Capítulo 6

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El lunes después de navidad, Jaehyo volvía a su trabajo como cuidador de Ji Ho, llegó a la hora habitual justo cuando Ji Seok se iba al trabajo y cuando Ji Ho debía seguir durmiendo pero se sorprendió al verlo sentado en la mesa para desayunar. La señora Kim ya ponía los platos del desayuno y le dijo que también se sentara y como no había comido mucho, accedió a la invitación y éste a su vez le dijo a la mujer que los acompañara. Su respuesta fue negativa ya que ella es la sirvienta pero le insistió hasta que la convenció. Jaehyo no quería quedarse solo con Ji Ho, no después de lo que hizo que fue su razón de renunciar pero sabía que iba a tener que enfrentarse a él en no mucho tiempo ya que no podía vivir pegado a la señora Kim todas las horas.

Al terminar de desayunar, la señora Kim se quedó fregando los platos mientras que Ji Ho subió a su habitación y Jaehyo lo siguió para hablar y que quedaran las cosas claras entre ellos para sí tener una buena convivencia.

-No puedo creer que hayas regresado – dijo Ji Ho ya en su habitación.

-Sólo quiero ayudarte a ti y a tu hermano. Dije que lo haría y lo haré.

-No tengo arreglo, ya me viste la semana pasada en la clínica.

-Por supuesto que sí tienes remedio y yo te ayudaré con eso pero tienes que dejar de verme como si fuera tu enemigo o algo por el estilo. Ayúdame a ayudarte, deja de querer alejarme o tratarme como si fuese poca cosa.

-¿Por qué habría de querer alejarte? Me gustas mucho y ya te lo dije – se acercó a Jaehyo y éste retrocedió hasta dar con la puerta - ¿Te pongo nervioso? Tranquilo, sólo quiero ir a tomar un baño.

Jaehyo se hizo a un lado y dejó que Ji Ho saliera. Mientras tanto arreglaría la habitación y así ayudaría a la señora Kim que ya bastante trabajo tiene en la casa. Tendió la cama, dejando los cojines de ésta organizados y recogió unas prendas de ropa que estaba sobre la silla del escritorio que debían ser llevadas a lavar. Al poco rato, Ji Ho volvió a la habitación tan sólo con una toalla en su cintura y el cabello mojado revuelto. Jaehyo iba a salir para que se vistiera pero el otro le bloqueó el paso poniéndose en medio de la puerta.

-Ji Ho, no empieces.

-¿Qué no empiece qué? – se cruzó de brazos.

-Quítate y déjame salir para que te vistas.

-¿Te incomoda tanto que esté así? Podría quitarme la toalla también – curveó ligeramente sus labios de medio lado.

-Ni te atrevas.

-¿Y? Eres hombre, no es algo que no hayas visto.

-¿Por qué sigues haciendo esto? Yo sé que no te gusto, todo esto es una estrategia para hacerme perder la paciencia y que me vaya. Ya lo lograste una vez pero no volveré a caer en tu juego.

-Me duele que dudes de mí – fingió una expresión de tristeza.

-De verdad que eres un caso serio. Ahora apártate – empujó a Ji Ho a un lado y pudo salir pero antes se dio vuelta para decir algo más – Ponte ropa cómoda y luego sal al patio.

-¿Para qué?

-Ya verás – se retiró.

Ji Ho se vistió y tenía intenciones de quedarse en su cuarto mirando la televisión o escuchando música pero tenía curiosidad por saber lo que Jaehyo tramaba así que salió de casa y fue al patio trasero donde el mayor lo esperaba.

-¿Qué hacemos aquí? – preguntó Ji Ho.

-Para tu condición es bueno hacer ejercicios para que te relajes...

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