Capítulo 13

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Por la mañana del martes, Ji Seok había pedido una cita para Ji Ho con su médico para que lo examinaran después de su episodio del sábado y supieran por qué había recaído de esa forma. Él no pudo acompañar a su hermano porque debía ir a la oficina pero Jaehyo como su cuidador que es, lo acompañó. Estuvieron toda la mañana y parte de la tarde en la clínica haciéndole exámenes a Ji Ho y éste conversando con su psicólogo; Jaehyo tuvo que quedarse esperando en un frio pasillo y ya se estaba fastidiando, se estaban tardando mucho pero eso era típico de las clínicas. Por fin el doctor se acercó a Jaehyo para hablarle sobre su estado al ya tener todos los resultados, éste le informó que la razón principal por la cual Ji Ho tuvo ese ataque de ansiedad y paranoia fue por haber dejado de tomar sus medicinas. A Jaehyo eso lo tomó por sorpresa, confiaba en que Ji Ho tomaba sus medicamentos después de que por voluntad propia decidió hacerlo, sin embargo, desde que perdió el miedo a salir y hacer distintas actividades, Ji Ho dejó de tomarlos porque pensó que ya estaba bien y no los necesitaba.

-Doctor ¿Y por cuánto tiempo más debe estar medicado?-preguntó Jaehyo – Ya ha pasado mucho tiempo ¿Cuándo dejará de tener ese trastorno?

-El trastorno de estrés pos traumático ya no lo tiene, prueba de eso es que ya no se encierra en su mundo y ha perdido el miedo a salir, a relacionarse de nuevo socialmente y como él dijo, comienza a sentir otra vez pasión por la música y poco a poco podrá volver a trabajar. Sin embargo, ese trauma desencadenó la ansiedad y paranoia de que cree que algo o alguien podría dañarlo, él puede volver a su vida normal y cualquiera que lo vea pensará que está perfectamente bien y no tiene ningún problema pero de vez en cuando puede tener episodios como el del sábado si no toma su medicina.

-¿Quiere decir que deberá estar medicado para siempre?

-Eso el tiempo lo dirá, hay quienes sufren de ansiedad, paranoia o depresión por mucho tiempo pero con la ayuda de sus seres queridos y estar alejado de situaciones de mucho estrés y presión, podría mejorar totalmente.

-Entiendo, gracias.

Ji Ho salió del consultorio del psicólogo y se dirigió a Jaehyo que se había quedado inmerso en sus pensamientos debido a lo que el doctor dijo pero al ver al menor, frunció el ceño y se cruzó de brazos, tomando una actitud autoritaria y disgustada.

-¿No estuviste tomando los medicamentos?- preguntó Jaehyo seriamente, Ji Ho apartó la mirada para evadir su pregunta - ¿Por qué hiciste eso?

-Porque pensé que ya estaba bien. Me sentía tan emocionado por perder el miedo a salir que pensé que ya no serviría de nada tomarlos y que por mi cuenta podría mejorar pero me equivoqué.

-El doctor dijo que ya no tienes estrés pos traumático pero sí ansiedad y paranoia y para controlarlas, debes tomar los medicamentos.

-Ya sé-hizo un mohín, no quería tener que estar cargando con un frasco de pastilla de ahora en adelante cada vez que saliera pero no había de otra – Pero ya no hablemos de eso por ahora ¿Sí? Tengo demasiada hambre, vayamos a comer algo –tomó a Jaehyo de la mano y se dirigieron a las escaleras, sólo debían bajar dos pisos.

Ji Ho y Jaehyo fueron a almorzar y a pesar de estar cansados por haber pasado gran parte del día en la clínica, el clima estaba muy bueno y Ji Ho propuso no meterse en casa tan temprano, también quería aprovechar a pasar tiempo de calidad con Jaehyo antes de que se fuera a Londres. Ji Ho decidió que podían ir a la exhibición en la galería de la que Ji Seok les había hablado, él no era fanático del arte más que de la música pero sabía que sería del agrado de Jaehyo. La exposición que había era sobre el impresionismo, de los dos Jaehyo era el que estaba más encantado con las pinturas y le explicaba a Ji Ho de qué se trataba ese movimiento artístico y las técnicas que usaban. Ji Ho no era conocedor pero esas obras habían llamado su atención, las pinceladas, los colores, las escenas que en la mayoría eran paisajes y naturaleza, le trasmitían una gran calma; hubo una pintura que le atrajo más, era una escena de noche en una plaza iluminada por farolas de luces muy cálidas, habían personas caminando que sólo eran manchas de pintura negra sin detalles y árboles con distintos tonos de verde y hasta toques de azul y violeta, en el piso se reflejaba la luz y todos los elementos porque daba la sensación que estaba mojado después de una lluvia. No podía explicar lo que esa pintura le hacía sentir exactamente pero no dejaba de mirarla.

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