Tratos

6.9K 487 107
                                    

DOS DÍAS DESPUÉS

~El lobo de jade~

Clary --

Hoy iré a visitar a Luke, no lo he visto desde que pinté las habitaciones de los bebés, me había llamado para decir que estaba cansado, pero feliz, que se sentía como un padre. ¿Entonces serían mis hermanitos? Aunque técnicamente yo no soy su hija ni ellos... qué más da. Toco el timbre con entusiasmo y Maia abre, se ve terriblemente cansada, con ojeras y su pelo revuelto. A pesar de eso me dedica una sonrisa.

–Clary, hola. ¿Qué sucede?

–¿Luke no te dijo que vendría?

–Sí... creo.

–Maia, ¿hace cuanto no duermes? –pregunto preocupada.

–Dos... No, tres, ¿qué día es hoy?

–Miércoles.

–Entonces son cinco, cinco días.

–¿Qué? ¿No se turnan?

–Nosotros sí –Luke sale de entre las sombras con una cara más relajada–. Pero Maia insistió en cuidar de Bat ella sola.

–Maia, no tienes que hacerlo, ellos te apoyan.

–Lo sé, pero quiero hacerlo, quiero cuidarlo –se encoge de hombros, sus clavículas están marcadas, ha adelgazado–. Enserio que estoy bien.

–Pero...

Un sonido de llanto me interrumpe. Maia mira su cinturón, en una funda guarda un pequeño monitor blanco.

–Ya despertó –sonríe ante la idea, sí que lo disfruta–. Me voy. Qué gusto verte, Clary.

–Está feliz –dice Luke a nadie en particular–. Pero siento que es demasiado joven para encargarse de niños, ¿no crees?

–Totalmente. Pero olvidemos eso, quiero ver al resto.

Luke lanza una risita y comienza a caminar, yo lo sigo pasando la mirada por todos lados. La comisaría no ha cambiado nada.

–¿Y cómo están Alec y Magnus?

–Bien, supongo.

–¿Supones?

–Sus dientes están creciendo. Por las noches sus llantos son imparables y al menor roce se quejan.

–Es normal, son bebés.

–Supongo.

–Te gusta mucho esa palabra ¿verdad?

Quiero reprocharle, pero un sonido de risas atrae mi atención. Luke abre una puerta y puedo ver la habitación con las paredes amarillo claro y conejos alrededor, está decorada con estantes sobre los cuales hay diferentes juguetes. En el suelo se encuentran cuatro bebés morenos (sólo uno de cabello rubio oscuro) jugando con peluches y en una esquina, con otro bebé en brazos, una chica pálida de cabello rojo rizado me sonríe.

–Eres Clary ¿verdad? Mucho gusto, soy Molly, me uní hace unas semanas.

–Hola. Bienvenida.

–Gracias. Por cierto, –Molly mira a Luke– Raphael llamó, dijo que llegará pronto.

–¿Raphael?

–Sí –responde Luke–. Él quiere que lobos y vampiros mantengan la paz y propuso que sus bebés jueguen con los nuestros. Los trae cada tres días.

–¿Y no muerden?

Molly y Luke ríen por mi pregunta.

–No. Los vampiros desarrollan los colmillos hasta una edad más tardía.

Malec ¿otra vez? Where stories live. Discover now