-“_____.”

El silencio que siguió a esa palabra, mandó escalofríos por toda mi espalda.

-“Qué pasa con ella?”-La voz de Zayn había cambiado, y el tono que reconocí como el del “señor Malik” se filtraba a través de la puerta. Sentí una pequeña nota de sudor caer por mi frente mientras escuchaba esa voz tan familiar.

-“No te hagas el idio.ta conmigo, Zayn. Sé que está pasando algo entre los dos.”

-“Y, exactamente, que podría ser? Ella es mi empleada y yo soy su jefe. Nada más.”-Cerré mis ojos mientras una ola de nauseas me invadía. No lo decía en serio. No lo decía en serio.

-“Bueno, así es como debería ser, pero de alguna manera no me creo que sea así.”

-“No tienes ni idea de lo que estás diciendo.”

Escuché una burla de Adrián, o por lo menos pensé que era Adrián.

-“Nunca pensé que serías así de *beep*, Zayn.”

-“Adrián, si tienes algo que decir, hazlo de una maldita vez y lárgate.”

-“Creo que te estás viendo con _____.”

Zayn no se lo pensó dos veces.

-“Te equivocas.”

-“En serio?”

-“Sí, Adrián. Te equivocas. La señorita Hart y yo no tenemos otra cosa que no sea una relación profesional.”

Mis ojos se cerraron al escuchar la palabra “relación.“ Su voz era fría, y se podría decir que incluso desde el otro lado de la puerta, el Capullo Buenorro estaba comandando la habitación. No estaba sorprendida, pero cuando busqué en su voz un rastro de arrepentimiento, me dolió no encontrarlo.

-“Crees que soy tan estúpi.do? Sé cómo están juntos. Nunca he visto a dos personas que se odien tanto. He visto cómo te comportabas como un estupi.do con ella todos los días durante casi un año, y de repente, te la comes con los ojos de la misma manera que un hambriento mira un filete. Sé que ha pasado algo en Seattle y esa es la razón por la que no respondías a mis llamadas. Incluso creo que ayer le estabas mandando mensajes.”

No podía dejar que hiciera esto él solo. Puse mi mano sobre el pomo y lo giré

ligeramente.

-“No tienes ni idea de lo que estás hablando. Puedes irte ahora, Adrián.”

-“Entonces, qué? Solo te la estás foll.ando? Porque te daré una paliza si te estás aprovechando de ella de esa manera.”

-“No es así.”-Por primera vez, escuché un ápice de duda en la voz de Zayn y me pregunté si estaba hablando de Adrián o de él mismo.

-“Qué demonios significa eso, Zayn? O estás o no lo estás.”

-“Dios mío, Adrián! Cuántas veces tengo que decirte que no está pasando nada? Crees que soy tan estúpi.do? Ella no significa nada para mí!”

Mi mano se separó de la puerta y di un paso hacia atrás, mientras el sonido de sus palabras hacían eco en mis oídos. Un relámpago de dolor me desgarró el pecho y cerré los ojos, sintiendo que necesitaba sentarme. La parte racional de mi mente entendía porque había dicho eso, pero el miedo de mi corazón se reforzó con esas palabras. Me senté en el borde de la cama, cerrando mis ojos con fuerza e intenté suprimir las lágrimas.

No lo decía en serio. Eso era justo lo que le había pedido. Se hizo el silencio por un momento al otro lado de la puerta antes de que Adrián hablara.

Sex en la oficinaWhere stories live. Discover now