HBD2U. Parte I.

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Sonrió al escuchar que cantaban el "feliz cumpleaños" al mismo tiempo, tratando de apartar aquellas manos que cubrían sus ojos y observar su dormitorio a oscuras salvo por las velas de un pastel que Leo traía entre sus manos. Prontamente las manos que le habían enceguecido le habían rodeado el cuello cariñosamente, sonrió sin poder evitarlo y observó que el tercer mosquetero también estaba presente. Escuchaba a la perfección ese tono alegre de Hongbin cantar cerca de sus oídos con una linda armonía al igual que Leo, riendo brevemente al ver que Ken bajó sus ánimos eufóricos por cantar como un niño de 5 años y al igual que los otros dos, cantó tranquilamente.

-Pide un deseo Hyukkie. –Hongbin alborotó los cabellos del menor y le soltó de aquél abrazo para poder ir a tomar su cámara y alistándose frente al chico cumpleañero, empezó a tomar algunas fotografías en secuencia al momento en que el menor borraba su sonrisa para cerrar los ojos, pidiendo el deseo y soplando finalmente las velas.

-Felicidades, bebé~ ya estás creciendo ¡tan-to~! –Ken con una sinigual y amplia sonrisa en su rostro hizo un gesto carismático al momento de abrazarle, siendo luego iluminados por las luces del dormitorio que Hongbin fue a encender acabando con la oscuridad. –Espero tus mejores deseos se vuelvan una realidad, Hyuk.

-Gracias, gracias. –Sonrió algo apenado al ser molestado por ambos, ignorándolos en la mente cuando los fijos ojos de Taekwoon se mantenían clavados en él. -¿Qué tanto me ves~?

-Es hora que le des una mordida al pastel. -Respondió con una voz suave y tranquila.

Hyuk claramente sabía que los tres estaban ansiosos por embarrarle el pastel en la cara, a lo que tomó una porción del betún con el índice de su diestra, embarrándolo en su propia nariz y encogiéndose de hombros con simpleza.

-¿Felices? Comamos pastel.

En su interior se regocijaba en felicidad por no cumplir el capricho de sus tres mayores, aunque lo disimulaba a la perfección mientras comía pastel junto a ellos en su dormitorio. Esa noche, por capricho, su mayor regalo fue que durmieran los cuatro juntos, él con Leo en su propia cama, Ken con Hongbin en la suya. A pesar de que faltaban unas horas para la ceremonia de graduación, habían hablado hasta entradas las dos de la madrugada, "Hyuk, siempre hablas mucho" le chistaba Leo medio dormido, sumiendo la cara en la almohada, oyendo vagamente la conversación que tenía con Jaehwan.

-Buenas noches, Leo. –Murmuró bajo cuando se dio cuenta que el mayor realmente ya no reaccionaba a su entorno y se había rendido a su lucha contra el sueño, siendo arrastrado sin piedad por el colchón y la almohada. -... "Te quiero". –Gesticuló con sus labios apenas en un murmuro que solo él pudo percibir, sonriendo amplio cuando esa noche, por primera vez, fue el mayor quien se abrazó a él, correspondiendo a ello con sus piernas incluso, acurrucando su rostro cerca del cuello ajeno, dejando un beso en su mentón.

En lo que se dejaba vencer por el sueño, a las dos y cuarto de la madrugada, nuevamente su cabeza volvía a hacer de las suyas, cuando menos deseaba pensar, cuando debía dormir para al menos verse bien durante la ceremonia de graduación, ahí estaba luchando con lo que podría pasar ¿Taekwoon iría a verlo dar el discurso? ¿Recibiría algún regalo sorpresa por su cumpleaños? Odió que las amenazas de que la ceremonia se llevara a cabo en su día fuesen cumplidas, pero agradecía tanto a Hongbin que idearan un plan de escape para el resto del día; saldrían al cine, al centro comercial, irían incluso a las plazas turísticas y visitarían su restaurante preferido para que ordenara lo que quisiera comer, en compañía de sus tres mosqueteros, en compañía de la gente que más apreciaba.
-Bebés~.

La voz de Ken se había escuchado con tanta dulzura, como si en verdad fuera una madre orgullosa al ver a sus hijos arreglarse para la graduación. Hyuk hacía pequeños ejercicios de respiración bastante sutil para que nadie notara los nervios que se le estaban amontonando en la boca del estómago, y, mirándose al espejo una vez más, pensó que hubiera sido una buena idea teñirse el cabello de otro color para lucirse.

El Examen FinalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora