Ríndete ©

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James enfoco su mente en terminar una conciliación que Harry le había pedido. Para ese momento ya pasaban las ocho de la noche, no quería ir a casa. Ambos se encontraban cansados de tanto trabajar pero ninguno quería dar el primer paso. James sentía vergüenza y cierta parte de él creía que cuando Harry dijo que lo amaba no lo decía en serio, parte de eso lo creía porque no habían vuelto a tocar el tema y también creía que fue por el momento, en plan de "me agradas" o algo así. Pero Harry, por su parte creía que se había apurado demasiado en decirlo. Fue la emoción del momento, claro que sí, es impulsivo y muchos pueden dar fe de eso, pero lo sentía en verdad y estaba seguro.

Amaba a James, con cada célula de su cuerpo, el chico había sabido meterse bajo su piel y lo cierto es que no le disgustaba para nada. Recordó cuando su papa le decía que si quería algo debía ir por ello. Y eso era lo que haría. Se cansó de esperar o dejar ir todo, ya era el momento en que sea feliz, por primera vez en su vida, y sabía que James era esa felicidad.

Harry dejó de escribir en el computador y volteó su silla giratoria hacia James quien leía y escribía sin percatarse de que lo observaba.

Viendo a James ahí concentrado, le hizo sonreír. Nunca antes había sentido lo que sentía en ese momento. Era casi inexplicable. Sonreía con solo verle y su corazón le golpeaba fuerte en su pecho.

Dio clic en una pestaña nueva de internet y buscó algo que nunca creyó que buscaría.

"Estar enamorado y amar a alguien"

-No es lo mismo- se susurró a sí mismo y comenzó a leer

"Estar enamorado es creer que necesitas a alguien para ser feliz. Cuando amas a una persona, sientes un impulso de consumir a esa persona de todas las maneras posibles"

-Es verdad, quiero consumir a James de todas las maneras posibles- dijo asintiendo y cubriendo su sonrisa con una mano

"Cuando estás enamorado te sientes todo el tiempo sobre una nube, no puedes controlar tus sentimientos. Pero cuando amas a alguien tiendes a pensar más veces sobre alguna idea, pensando en el bien estar de esa persona y en su felicidad"

-Es cierto y el día que falleció su papa lo comprobé- pensó.

"Cuando estás enamorado quieres vivir todos los momentos con esa persona, pasar cada vez más rato juntos y no desperdiciar ningún minuto. Sin embargo cuando amas a alguien, crees que ya nada más hace falta, los pocos momentos que pasen juntos serán los mejores"

-Sin duda alguna- murmuró y le echo un ojo a James de nuevo quien comenzaba a estirarse con los brazos abiertos hacia los costados.

"Todo lo que sube tiene que bajar. Cuando estás enamorado puedes desenamorarte. ¡Puf! Ya no quieres ver a esa persona por quien perdías la cabeza. Pero cuando amas a alguien, nunca dejas de hacerlo. Cuando amas a alguien, no se puede dejar de amar a esa persona porque sería exigirte que dejes de amar a una parte de ti mismo"

-¿Quieres salir a cenar?- James irrumpió en su oficina con una sonrisa tímida. Harry parpadeó un par de veces y sonrió asintiendo.

-Una cena contigo...guau ¿tan bien estamos?- el otro sonrió poniendo los ojos en blanco.

Cerró las pestañas y apagó la máquina. Cogió su saco y fue al pasillo encontrando a James llamando el ascensor.

Lo amo. Declaró.

-Vamos a bailar- le dijo apenas llegó junto a él y James le miró como si le hubiera salido otra cabeza o algo así.

-¿te golpeaste la cabeza?- pregunto burlón