XX. Estrellazos y etiquetas.

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Nunca les había sucedido algo como esto, no eran chicos que se enfermaban seguidamente, debido a sus excesivos cuidados con ciertos ámbitos de su día a día. Y que esto sucediera, es un gran shock para todos.

Harry bostezó y se sentó, tratando de relajarse y cuidar su nivel de ansiedad, no quería ser otro en un habitación de este mismo hospital. Ya basta y sobra con las vacunas—. Louis, ¿qué crees que pueda haber pasado como para que esto sucediera?

Louis ya había estado pensando en eso durante todo el tiempo que había estado sentado y casi inerte en esa dura silla de plástico—. No tengo ni la más remota idea. Lo que no entiendo es, ¿por qué a ellos? Y no a nosotros. Es obvio que tienen lo mismo, porque cuando ya la ambulancia había llegado, Liam tenía manchas rojas en todo el cuerpo.

Harry asintió—. Si, yo también pude verlas. Mi hipótesis es que fue una intoxicación, ya que los médicos le inyectaron una dosis de epinefrina.

—Entonces, cuando sucedió lo de Niall, a él también le estaba apareciendo ese tipo de pigmentación en su piel, pero la diferencia entre ellos es que antes de que Niall perdiera la consciencia, tuvo un ataque de tos.

Harry volvió a asentir, tratando de encontrar la respuesta a todas sus teorías. Aunque esta vez, decidió quedarse en silencio, observando el horrible color blanco con verde agua que se encontraba en la pared. 

—Creo que voy a buscar un café, —dijo el ruloso—. ¿Te apetece uno?

Louis estaba a punto de contestar, pero el sonido de una de las puertas abrirse y casi al mismo tiempo cerrarse les puso los sentidos a trabajar. Se oían pasos, y efectivamente era mismo doctor cabecilla que les dijo que no podían pasar hacia dónde estarían Niall y Liam.

—Familiares de Niall Horan y Liam Payne, —el hombre vestido con una bata blanca levantó la vista de la carpeta que tenía en su poder y observó como Louis y Harry se levantaban velozmente.

— ¡Nosotros! —chilló Louis, con impaciencia.

— ¿Me pueden decir que tipo de relación tienen con los pacientes? —preguntó monótonamente, como si hubiese formulado esa pregunta millones de veces, lo cual era bastante probable.

—Llevamos viviendo juntos desde pequeños, —empezó a hablar Harry—. Nuestra familia se encuentra en Colorado.

El médico asintió, entendiendo—. Pueden seguirme, —les dijo, a la vez que se giraba para empezar a caminar en dirección a donde había aparecido—. Los señores sufrieron de una Intoxicación grave, las causas aún las desconocemos. Los síntomas son muy similares, así que pudo provenir de un solo elemento que tuviese fuerte impacto en los dos.

Louis asintió en conjunto con Harry, convencidos, ya que esa era la misma teoría de los dos.

—Pueden pasar a verlos. Tendremos que esperar a que despierten y relaten como sucedió esto.

El de bata blanca señaló la puerta blanca con el número ciento ocho grabado en letras plateadas.

Los dos muchachos, obedientemente abrieron con cuidado la puerta y pudieron observar la fría habitación de observación donde se encontraban tres camas ocupadas, dos por Niall y Liam respectivamente, y otra por un niño totalmente despierto. Aunque solo y conectado a muchísimos cables en su brazo.

Se abrieron paso a la habitación, observando cómo sus amigos dormían plácidamente, y bajo la atenta y curiosa mirada del niño, el cual no debía tener más de diez años, pensó Louis.

Harry también era curioso, y puso a trabajar su mente observando que el niño era sometido a una diálisis, reconociendo el aparato rápidamente. Seguramente tenía una falla renal grave.

The Nerds Plan: Madness in Vegas.Onde histórias criam vida. Descubra agora