Capítulo 12

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Estaban sentados al borde de la cama en completo silencio, Jaehyo con la cabeza gacha miraba sus pies que movía de arriba abajo y Ji Ho a su lado lo miraba juzgante, tocando su labio inferior que aún tenía sentido por el fuerte mordisco que el otro le dio. El beso llegó a un punto tan acalorado que Jaehyo se emocionó y dejó de pensar y más allá de sólo usar sus labios y lengua en el acto, hizo que sus dientes intervinieran porque los labios de Ji Ho eran los mejores que había besado y le provocaba arrancarle un tajo pero fue muy violento, cosa que no es común en él.

-Y yo que pensaba que eras tímido y pasivo, me sorprendes – comentó Ji Ho, causando que Jaehyo se sonrojara por la pena- No sé qué pensabas ¿Acaso buscabas otra cosa más que un beso? Creo que pude sentir como levantabas mi franela.

Jaehyo lo miró con los ojos bien abiertos y la cara encendida.

-¡Eso no es cierto! – exclamó Jaehyo.

-Digo lo que percibí. Alguien como que está urgido de satisfacer sus necesidades – picó el costado de Jaehyo juguetonamente.

-¡Oye! ¡No te pases! – Hizo un mohín y apartó la mirada – Ni siquiera es algo que haría contigo – musitó.

-¿Qué dijiste?

-Nada – se levantó y salió del cuarto. Ji Ho lo siguió y abrazó por detrás sin dejar de caminar.

-Te estaba echando broma, no te molestes-rió en silencio. Jaehyo lo ignoraba – Hey, no hagas como si no me escuchas. Está bien, no vuelvo a bromear así.

Se detuvieron a pocos pasos de la escalera y Jaehyo se dio la vuelta.

-Ji Ho, yo te quiero y no seguiré reprimiendo lo que siento pero no pienso llegar tan lejos.

-Yo tampoco-tomó la mano de Jaehyo y sonrió serenamente – Saber lo que sientes por mí y poder haberme sincerado contigo ya es suficiente y estoy muy feliz –lo abrazó-Gracias.

-Ji Ho, cuando deba irme...

-No hables de eso – interrumpió, no quería recordar que faltaba poco para que Jaehyo se fuera – Pensemos en el presente, en estos días nada más.

-Está bien – se separó de Ji Ho - ¿Quieres algo de merendar? Puedo prepararte lo que quieras.

-Me encantaría.

Los muchachos bajaron a la sala, Jaehyo tuvo que apartar a Ji Ho que seguía aferrado a él por detrás para que la señora Kim no los viera pero ella había salido a hacer las compras de la semana como dejó escrito en un pedazo de papel sobre la mesa del recibo. Ji Ho aprovechó eso y volvió a abrazar al mayor, no podía ni quería soltarlo pero tuvo que hacerlo cuando entraron a la cocina para dejar a Jaehyo hacerle una merienda. Ji Ho se sentó en la isla y observó al chico mientras preparaba unos panqueques dulces que siempre le gustaba hacerse con crema de chocolate y frutas cortadas por encima, habían unas cuantas fresas y melocotones lo cual sería perfecto. Jaehyo estaba muy concentrado preparando la mezcla y sólo levantó la mirada cuando esperó a que el sartén se calentara, sabía que Ji Ho había mantenido sus ojos sobre él y éste estaba embobado con sus labios curvados en una sonrisa y sus ojos destellando de amor.

-Ya quita esa cara, pareces un adolescente enamorado pero de esos bien bobos-dijo Jaehyo.

-¿Ah sí? Yo no soy así, mira lo que causas en mí - se estiró sobre la mesa para alcanzar una fresa pero Jaehyo le dio un golpe en la mano.

-No te las comas, están contadas porque no quedaban muchas.

-Sólo una - se levantó y rodeó la isla hasta donde estaba Jaehyo, tomó la fresa y la metió en el frasco de chocolate para impregnarla con éste - Así sabe delicioso - la comió-Mmm, está muy dulce - tomó otra fresa e hizo lo mismo, la puso frente a Jaehyo para que la comiera y éste le dio un mordisco. Tenía tanto chocolate, cosa que Ji Ho hizo a propósito, que los labios del joven quedaron llenos y el menor lo limpió con los suyos, quitando la dulce crema de cacao y aprovechando a besarlo profundamente mientras lo mantenía muy pegado a su cuerpo-Me encanta el chocolate, aún más en tus labios.

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