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Estamos camino a Steele & CO, Taylor ya me ha entregado la computadora y el Blackberry donde configuro los telefonos más importantes. Tengo muchas ganas de volver a Grey House, sentir el poder que ser la cabeza de la empresa me da. Volver a sentirme el amo del universo, de mi universo. Pero no puedo, no hasta que Ana esté a salvo, porque sé que ese doctorsucho de cuarta traerá problemas. A mi lado Ana lee unos contratos con su bonito ceño fruncido por la concentración, saber que tengo una mujer hermosa, cariñosa, inteligente, con el corazón más grande que haya conocido y que me ama es jodidamente increíble. Esto parece tan natural que me da miedo, miedo a que se aleje de mi al conocer mis sombras y de lo que soy capaz, miedo a no ver su amor atravez de sus preciosos ojos color cielo. No, no quiero pensar en que pueda perderla, se que mi oscuro y dañado corazón no lo resistiría.

-¿Puedo ayudarte con eso?.-

Le pregunto, no quiero seguir pensando en cosas malas, debo distraer mi mente si no quiero enloquecer aquí. Sonrie y me pasa el contrato, nuestros dedos se rozan haciendo presente a esa mágica corriente que sentimos cuando nos tocamos, sus mejillas se sonrojan de un rosa intenso que la hace ver más adorable. La besaria y la tomaria aqui mismo en el auto... si no estuviera Taylor en el asciento delatero. Debo conseguir mi R8 o mi Suvb, algo que me de la privacidad que mi cuerpo necesita en este momento. ¡Joder!

-Los japoneses quieren un porcentaje demasiado alto para lo que ellos ofrecen. No me parece justo, pero realmente necesito que Steele & CO se fusione con su empresa.-

Me comenta algo aflijida, asiento y leo con detenimiento sus cláusulas, ella tiene razón. La puerta a mi lado se abre, Taylor está allí parado con una media sonrisa en sus labios y me avisa que hemos llegado. Sacudo la cabeza para concentrarme, bajo y ayudo a Ana extendiendo mi mano que ella toma sin dudar. Entramos tomados de las manos, las personas a nuestro alrededor dejan de hacer sus actividades para mirarnos. Subimos saludando a algunos ejecutivos que miran de más a Ana, no puedo hacer más que fulminarlos con la mirada, algunos entienden mi indirecta y despegan sus ojos carnívoros de ella,  otros ni me miran, voy a recordar sus rostros ¡Cabrónes!
Ya en su oficina, Andrea le lee sus actividades del día y me sorprende escuchar que tiene una cita con su doctor, que está llegando en unos minutos, buena chica... se sonroja y baja la cabeza para esconder su vergüenza. Cuando su asistente se va decido jugar un poco con ella.

-¿Te encuentras bien Anastasia?-

-Perfectamente. -

Me dice entre dientes y con la rabia y la vergüenza jugando en su dulce rostro.

-¿Por qué está viniendo a verte el doctor entonces?-.

Sonrio con malicia, tranquila tigresita, me encantaría domar la fierita que hay dentro de ti. Y pronto lo haré...

-Tú sabes porqué, pero si quieres que cancele la cita... creo que estoy a tiempo.-

Me dice con una sonrisa malvada tomando el teléfono que reposa en su escritorio y llevandoselo al oido. Por impulso me pongo de pie y le arrebato el teléfono de la mano dejándolo en su sitio. No, definitivamente esta mujer es más lista que yo.

-Déjalo que venga, no te hará mal una revisión.-

Se escucha su carcajada por toda la oficina contagiandome. Quise jugar con ella y como siempre terminó ella jugando conmigo, ¡esto no es justo!.
Andrea llama para informarle que el doctor Lynch ya la está esperando en una oficina vacía, me pregunto cuando lo ha llamado...

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