Capítulo 7: Cenas sospechosas

Comenzar desde el principio
                                    

- ¿Dónde vas Itachi? – me preguntó mirándome mientras se tambaleaba.

- Tengo trabajo – le dije – vete a la cama, apestas a alcohol y no quiero que mi hermano te vea así.

- Sasuke aún no ha terminado de ganarse a ese chico ¿Qué trabajo tendrías que hacer tú? – preguntó incrédulo.

- Pensar la manera de acercarme a él. Trataré de meterme a trabajar en su empresa para tenerlo más cerca y poder seducirle cuando se case con Sasuke – le expliqué aunque todo era una gran mentira, al menos no es lo que iba a hacer ahora aunque en un futuro... sí debería hacerlo.

- Te anticipas mucho siempre Itachi – me dijo sonriendo – eres un buen chico.

- Ya... supongo que alguien aquí tiene que trabajar.

- ¿Qué quieres decir con eso? – me preguntó enfadado.

- Que no haces nada excepto gastarte lo que ganamos, estoy cansado de tener que mantenerte. Somos nosotros los que nos jugamos acabar en la cárcel con las estafas mientras tú sólo te dedicas a vivir la vida.

Obito me dio tal bofetón que me quedé unos segundos tratando de identificar que me había pegado. Supongo que siempre había tenido la mano muy larga pero últimamente era peor. Sasuke y yo nos revelábamos y eso no le gustaba. Estábamos agradecidos de lo que Obito había hecho por nosotros, nos acogió cuando nadie nos quería, nos alimentó, nos dio la educación que mejor pudo pero... también era cierto que nos enseñó esto... a delinquir y nos jugábamos todos los días la posibilidad de que nos pillasen y acabásemos en la cárcel. Esto tenía que parar en algún momento pero no podíamos pararlo. Yo no podía al menos dejar a mi tío solo después de lo que había hecho por nosotros, nos dio una vida, ya fuera buena o mala al menos se preocupaba por nosotros. Era nuestra única familia y trataba de hacerle comprender que estaba mal lo que hacíamos, pero no sé si él no lo entendía o no quería verlo. Seguramente era la segunda opción ya que vivíamos muy bien haciendo estas cosas ¿Por qué íbamos a parar entonces? Esa sería su respuesta siempre.

Me marché cabreado y aunque Obito trató de disculparse, yo pegué un portazo y me marché de allí. Ya no era un crío y no tenía que tratarme como tal. Al final conseguí ligar con una millonaria rubia y algo tonta pero me servía para mi plan, total... sólo tenía que darle un poco de celos a ese chico, demostrarle que podía salir con quien me diera la gana. Ahora mi pregunta era ¿Tendría celos ese chico si él ya tenía pareja y estaba estable con él? Quizá no, pero yo tenía que intentarlo.

Quedé con aquella chica en que pasaría a las ocho a recogerla y así lo hice. Lo que más me costó es que nos dieran reserva en el restaurante... de hecho ni lo conseguí pero cuando llegué allí con mi acompañante, hice un gran escándalo como si yo fuera alguien importante y me hubieran perdido la reserva. Hidan al verme sonrió sabiendo que era un simple jardinero y se acercó hacia nosotros invitándonos a sentarnos con ellos siguiéndome el juego. Al que no le gustó tanto fue a Deidara que miraba a Hidan intentando decirle que era su velada con él y no teníamos que sentarnos nosotros a ocupar ese puesto. Estaba claro que Hidan quería hablar sobre el matrimonio con Deidara y por supuesto... Deidara no quería que estuviera gente en su mesa hablando de temas tan personales.

- Y bueno Itachi... ¿Celebráis algo importante para venir a un sitio como este? – me preguntó Hidan sabiendo que mi sueldo no me permitía venir a estos sitios.

- Intento impresionar a mi cita – le dije sonriendo y mi acompañante sonrió también mientras Deidara hacía un leve sonido con la boca como quien no se cree nada - ¿Os hemos interrumpido en algo? – pregunté como si no supiera que sí.

La estafa (Naruto, Sasunaru, ItaDei)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora