Capítulo XXIX

36K 1.5K 2.8K
                                    



Sobre la línea temporal: En este capítulo sucede Año Nuevo. Como dije en las notas del capítulo anterior, sé que año nuevo en Illea sucede en Febrero, pero por una razón argumental necesito que sea el 31 de Diciembre.

Eso.

¡Disfrútenlo!

...

XXIX

Nunca le dije n a Roger ni a Valiant qué había sucedido conmigo. Si bien ambos se preocuparon por mis heridas, tal y como lo había planeado, no le dije a ninguno la verdad. Y esperaba que jamás la supieran.
No pretendía que ellos vivieran por el resto de sus vidas cargando con una culpa que no les correspondía por haber preferido estar con sus familias antes que conmigo.
Por suerte la mentira surtió efecto y todos dijeron exactamente lo mismo que yo: que me había caído de un árbol con las tijeras de podar.

La pierna aún me dolía, pero era cierto que las curaciones de Mera eran mágicas. Poco a poco la herida iba desapareciendo dejando a la vista dos cortes con forma de "X" que poco a poco se iban transformando en rasguños oscuros.
Al principio no quería ni mirar la pierna, parecía que me hubieran destrozado la piel a jirones, mi muslo no tenía forma y mucho menos la herida. Ni siquiera sabía dónde partían y terminaban los cortes.
Las heridas de la boca habían pasado a ser moretones y las del abdomen cambiaron de manchas ennegrecidas a manchas rojas.
Ahora entendía lo que Valiant había sentido cuando le habían quebrado las costillas. Si yo no podía respirar bien solo con una lastimada no imaginaba la dificultad para respirar con dos.

Al día siguiente de mi ataque, Maxon y Philippo intentaron alargar todas las reuniones posibles para que yo no me presentara a la mía. Aspen se aparecía en mi habitación cada dos o tres horas para comentarme lo que estaba sucediendo, y saber que Cheng estaba perdiendo la paciencia no era muy alentador.

Maxon les solicitó a Roger y a Valiant que se mantuvieran alertas y vigilaran mi habitación sin moverse de su sitio. Por suerte para ellos la orden tenía sentido, especialmente cuando él les explicó que con Cheng en el palacio todos corríamos peligro, incluso ellos.
No era necesario decirles la verdad. Para ellos vigilar mi habitación era un trabajo que hacían con gusto. Sin embargo no dejaba de pensar en qué habría ocurrido si ellos hubieran estado ante la puerta el día que esos dos mastodontes me golpearon. ¿Cómo habrían sobrevivido?

Si bien ambos eran soldados preparados no dejaba de recordar al rebelde que había estado a punto de matar a Valiant y que yo misma había asesinado.
Aquella muerte aún me ardía en la conciencia, aún aparecía en mis sueños y en mi mente, pero después de sentir en carne propia lo que habían hecho conmigo sin piedad ni misericordia... por alguna razón comencé a sentir que había hecho justicia. Esos hombres no se merecían el perdón de nadie... Coil no merecía el perdón de nadie. Ni Cheng. Ni Clarkson.

Por supuesto eso no significaba que lo volvería a hacer, el solo imaginarlo me ponía la piel de gallina. Pero ciertamente comenzaría ver aquel asesinato como un acto de justicia y no de terror. A pesar de que eternamente viviría dentro de mí la amargura de haber matado a alguien, procuraría siempre intentar pensar que gracias a eso ahora alguien más estaba vivo. Y vigilaba mi puerta.

...

Los últimos días previos a año nuevo fueron un caos dentro del palacio. Gracias Maxon y Philippo no tuve que verme obligada a asistir a la reunión en la que Cheng había exigido mi presencia. Sin embargo me habría encantado ver su cara cuando Philippo se reusó a romper el tratado que él mismo había firmado para proteger a Carolina. Y mejor aún, cuando amenazó con el armamento Suizo.
Podría haberme repuesto más pronto que tarde solo para presenciar lo que había ocurrido dentro de esa oficina. Si en un principio creía que Philippo era muy inmaduro para ser rey, luego de lo que Maxon me había contado, parecía que estaba más listo que nunca.

La Única (COMPLETA)Where stories live. Discover now