empujé pero se sorprendió aún más cuando le di el bofetón sin poder aguantar alguna lágrima junto a mi sonrojo.

- Idiota – le grité marchándome de allí corriendo.

No me detuve hasta llegar a clase y allí me encerré lo que quedaba de recreo. Cuando los alumnos empezaron a llegar me calmé y por suerte Itachi no estaba en mi clase, daba gracias por ello porque ahora mismo no sabía cómo iba a poder mirarle a la cara después de aquello.

No supe nada de aquel chico en varios días, al menos hasta que me interceptó cuando me dirigía hacia la clase de educación física al acabar matemáticas. Me cogió del brazo arrastrándome fuera del pasillo y llevándome hacia el patio pero por mucho que sonrojado le grité que me soltase, no lo hizo hasta llegar a la parte de atrás del edificio.

La estafa (Naruto, Sasunaru, ItaDei)Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt