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Me desperté a causa de la luz que se colaba por la ventana. Me levanté y, tras darme una refrescante ducha, bajé a la cocina a desayunar. Ya tenía 21 años.

"BUENOS DÍAS, MI NIÑOO" Gritó de repente mi tía Rosario, la cual se encontraba desayunando en la cocina. Casi nunca veía a mi tía, ya que vivía en Alemania, y solo venía en ocasiones MUY especiales. Apenas la conocía de lo poco que la había visto.

Me acerqué fingiendo una sonrisa y ella me abrazó entre sus imponentes y grandes brazos.

"¡¡Muchas felicidadeeeess!! Mira qué grande estás. Ya eres todo un hombre"  dijo plantándome un beso en la mejilla.

"Gracias, tía. Bienvenida" respondí cuando me dejó libre. Entonces fue mi madre la que me dio un abrazo.

"Felicidades, cariño" hizo una pausa antes de seguir hablando. "A ver, esto no significa que aplacemos la boda ni nada así, eso lo siento mucho. Pero he hablado con tu padre y tu tía y podemos ir a por el traje otro día. Así que sí puedes salir esta tarde" dijo mi madre con mirada comprensiva. Una sonrisa apareció en mi cara.

"Gracias, mama" dije volviendo a abrazarla.

La mañana trascurrió tranquila. Me llamaron algunos familiares lejanos con los que solo hablaba en mi cumpleaños para felicitarme, y alguna familia de los alrededores, y a todos les contesté con mi mejor tono a través del teléfono.
Mis padres me regalaron unos cascos nuevos, ya que los mios estaban hechos polvo, por lo que me hizo mucha ilusión.

Sin embargo, no podía esperar a que llegase la hora a la que había quedado con Jack. Tenía mucha curiosidad por ver lo que había pensado, y  eso me hacía estar aún mas impaciente.

Por fin llegó el momento de arreglarme para salir. Me duché y me puse unos pantalones negros ajustados y una camisa. Intenté arreglarme el pelo de una manera decente y cogí las llaves. Pero antes de salir me pilló por banda mi madre.

"Hijo, vas muy arreglado ¿No? Bueno. Por favor, ten mucho cuidado por la ciudad. Y en la fiesta... No te pases mucho. Si vas a volver por la mañana, no te metas en problemas. Piensa también que vas a casarte, no hagas nada indecente. Pero sobre todo pasalo bien. Te quiero" yo le di un abrazo y le sonreí.

"Vale. Gracias mamá" y tras esto salí al encuentro de Jack, en el ayuntamiento. Aun seguía enfadado con mis padres, pero eran mis padres al fin y al cabo.

Cuando llegué al ayuntamiento, Jack me estaba esperando. También se había arreglado más de lo normal. Me saludó y regaló entonces una bonita sonrisa.

"Buenas tardes, cumpleañero" dijo dándome un abrazo. "Antes de hablar venga, tenemos que coger un bus" y acto seguido me cogió de la mano y comenzamos a andar.

"¿Un autobús? ¿A donde vamos?" pregunté extrañado.

"A un sitio que está un poco lejos. Está todo pensado, no te preocupes. Eso sí, espero que no tengas que estar en casa antes de mañana"

"No, puedo pasar la noche fuera. Mis padres piensan que estoy de fiesta" respondí aun sin tener ni idea de a donde íbamos.

"Perfecto" dijo sonriendo.

Llegamos a la parada del bus y en cuanto este apareció nos subimos en él, poniéndonos en la parte de atrás. Una vez sentados me rodeó con un brazo y yo me apoyé en él.
El camino se pasó volando, y nos bajamos en una parada en medio del bosque en la que nadie más bajó.

Yo estaba cada vez más desconcertado, y Jack, de vez en cuando me miraba se reía de mi desconocimiento.

"Estamos apunto de llegar. Espera" y se paró para vendarme los ojos.

"¿En serio es necesario esto?" pregunté divertido. Cada vez me sorprendía más este chico.

"Sí, lo es. Venga" me cogió de la mano y guió durante unos minutos, subiendo una pendiente. Finalmente llegamos a la que parecía la cima.

"Ya estamos. Vamos a pasar aquí la tarde y noche. Espero que te guste" explicó inocentemente. Lentamente quité la venda de mis ojos, y se descubrió ante mí un precioso paisaje. Era la cima de una colina en la que había una bonita casita de madera no muy grande. Las vistas desde la colina eran increíblemente amplias y coloridas, de naturaleza, y cuando llegara el momento, veríamos a la perfección la puesta de sol.

Me había quedado sin palabras al ver aquello. Me tapé la boca con las manos en un gesto de asombro, mientras contemplaba la escena.

"Me... Me encanta" fue lo único que fui capaz de decir. Me giré a Jack y este me miraba con una sonrisa de satisfacción.

"Dijiste que te encantaban los amaneceres y puestas de sol, así que que mejor sitio que este para verlos" explicó.

"Per-Pero este sitio... ¿Cómo sabías de él? ¿Lo conocías de antes?"

"Sí, bueno. Un día charlando con mi madre me habló de este lugar y dijo que había venido alguna vez cuando era joven. Y se me ocurrió que te encantaría pasar la tarde aquí. Y bueno, la casita por dentro tiene poca cosa, una habitación, un salón con chimenea y una cocina, pero es adorable, y las ventanas de la habitación son grandes para ver amanecer y atardecer" a cada palabra que decía me dejaba más perplejo. No podía gustarme más el sitio. Era perfecto.

"Joder, Jack" susurré, para después abrazarle fuertemente, a lo que él me respondió. "Es precioso, me encanta. Gracias. Te quiero" dije con los ojos llorosos. Él me miró y sonrió con cariño.

"Yo también te quiero, Gaskarth" respondió dejando un beso en mi mejilla. "Pero venga, vamos dentro, te va a gustar más aún"

Entramos y era tal y como la había descrito. Una pequeña casita rústica con un salón en el que había una chimenea, una cocina simple pero efectiva, y una habitación con una cama y unas ventanas enormes que daban a las vistas desde la colina. Aún quedaba un rato para la puesta de sol, pero no tenía duda de que sería genial.

Pasamos parte de la tarde en la casita, jugando a algún que otro juego de cartas, hablando y riéndonos de cualquier cosa, haciendo fotos, besándonos en el sofá... Yo no podía estar más maravillado.
Finalmente decidimos pasar a la habitación, donde en un rato se podría divisar el atardecer y anochecer del día de mi cumpleaños.

"Aún no me creo esto, Jack. Es increíble. Eres increíble" dije tras entrar en la habitación, y abrazándole del cuello le acerqué a mí. "Te quiero" susurré contra sus labios. Él me miró a los ojos y una sonrisa apareció en sus labios.

"Me alegro de que te encante, Alex. Pero ¿sabes lo mejor? Que tenemos toooda la noche para nosotros" dijo susurrando en mi oído. Yo le sonreí y junté nuestros labios en un beso.

El beso fue cogiendo intensidad, y nuestras lenguas jugaban a la par, mientras mis manos se enredaban en su pelo. Las de Jack me sujetaban por la cintura y me acercaban a él aun más si era posible.

Lentamente nos recostamos en la cama, y los besos de Jack fueron a mi cuello, haciendo que un suspiro saliera de mi garganta. Él soltó una pequeña risa y sus manos viajaron debajo de mi camisa, y poco a poco me la quitó, lanzándola a algún sitio de la habitación.

Entonces volvió a besarme, mientras yo acariciaba su espalda, por debajo de su camiseta. Se separó un poco y se la quitó, lanzándola junto con la mía, para después quedarse mirándome, con el característico brillo de sus ojos.

"Te quiero, Alex" dijo contra mis labios. Yo, que notaba el calor de mis mejillas aumentar a cada segundo, le agarré por la nuca, atrayéndolo a mi, y dejando un beso en sus labios.

"Y yo a ti, Jack"

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Chaaaaaaannnnnn
Preparaos para el próximo capítulo 😍😁😏

Espero que os haya gustado, votad y comentad si es así ❤❤

Gracias por leer!!! Hasta la próxima 💕

Start Of Something Good (Jalex)Tempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang