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Capítulo 9

Con su sobrina en brazos, Jaehyo entró apresurada a la casa de los Woo en cuanto llegó. La señora Kim le informó que Ji Ho seguía encerrado en su habitación por lo cual el chico le encargó a la niña por un momento y subió corriendo al piso superior.

-Ji Ho, ya estoy aquí, abre –decía Jaehyo y tocaba la puerta – Ji Ho por favor.

Pasaron sólo unos cuantos segundos cuando la puerta se abrió. Jaehyo se vio confundido al ver a Ji Ho que lucía muy tranquilo, sin rastros de que hubiese estado alterado o que hubiera llorado. Incluso hasta estaba bien peinado.

-Al fin llegas – dijo Ji Ho - ¿Por qué tardaste tanto? Estaba aburrido.

-¿Estabas aburrido? – en ese momento Jaehyo se dio cuenta que a Ji Ho en ningún momento le pasó algo malo y sólo fueron inventos para que fuera a la casa.

Con la mandíbula y puños apretados, Jaehyo se contuvo de pegarle un grito a Ji Ho en su cara por haberlo hecho preocuparse por nada y salir corriendo de casa con todo y su sobrina. Sólo le lanzó una mirada asesina y se dio media vuelta, yendo a zancadas hacia las escaleras y bajando rápidamente por ellas. Ji Ho lo siguió sabiendo lo disgustado que estaba y se encontraba preparado para cualquier reclamo que le dijera, sabía que quizás fue egoísta hacerle creer que estaba sufriendo algún ataque para que viniera corriendo pero se sentía demasiado ansioso por tener que esperar hasta la tarde cuando llegara. Le hacía falta verlo, eso no lo ayudaba con su disposición de dejar de sentirse atraído por él pero era más fuerte, ni siquiera pensaba lo que hacía.

-Jaehyo, no te vayas...Y no me ignores.

Jaehyo lo encaró y no se podía contener más.

-¡Eres un imbécil! – gritó Jaehyo - ¡Vine corriendo hasta aquí, muy preocupado pensando que te estaba sucediendo algo grave pero cuando llego me encuentro con que sólo estabas aburrido! ¡Ni pudiste ser considerado al saber que estaba cuidando a mi sobrina y tuve que traerla conmigo hasta acá cuando no debería hacer eso! ¿¡Por qué sólo tienes que pensar en ti!?

Por los gritos e histeria de Jaehyo, su sobrina comenzó a llorar. El chico la cargó y trató de calmar pero él mismo necesitaba a alguien que lo calmara. Se sentó en el sofá y nadie dijo más nada hasta que la niña parara su llanto. La señora Kim meneó la cabeza con un gesto de desaprobación y decepción hacia Ji Ho y se retiró de la sala. Ji Ho ahora se sentía muy mal y más por la bebé que tuvo que aguantarse ese viaje hasta la casa y ahora lloraba fuerte por causa del disgusto de su tío, disgusto que él le ocasionó.

-Jaehyo...

-No me hables, estoy molesto – dijo sin mirarlo, aún calmando a la niña.

Ji Ho se sentó en el sofá frente al otro y se quedó en silencio mirándolos. Sonrió al ver la hermosa escena que tenía frente a sus ojos, Jaehyo era un tío muy dedicado y por lo que veía estaba seguro que sería un excelente padre en un futuro. La niña por fin pudo tranquilizarse y descansó su cabeza en el hombro de Jaehyo, ahora hipeaba y el muchacho le daba leves palmaditas en la espalada y le sobaba. El chico levantó la mirada hacia Ji Ho y éste borró su sonrisa cuando sus ojos se encontraron, se sentía muy avergonzado pero no se atrevía a decir nada para que Jaehyo no le saliera con otro regaño.

-Estuvo muy mal lo que hiciste – le dijo Jaehyo a Ji Ho con un tono calmado para no molestar a la niña.

-Lo siento – bajó la mirada apenado –Me sentía solo, por eso quería que vinieras ya.

-No lo vuelvas a hacer.

Ji Ho lo miró.

-¿Te preocupaste mucho? – preguntó Ji Ho.