Lágrimas

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~Nueva York (Instituto)~

Jace ^^

–¿Alec? –toco la puerta de su cuarto esperando que no se haya dormido –Alec, enserio necesito que abras, por favor –>no, no puedo derrumbarme, no ahora<– ¿Alec? –toco mas fuerte con la palma de mi mano extendida.

–No está en su cuarto –miro sorprendido a Magnus.

–¿Dónde está?

–Con Lucas.

Suspiro y cierro los ojos. Sé que como tío de Magnus debería hablar con él para que me cuente la razón detrás de su tristeza. Pero no es el momento.

–Bien, iré por ellos. Tú ve al comedor.

–¿Por qué?

–Sólo hazlo.

Magnus junta las cejas confundido, pero de igual manera hace lo que le pedí. Mientras él baja las escaleras yo camino al cuarto de Lucas.
Isabelle, fuerte y valiente Isabelle. ¿Cómo pudo irse así nada más? Yo sé que siempre existe este riesgo, incluso pudieron haber sido mis hijos o Clary, pero nunca se está realmente preparado para eso, para ver caer a alguien y que no se vuelva a levantar. Y más en la forma que Izzy murió, tan rápido y repentino que ni siquiera tuvo tiempo para unas últimas palabras. Hodge las tuvo, Maryse igual. >¿Por qué el ángel le había quitado ese derecho a Isabelle?<

–¿Lucas? ¿Alec? –mi voz suena mal por estar pensando en eso. Este es el momento de ser fuerte, por mis hijos, por Alec. No de llorar– ¿Chicos?

Escucho pasos y la puerta se abre. Lucas tiene su cabello ondulado aplastado de un lado.

–¿Qué sucede, Jace?

–¿Está Alec contigo?

Tiene la misma altura que Magnus, más alto que yo por unos centímetros.

–Está dormido, ¿qué necesitas?

–Despiértalo. Ambos bajen al comedor.

Lucas parece entender que es una orden.

–Claro.

Doy la vuelta para dirigirme al comedor que parece la sala de reuniones del diablo. Tal vez no debería invitar a Lucas, es un asunto personal, pero Alec necesitará apoyo. Abajo veo a Catarina abrir un portal

–¿Qué pasa?

–Clary llamó a Robert y él insistió en venir –termina de trazar las marcas y se aleja para contemplar Idris por la tarde.

Robert aparece de un salto, cae ágilmente sobre sus talones y se levanta lentamente. Veo arrugas esparcidas en su cara y canas iniciando a desvanecer el negro de su cabeza y barba, su cuerpo tampoco es el mismo, se puede notar la panza detrás de su playera, pero sigue siendo intimidante. No puedo evitar preguntarme cómo se hubiera visto Isabelle de llegar a esa edad. Pero no importa qué tan grande o ancho sea Robert, justo ahora, que me mira con lagrimas cristalizando sus ojos azules, se ve tan destruido como el resto de nosotros. Me mira como si recordara algo y después, sin decir nada, camina escaleras arriba. Lo sigo con la mirada hasta perderlo entre las sombras, pero dos más llaman mi atención. Lucas y Alec bajan a pasos despreocupados tomados de la mano.

–Catarina, espera en el comedor.

La bruja asiente y se va.

–¿Qué pasa Jace? –pregunta Alec un poco adormilado.

–Vengan –invito amablemente a que me sigan.

No podía imaginar cómo estarían allí dentro, pero lo que veo no se aleja mucho. Marine está sentada, erguida, con sus labios temblantes, mis hijos a cada lado, Amatis le susurra cosas al oído mientras Jonathan toma su mano y la mira con pena. Magnus y Clary sentados frente a frente. Al parecer, Magnus le pregunta algo, pero mi esposa se niega a contestar.

Malec ¿otra vez? Where stories live. Discover now