Capítulo 5: Muerto por primera vez

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Dylan y Camila se encontraban en el cuarto, uno a cada lado de la camilla donde reposaba el cuerpo sereno de Dani. La pelinegra acariciaba la mano de Dani y su mirada triste se mantenía fija en la cara dormida de él. Dylan observaba a Camila con atención, hacía ya media hora que no salía ni una palabra o suspiro de su boca y eso era extremadamente preocupante puesto que ella jamás dejaba de hablar.

Ella siempre lo había protegido hasta cuando eran niños era ella quien buscaba venganza de los abusadores de la escuela y por eso ahora se sentía culpable de como se encontraba Dani ahora.


 —Esto fue mi culpa. Si yo lo hubiera acompañado a las prácticas como en su momento él lo hizo conmigo —Camila decidió romper el silencio del cuarto.

—No digas eso Cami, nadie pudo haberlo previsto y si alguien lo hubiera acompañado tal vez hoy no estuviéramos  al lado de una sola persona inconsciente, velando porque vuelva con nosotros —Dylan se puso detrás de su amiga y esta comenzó a llorar muy lentamente y en silencio—. ¿Recuerdas cuando Dani me cargó hasta mi casa cuando me había doblado el tobillo? —preguntó luego de un largo silencio.

—Sí... cuando llegamos a tu casa estabas acostado con el tobillo inflamado y Dani a tu lado exhausto por cargarte. Al día siguiente le dolían los brazos como nunca —Sonrió amargamente—. Lo necesito Dylan, es como mi hermano, no puedo perderlo —Camila se lanzó hacia su amigo para empaparle el hombro con sus lágrimas.

—Descuida Cami, no lo perderemos, solo ha pasado un día y también lo extraño mucho pero volverá, lo sé.

El sonido de un mensaje interrumpió brutalmente el clima emotivo, era de Jeff, el novio de Camila.

—Es él ¿verdad? —preguntó Dylan tras revolear los ojos y volver a sentarse—. ¿Qué quiere ahora?

—Quiere verme, dice que ya he pasado mucho tiempo lejos de él —contestó Camila en un tono cansado. 

—¿Es broma verdad? Solo ha pasado un día, ¡un día Camila!

—Sí, sí, lo sé, es un tonto pobrecito. No me digas Camila, sabés que no me gusta.

—Lo sé y lo siento pero es que este tipo tiene la capacidad de alterarme demasiado rápido. Y no lo minimices, es un idiota y lo sabes.

—Es cierto, por eso no vendrá aquí y por ende no me verá. Se que ni a ti ni a Dani les agrada y yo sé que él siente todo lo que ocurre y no me permitiré si empeora por la presencia de Jeff.

—¿Terminaste con él entonces?

—No, solo le dije que por el momento no pienso salir de aquí y ya que no le agradan los hospitales no vendrá por su cuenta entonces no tengo ni que decirle que no lo dejaré entrar de todas formas —La joven sonrió por su desabrido plan.

—Puedes irte si quieres, yo me quedaré con él y sus padres están afuera.

—Ya te lo dije Dylan —Apagó su celular—, no me iré de aquí hasta que despierte.

—Como digas, ¿qué te dijo Jeff? —Preguntó el rubio muy poco intrigado por la respuesta.

—Si me ama de verdad me entenderá —Cami bajó la mirada, en el fondo sabía que una pronta ruptura sería la opción más factible y probable.

—De todas formas te irás dentro de un mes —Dylan intentaba contenerla aunque en realidad era pésimo en esas cosas.


Su intento por contener arriba al ánimo de Camila le hizo recordar el viaje en la ambulancia que tomó junto con Dani para taerlo al hospital.


Los colores de la vidaWhere stories live. Discover now