–¿Y cómo está Dru? –Tessa toma su segundo sándwich.

–Bien, pero no quiere que respondamos lo mismo.

Tessa me mira sin comprender y Aline la pasa la pequeña carta que mi hermana envió.

–Está preocupada –dice Tessa comprensiva–. Pueden decirle que hay un poco de caos, pero nada más.

–¿Caos? –Livvy frunce el ceño.

–¿O es que los sapos de Octavian no escaparon ayer?

–Eso fue un accidente –afirma Will de inmediato–. Yo tropecé y dejé que escaparan.

Nadie cree eso. Todos sabemos que Will estaba entrenando cuando Octavian comenzó a gritar: "¡No salten por la ventana, estúpidos sapos!" Pero él miente por Octavian y lo dejamos hacerlo, porque a Will le gusta y su manera de demostrarlo es cargar con la culpa de que unos sapos estén invadiendo Los Ángeles.

–Sí, fue algo muy torpe –Octavian mira a Will con agradecimiento.

No con amor como el adolescente lo quisiera, pero al menos puedo estar segura que mi hermano no tiene la intención de jugar con los sentimientos de nadie. Si la tuviera, estoy bastante segura de que Jem recordaría que es el Inquisidor.
La cena termina en pláticas triviales y algunas bromas sobre Iglesia con doble sentido. Todos comenzamos a subir las escaleras rumbo a las habitaciones mientras Octavian y Will recogen y lavan los platos.
Estoy exhausta, sólo quiero recostarme en la cama junto a Aline, abrazarla y dejar que el sueño me lleve, pero una mano me detiene, la mano de Lucas. Mi hijo vino de Nueva York hace una semana, parece muy distraído y distante desde entonces, cuando le pregunté la razón no quiso responderme. Aline dice que es algo relacionado con Amatis sin duda.

–¿Qué pasa?

Mi esposa se detiene junto a mí al ver que Lucas mantiene su mano en mi brazo.

–¿Algún problema, hijo?

–Mamás, quisiera pedirles un favor.

–Claro. Lo que sea –asiento con seguridad.

Lucas mira sobre el hombro de Aline antes de seguir hablando.

–Quiero pedir la mano de Amatis en matrimonio.

–¡¿Qué?! –gritamos al mismo tiempo.

Lucas asoma la cabeza para asegurarse que nadie nos haya escuchado.
Al parecer todos tenían prisa por descansar.

–¿De verdad? –Aline toma los hombros de Lucas– Hijo, necesito que me mires a los ojos y repitas lo que acabas de decir.

No sé cómo lo hace, pero ella siempre sabe lo que pienso.

–Quiero casarme con Amatis. Lo he pensado esta semana, y me di cuenta de lo mucho que la amo.

Mi hijo muestra la misma seguridad que Mark cuando me dijo que quería casarse con Carmen. Respiro profundamente antes de hablar.

–¿Y qué necesitas? –me obligo a preguntar.

–Necesito que encadenen a Jace mientras pido la mano de su hija.

~Nueva York (Instituto)~

Lucas ][

Estoy casi seguro que ser asesinado por el padre de tu novia no es la mejor manera de terminar una relación.
Pero estamos hablando de Jace, padre celoso de padres celosos. Aún recuerdo cuando me llamó para amenazarme de cortarme todos los dedos si no llegaba de inmediato a una cita con Amatis; no fue mi culpa que Malcolm se tardara tanto en el portal porque estaba "muy distraído con su magia".

Malec ¿otra vez? Where stories live. Discover now