Ríndete ©

35

Harry entró al cuarto de James con un café y lo observó dormido, cerró la puerta despacio y se acercó a la cama. Habían pasado la noche bastante tranquilos, James fue trasladado a un cuarto normal en las primeras horas de la mañana pero aun así no se había despertado.

Eran poco más de las nueve y Harry continuaba viendo un partido de hockey en el televisor con el volumen bajo. Su mano izquierda estaba sobre la de James y le daba caricias de vez en cuando. No sabía que el menor lo observaba desde hacía rato.

Harry dejó su vaso de café vacío sobre la mesa y vio a James mirándole fijamente.

-hey...dormilón...-susurró sonriéndole. James le devolvió la sonrisa complacido y bostezó

-¿Qué tal?- le preguntó con la voz aún afónica y ronca.

-Bien...bastante bien- Harry se levantó y se inclinó para dejarle un beso en la frente -¿Quieres algo?- le preguntó sentándose de nuevo y James negó. Estaba adolorido, le dolían las costillas, tenía las piernas entumecidas y moría por ir al baño, pero no quería decírselo, no quería que Harry se preocupara ya que con el dolor no había nada que hacer y no podía moverse así que sus piernas seguirían entumecidas, y...no, definitivamente no le pediría ayuda para ir al baño. George le dijo que con ayuda de dos personas o enfermeras podía ir al baño pero no solo ya que aún no era capaz de equilibrarse solo –Bueno...veamos qué hay de interesante- Harry dejó su mano izquierda unida a la de James y con la que tenía libre tomó el control remoto y comenzó a cambiar de canal.

Series, dibujos animados, películas aburridas, noticias, más series, deportes, noticias y más noticias...

-¡ahí!- James apuntó al televisor –retrocede- le dijo e intentó sentarse pero eso solo le produjo más dolor. Harry retrocedió con el ceño fruncido y leyó los titulares.

"Atentado en Raimond Corp."

Harry subió el volumen y escucharon atentamente lo que la periodista estaba relatando.

-Millonario ruso afirma saber quién estuvo detrás del atentado en las inmediaciones de la compañía Raimond Corp. Producido en las pasadas cuarenta y ocho horas-

Imágenes de aquel día se mostraron en la pantalla, bomberos, policías y paramédicos corriendo de un lado a otro. Harry se tensó y desvió la mirada a James quien observaba atento.

-Según las declaraciones que han llegado, el millonario Annick Lara estaba en el país con motivos de una reunión con el dueño de Raimond Corp. con intenciones de comprar cierta parte de la compañía- la mujer frunció el ceño y James sonrió –el padre del millonario parecía estar en descontento con la porción ofrecida a su hijo y creyó que lo mejor sería intervenir de manera inconsciente e imprudente, atentando así contra la vida del dueño y multimillonario Harry D. Raimond- la joven dejó de leer y observó a la cámara –Según los informes actuales el empresario ruso está en custodia de la policía y FBI brindando su declaración sobre el caso, tenemos entendido que existe también un tercer testigo- la mujer respiró profundo y soltó aire –Con respecto al empresario Harry Raimond, éste salió milagrosamente ileso del atentado pero su...actual asistente en la corporación y...prometido, está ingresado en el hospital privado del norte, no conocemos su estado pero deseamos su pronta recuperación-

-Guau...soy conocido- murmura James sonriente pero no le causa la misma gracia a Harry –hey... ¿Qué sucede?-

-Lara me dijo que esperaría más para proceder, no...-

-¿hablase con él?- James le interrumpió ceñudo, Harry suspiró y desvió la mirada

-No hemos tenido tiempo de hablar nosotros- le dijo –Lara fue a mi casa el día que despertaste y...me confesó que fue su padre, el hombre que se encargó de hacer el...trabajo...estaba dispuesto a hablar y solo debíamos contar nuestra parte, lo sucedido- le dijo y James no dejaba de verle fijamente –La policía ha estado en el hospital desde que despertaste, tuve que rogarle a George que dejara que tuvieras unos días tranquilo y luego nos encargaríamos de ellos- susurró