Agarré sus dos manos con una mía. Con mi otra mano, tiré despacio de la delgada tira que sujetaba su vestido, besando toda la nueva piel expuesta ante mí. Moviéndola hacia el otro lado, repetí la acción y de pronto fue recompensado cuando el vestido se deslizo hacia abajo, revelando un increíble sujetador de encaje blanco sin asas. Joder. Es que esta mujer no tenía nada que no me la pusiera dura? Mi boca bajó hasta sus pechos mientras que mi mano libre iba directa al cierre de su sujetador. Se abrió con facilidad y el encaje aterrizó en el suelo, revelando la visión que inundaba cada una de mis fantasías. Cogí un pezón rosado en mi boca, y ella gimió en alto, mientras sus rodillas se tambaleaban un poco.
-“Shhh…”-susurré contra su piel.
La elevé ligeramente, y ella rodeó mi cintura con sus piernas, acercando nuestros cuerpos más firmemente. Los dos gemimos. Liberé sus manos e inmediatamente las llevó hasta mi pelo, atrayéndome bruscamente más a ella.
Joder, me encantaba cuando hacía eso...
Apretándola con más firmeza contra la puerta, me di cuenta de que todavía llevábamos puesta demasiada ropa; quería sentir el calor de su piel contra la mía. Parecía que me leía la mente cuando sus dedos se movieron y empezó a sacarme la camisa del pantalón, subiéndola y quitándomela por la cabeza. La sensación de sus pechos contra mi pecho desnudo causó en mí otra oleada de lujuria.
El sonido de las risas que venían del jardín se coló a través de la ventana abierta, haciendo que se tensara. Alcé la cabeza para observar las diferentes emociones que cruzaron su rostro. Sus ojos se encontraron con los míos, y parecía que estaba luchando para no decir lo que quería decir.
-“No debemos hacer esto…”-dijo, sacudiendo la cabeza. Hizo un ademan para apartarme pero yo me apreté más a ella-“Está esperando por mí.”
-“Lo deseas?”-le pregunté duramente mientras la rabia empezaba a invadirme. Ni de coña iba a tenerla de esta manera…-“Respóndeme!”-le repetí, todavía más enfadado. Sus ojos se clavaron en los míos pero no hablaba. La dejé en el suelo, y la llevé hasta el tocador, quedándome detrás de ella. Desde donde estábamos, teníamos una perfecta vista del jardín. En particular de Harry, y eso casi me hizo sonreír. Agarré su pelo en mis manos, y la eché hacia atrás, apoyándola en mi pecho y llevando mi boca hasta su oreja-“Lo ves?”-le pregunté, mis manos empezaron a acariciar sus pechos-“Míralo.”-bajé mi mano hasta su abdomen, por debajo de su falda y sobre sus muslos-“Te hace sentir así?”-Mis dedos acariciaron sus muslos hasta sus bragas. Un jadeo silencioso se escapó de su boca mientras yo sentía su humedad. Gimió y empujó sus caderas contra mí. Perfecto-“Qué es lo que quieres?”-susurré contra su hombro.
-“Joder. No lo sé…”-respondió desesperada. Pero incluso mientras decía eso, sus caderas continuaban clavabas a mí.
Mis dedos continuaron deslizándose dentro y fuera de ella, y quería que fuera mi po*lla más que nada en el mundo.-“Míralo, _____. Sabes lo que quieres.”-dejó salir un taco en cuanto la llamé por su nombre. Dios… me sentaba tan bien llamarla así.
-“Fóllame. Por favor. Te necesito dentro de mí.”-No tenía que pedírmelo dos veces. Rápidamente me quité los pantalones, y levanté su falda. Agarré sus bragas con la intención de no arrancarlas cuando ella susurró.-“Arráncalas”-Joder, me encantaba que a ella le encantase…
Nunca había sido capaz de ser tan animal con nadie. Dios, eso me volvía jodidamente loco. Las agarré en mi puño, y gimió en cuando separé la tela de su cuerpo. Después de tirarlas al suelo, comencé a acariciar todo su cuerpo, hasta los hombros. Bajé mis dedos por su brazo, hasta sus manos, ordenándola que las pusiera sobre la mesa del tocador, doblándose ligeramente sobre ella. Agarré mi po*lla y la provoqué, rozando su entrada con la punta.
