Ríndete ©

Epílogo

-¡Danel!- James lo llamó desde la cima de las escaleras. El niño de apenas cinco años apareció segundos después con la cabeza gacha y la mirada fija en sus manitos -¿Qué te había dicho sobre ésto?- pregunto James con una dura voz, era la vez número mil que pisaba un juguete del niño y se lastimaba -¿Danel...?- el niño movió su piecito y James suspiró -Ven aquí hijo- le dijo calmado y bajando el tono de su voz. El niño subió escalón por escalón despacio y con cuidado hasta que llegó frente a su padre -¿Porque no me ayudas a juntar todos tus juguetes donde debe ir?- el pequeño asintió y tomando el dedo que James le tendió fueron al cuarto del menor.

Unos minutos pasaron y James escuchó la puerta principal cerrarse mientras miraba a su pequeño hijo construír un castillo con bloques.

-¡Papi!- gritó Danel abriendo los ojos emocionado -¡Papi, papi!- se fue gritando rumbo a las escaleras y James se levantó apurado yendo tras el niño. No necesitó correr ya que apenas salió vio a su esposo abrazar al niño en las escaleras. Temía que el pequeño bajara apurado y cayera. Pero Harry ya lo sostenía en brazos.

-¿Quieres ver qué te traje?- Harry le preguntó a Danel

-¡Si! ¿Chocolates, caramelos?- preguntaba intentando adivinar

-Algo mejor...-le dijo Harry bajándolo despacio

El pequeño permaneció quieto observando a su otro padre quitar algo de la pequeña maleta que llevaba en manos.

-¡Un auto!- gritó el niño -!Papa ven a ver!- gritaba emocionado -¡Papa!- llamó a James de nuevo y éste se acercó despacio -¡Mira, es rojo y sus luces prenden!- siguió diciendo el pequeño eufórico. James sonrió y se agachó a la altura de su hijo

-¿Porqué no vas a probarlo atrás?- le preguntó y el niño le miró sorprendido

-¿Me dejarás salir ahora?-

-Por tener un juguete nuevo- asintió James -Ve con cuidado y nosotros vamos enseguida- le guiño un ojo y el niño no escuchó nada más, bajó las escaleras con rapidez y cuidado y desapareció rumbo a la puerta trasera. James soltó una risita y Harry le miró.

-Bienvenido a casa amor- James se acercó al mayor y entró entre sus brazos. Harry lo abrazó con ganas y besó su cabeza.

-Te extrañé James- murmuró cerrando los ojos. Llevaba tres semanas lejos de ellos y los había extrañado como nunca antes.

-También yo, demasiado- le dijo James respirando el perfume de su esposo y corroborar que realmente estaba ahí -Quiero hacer el amor Harry- le dijo levantando la mirada despacio -Hazme el amor...por favor- buscó sus labios y Harry los recibió sin chistar. Agarró ambas mejillas de James con sus manos y gimió satisfecho con el acercamiento.

-Dios...extrañé tus labios no te imaginas cuanto- le dijo entre besos y James se alejó terminando el beso

-Danel- dijo y el mayor sonrió

-Cenemos, acostémosle y luego dame la bienvenida que merezco- le sugirió causándole gracia.

-Vamos, debe estar esperándonos- le dijo y Harry dejó su maleta a un lado y bajó detrás de él.

Estaba emocionado por haber vuelto a tiempo, el día siguiente cumplían cinco años de casados y siete de estar juntos. Quería darle algo realmente especial.

A causa de que la empresa se expandió a nivel mundial, ahora ya no solo tenían una en Rusia sino también en Colombia y Uruguay. James era su pilar en todos los sentidos, y es perfectamente conciente que sin él no tendría nada de eso actualmente.

Mientras cenaba, Danel les relató un nuevo juego que había inventado. Harry sonreía divertido al escuchar las ocurrencias de su hijo y James reía feliz al verlos a ambos hablar tan amenamente.