Engaño

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UNA SEMANA DESPUÉS

~Idris (casa solariega Lightwood)~

Robert ,,

–¡Chicos, la comida está lista! –no obtengo respuesta– ¿Chicos?

De nuevo no hay respuesta. Camino a las escaleras y subo hasta la puerta de Alec.

–Alec ¿estás ahí? –pregunto un tanto inseguro.

Un golpe se escucha dentro y me preocupo.

–¿Todo bien?

–S-sí, sí –responde mi hijo–. Ya voy, papá, un segundo.

–Muy bien, iré por Magnus.

–¡Magnus me dijo que ya iba! –se apresura a decir Alec– Es que... se está depilando.

–¿Y cómo te dijo?

–¡Está conectado en línea!

–Alec, aquí no hay internet. ¿Qué esta pasando?

–Yo...

–¿Está Magnus contigo? –pregunto sorprendido.

–N-no. No, él...

–¿Qué hacen los dos allí dentro?

–¡Ni un secreto puedes guardar! –se escucha la voz de Magnus.

Me alejo de la puerta antes que se abra. Magnus sale y puedo ver sus ojos cristalinos.

–Magnus, ¿qué pasa? –pregunto preocupado.

Magnus alza la vista y me ve cuando dos lagrimas salen. Me ofrece una carta arrugada y yo la tomo suavemente para leerla:

"Para: Magnus Bane Loss.
Lamentamos informarte que la bruja Daren Gil ha muerto. Sabemos que durante su tiempo juntos como pupilo y maestra crearon un vínculo especial y nos gustaría verte en el funeral mañana temprano. Catarina Loss ya fue informada y será la encargada de llevarte a penas llegues. Lamentamos tu dolor.
Atte: Consejo del Laberinto Espiral."

Veo a Magnus limpiar sus lagrimas con el brazo.

–¿Y no querías decirme?

–No quería que me vieras llorar –responde en un sollozo–. Fui con Alec porque sabía que mi hermano me entendería.

–Está bien llorar, no porque seas grande significa que no puedas hacerlo, ¿correcto?

Magnus asiente y me extiende los brazos, con una sonrisa me acerco para abrazarlo. A pesar de tener quince, aún posee el cuerpo de un niño delgado y frágil. Alec me mira incomodo y le sonrió para tranquilizarlo.

–¿Sabes qué? Olvida el estofado. Hoy veremos películas y comeremos palomitas ¿te parece?

Magnus asiente con una sonrisa triste, pero ya es algo.

–Muy bien, bajaré para hacer las palomitas. Tú elige la película y la vemos en mi cuarto.

–Gracias, Robert.

Le sonrío y lo aliento a ir a su cuarto para que escoja la película. Cómo en Idris no funcionan los celulares ni la televisión, Magnus se entretiene con una colección aceptable de discos.

–Alec, ve al cuarto y prepara la cama –comienzo a caminar a las escaleras cuando recuerdo algo importante–. Oh, y si Jaix está ahí, bájalo con cuidado.

Jaix ya tiene casi trece años, pocas veces sale de mi cuarto, está algo viejo y tiene una enfermedad en la columna por su herencia de salchicha, algo llamado EDIV. Comenzó como pequeñas quejas que pronto se convirtieron en aullidos y un día no se movió, quedó paralizado por casi tres días hasta que le dieron un medicamento especial. Sufre mucho y he pensado seriamente en dormirlo, pero no puedo imaginar mi vida aquí sin él.

Malec ¿otra vez? Kde žijí příběhy. Začni objevovat