Parte 9

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En la empresa todo era exactamente igual, Oliver tan demandante como siempre y como si no nos conocíamos, me dá las 5,000 órdenes del día, aunque debo admitir que ya no me sentía tan frustrada por ser despedida en cualquier momento, ya que si me despedía se quedaba sin esposa y sin esposa no había presidencia y sin presidencia Oliver Anderson ya no sería Oliver Anderson, en fin tengo las de ganar, por primera vez en la vida, pero sí necesitaba hacer las cosas bien para ganarme el puesto en edición, esto daría muchos puntos extras a mi currículum además de experiencia, ya me sabía mi rutina casi de memoria, traer el desayuno de Oliver al restaurante de en frente, su café descafeinado con una cucharada de azúcar a las 10 am, el té de las 4 de la tarde, elegir los colores de la revista y llevárselos a su oficina, atender y atender y atender llamadas casi todo el día, la verdad extraño los días que me vestía con mis súper cómodos suéteres y mis zapatos bajos, estas odiosas faldas de Natalie me tienen estresada y sin poder moverme, mi cabeza divaga en tanto pensar e intentar acomodarme.

—Carlin, ven conmigo —escucho a Oliver que viene caminando hasta mi escritorio, sin detenerse continúa hasta el ascensor.

Tomo mis cosas y lo sigo lo más rápido que puedo, él no espera a nadie nunca. Salimos y me abre la puerta de su auto, subo a éste sin preguntar, podría raptarme en estos momentos y yo no tendría ni idea hacia donde voy.

No dice ni una palabra en todo el camino y tampoco pregunto porque sé que odia ser cuestionado, típico de Oliver, llegamos a D&C cars, una marca prestigiosa de ventas de autos del año que son más caros que la casa de mis padres y la de mi hermana juntas, me bajo del auto al mismo tiempo que Oliver cuando lo escucho decir "elige uno" inmediatamente lo vuelvo a ver con cara de desconcierto.

—¿Que? Es enserio, elige uno. No me gusta repetir dos veces —me observa con esa extrema seriedad suya.

—¿Que? ¿Para quién? —comienza a caminar e intento seguir su paso, malditos tacones, no me quiero imaginar cómo me debo de ver con estos rascacielos y caminando a paso rápido.

—¡Por Dios! Me haces perder la paciencia ¡Para ti! ¿Ves a alguien más aquí? —dice refunfuñón, deteniéndose levemente al ver que he quedado bastante atrás.

Un hombre bien vestido con un saco color verde vintage, se acerca a nosotros con una amplia sonrisa, extiende su mano a Oliver.

—Bienvenidos a D&C Cars, es un gusto atenderles, Soy Charls Davis, agente de ventas de D&C Cars, ¿Buscan un auto en específico?

—Mucho gusto señor Davis —Oliver toma su mano con toda la amabilidad posible, cualquiera diría que es una persona muy dulce— soy Oliver Anderson, buscamos un auto para ella.

—¡Un placer atenderles! —ahora extiende su mano hacia mí y la tomo con gentileza —¿La señorita busca algo en específico?— tengo la mente en blanco ¿Dijo un auto para mí?

Oliver mira mi cara de confusión, así que toma la iniciativa de pedir el auto por mí.

—Un Bentley perlado por favor —el señor de cabello grisáceo asiente y extiende su mano en dirección a los autos, Oliver toma mi antebrazo al ver que no reacciono y me dirige en esa dirección, no puedo ni pensar con claridad.

—Oye ¿Es enserio? ¿Un bentley? Estoy perfectamente bien con mi auto —riño, una vez que el señor Davis se ha alejado bastante para hacer el papeleo.

—¿Qué? ¿Enserio crees que lo hago por ser gentil? Lo hago porque siento vergüenza que conduzcas ese viejo carro. Mis padres no pueden ver a mi esposa en una chatarra así —¿Qué? ¿Acaba de ofender mi auto?

Esposa de mi jefe © (Borrador de la 1era edición - 2016)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora