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Entré a mi casa por la ventana, me metí directamente en la cama y del sueño que tenía me quedé inmediatamente dormido, pero con una sonrisa en mis labios.

Me desperté a eso de las 2 de la tarde, y tras darme una rápida ducha bajé a la cocina, donde me encontré a mi madre, mi padre y mi tía reunidos a la mesa, con gesto enfadado y de desaprobación.

"Alex, tenemos que hablar" empezó mi madre, mirándome duramente, mientras yo le devolvía una mirada de preocupación. "Alex, donde estuvist..." pero fue cortada por las palabras de mi padre.

"Alex, sabemos que no has pasado la noche en casa" intervino seriamente.

"Te advertí, Alex. Te vas a casar en unos días, ¡unos días! Y en lugar de escuchar lo que te dije te vas a pasar la noche a casa de ese chico" explicó mi tía. Un nudo apareció en mi garganta, a la vez que luchaba a duras penas por que no escaparan lágrimas de mis ojos.

"No... No quiero casarme" dije con un hilo de voz, apenas audible.

"¡Me da igual, aquí no decides tú!" gritó mi tía dando un golpe en la mesa. Yo miré a mis padres en busca de ayuda, pero mientras mi madre asentía, mi padre me miraba sin sentimentalismo alguno.

"Alex, estás castigado. No vas a volver a ver a ese chico, esta vez de verdad. Ya te dijimos lo que pensábamos sobre este tema y no vamos a repetirlo. Se acabó la tontería" mi madre subió decidida a mi habitación y cerró la ventana con llave. "De aquí no sale ni entra nadie sin que nos enteremos. Espero que entiendas que los negocios de la familia dependen de ti, hijo" y dicho esto mi madre salió de la habitación, dejándome roto.

Me senté en la cama con lágrimas saliendo de mis ojos, a la vez que los sollozos escapaban de mi garganta.
Me tapé la cara con las manos esperando que esto no estuviera pasando, que apareciese alguien y dijese que todo era una maldita broma, pero ese momento no llegó.

Las lágrimas seguían saliendo de mis ojos, sin detenerse mientras mi cuerpo temblaba ante el simple pensamiento de no volver a ver a Jack. Pensé en llamarle y contarle todo, pero no podía ni articular palabras con sentido, así que opté por tumbarme en la cama boca arriba, con música saliendo de mis auriculares a todo volumen.

Sin embargo por muy alta que pusiese la música, los pensamientos no se callaban, además del dolor que me punzaba en el pecho con cada sollozo.

Entonces vi que tenía un mensaje en el teléfono, el cual resultó ser de Jack.

Jack: Alex!! Ayer lo pasamos muy bien, a ver si repetimos otro día

Sonreí tristemente al leer el mensaje.

Alex: Sí, estuvo genial. Pero estos días no voy a poder ir a tu casa.

Jack: oh vaya, y eso? :(

Alex: Es que ha venido mi tía de Alemania y tengo que estar con ella.

Jack: buahh tienes una tía de Alemania!! Entonces te lo perdono. Pero en cuanto puedas quedamos, que ya te echo de menos :S

Alex: jajajja vale :) te quiero mucho.

Jack: yo a ti más ♥

Puse el móvil en la mesa y me volví a tumbar en la cama con los ojos aún llorosos. Dejé que por los cascos sonaran todo tipo de canciones, y entre la música a tope en mis oídos y las vueltas que daba mi cabeza me quedé dormido.

Unas horas más tarde sentí cómo alguien me zarandeaba el hombro, y al abrir los ojos me encontré a María Jesús sonriendo tiernamente. Me incorporé y me desperecé para después sentarme en la silla del escritorio.

Start Of Something Good (Jalex)Where stories live. Discover now