-“Es que nunca llamas a la puerta, Zayn?”-preguntó, golpeando ligeramente mi mano con la espátula-“Y qué demonios le estás enseñando a mi hija? Ni siquiera es capaz de hablar bien el inglés.”
-“Vous aimeriez savoir, fui.”-respondí, tocando la punta de su nariz con mi dedo, haciendo que frunciera los labios. Pude ver que estaba pensando en una lista de insultos para dedicarme, y sonreí al saber que no lo haría delante de Carrington-“Por si lo quieres saber, le estoy enseñando a decir mon once set beau, que significa, mi tío es guapo.”
-“Te lo tienes muy creído, Malik.”-contestó, fulminándome con la mirada, pero pude ver que estaba sonriendo-“Venga, ya has alargado la hora del té lo suficiente.”
Me reí y llevé a Carrington de vuelta al salón, donde ya estaba puesto el juego de té sobre la mesita. Me senté en el suelo, la senté entre mis piernas y comencé a señalar los diferentes objetos sobre la mesa.
-“Osito, qué es esto?”-Agarro mi dedo mientras señalaba la tetera.
-“Tete.”-dijo despacio, mientras nuestras manos se movían hacia el siguiente objeto-“Copa”-Tuve que aguantarme la risa por la forma en que ponía los labios al decir la “o” y volví a mover la mano-“Galleta.”
-“No.”-le dije con suavidad, sacudiendo mi cabeza y mirando como arrugaba la frente, concentrándose en el plato.
-“Cra…”-Su cara de repente se iluminó y puso los brazos en el aire-“Bitz!”-balbuceó excitada mientras cogía su galleta Ritz y escalaba por mi pierna para darme un beso en la mejilla.
-“Ya está mamá ahorrando en galletas otra vez?”-le susurré, haciendo que se riera y mirando por encima de mi hombro, saqué una bolsa de galletas de chocolate del bolsillo de mi chaqueta. Abrí la bolsa y cogió una, llevándola a mi boca. Le aguanté la mirada por un momento con los ojos muy abiertos y entonces agarré la galleta con los labios, haciendo que riera en alto.
-“Ooh, el tío Chris te ha traído galletas otra vez?”-Adrian se sentó en el sillón de enfrente, cogiendo una galleta antes de que yo pudiera apartarlas. Lo fulminé con la mirada, ya que sabía que detestaba que me llamaran así excepto Carrington.
-“Mi galleta, papi!”-gritó Carrington, haciendo pucheros. Hubo un sonoro golpe en la cocina, seguido por un también sonoro Zayn Alexander Malik! que rivalizaba con el de mi madre. Miré a Carrington y puse mi dedo en sus labios, mientras se reía, y escondí la bolsa entre Adrian y yo. Levanté la cabeza y vi como Karla entraba como un rayo, con la espátula en la mano.
-“Dónde están las galletas?”
-“Qué galletas?”-le pregunté inocentemente, mirando a Adrian-“No he visto ninguna galleta. Y tú?”-Adrian sacudió la cabeza.
-“No cariño, no sé de qué nos hablas.”-Karla apretó los labios, y señaló a mi regazo.
-“Entonces que es lo que tiene tu hija en la mano, Adrian?”
-“Galleta!”-La pequeña voz exclamó desde mi regazo. Los dos miramos a la mano de Carrington, y por supuesto, hay estaba la galleta de chocolate. Miré a Karla y sacudió la cabeza.
-“Te advertí sobre eso!”
-“Me la has mangado.”-susurré en la oreja de Carrington antes de ponerla en el regazo de Adrian. Me levanté del sillón riendo-“Karla, cálmate. Todavía no ha comido ninguna.”
-“Y no va a hacerlo!”-gritó mientras agitaba la espátula delante de mí- “La próxima vez que le des azúcar a mi hija, se va a casa contigo!”
Carrington se rió y aplaudió desde el regazo de Adrian mientras Karla me perseguía por el salón. Adrian me miró mientras pasaba por detrás del sillón.
