Capítulo 10: Dalisha.

791 75 13
                                    


La joven chica no podía dejar de caminar por su habitación de un lado a otro con un pequeño palo de plástico en la mano, rezando en que no sea lo que pensaba. No podía serlo, apenas tenía dieciséis años, su madre la mataría al saberlo, si con suerte pudo convencerla de aceptar a Derek, al ya tener dos años de relación, pero así sabía que con esto le daría la razón sobre sus miedos y dudas de aquella unión...

Sin poder aplazarlo miró la pieza blanca que la miraba como si se estuviera burlando de ella antes de la castaña caer de rodillas al suelo ante la inminente situación, estaba embarazada. Y no tenía ni idea de cómo se lo diría a Derek, ni cómo reaccionaría ante tal situación.

Sin embargo sabía que tenía que decírselo lo más rápido posible, ya que según sus cálculos debía tener más de un mes, y pronto comenzaría a notársele aunque sea un poco. Por lo que aun aterrada se levantó del suelo para llamarlo por teléfono para que fuera por ella.

********

Habían pasado más de diez minutos desde que llegaron a la casa de Derek que estaba a una hora de la suya, y no había podido decir ni una palabra. Estaba paralizada del miedo, lo cual él notó de inmediato.

— ¿Qué ocurre? —le dijo el castaño llevando una mano al rostro de su novia para que lo viera a los ojos.

— Yo...—intentó decir pero sus nervios la traicionaron.

— Confía en mí, ¿sí?, puedes contar conmigo para lo que sea, y lo sabes— soltó sabiendo perfectamente que decir para convencerla por lo que la chica asintió antes de tomar su bolso que descansaba a su lado, y sacar la prueba de embarazo de este para luego dársela, dejándolo fuera de sí al tomarla—. ¿Estás embarazada? —preguntó lo obvio antes sonreírle negando—. ¿Por eso estás tan asustada?, ¿Qué creías que pasaría?

— Aun soy una niña Derek, y no sabía si...

— ¿Cuántas veces te he dicho que te amo? —le preguntó antes de besarla en los labios—. Te mudarás aquí lo antes posible, quiero que nuestro pequeño crezca aquí con nosotros— soltó encima de sus labios—. Este será el primero de mucho amor, y a cada uno lo amaré tanto como a ti...

— ¿Tuviste una hija? —preguntó Mikhael esta vez con suma curiosidad—. ¿Con Diederick?, antes de tener a Matthew...

— ¿Mi hermano lo sabía? —preguntó Grette esta vez más molesta que nunca, mientras ninguno de los dos notaba que Aaliyah estaba con las pupilas roja a punto de llorar

— Sí, tenía apenas diecisiete cuando la tuve—explicó fingiendo indiferencia intentando no derrumbarse en ese momento—, y claro que Mir lo sabía, Grette, de todas formas se iba a dar cuenta. Además por eso duramos casi dos años casados antes de quedarme embarazada, y no fue precisamente apropósito...

— Lo siento, es que...—intentó disculparse la rubia al ver cómo reaccionaba, después de todo seguía siendo su amiga, y ella había estado todos esos años lidiando con ese dolor sola—. ¿Qué ocurrió? —preguntó cambiando de tema un poco incomoda.

— Enfermó gravemente, los doctores no pudieron hacer nada, tenía cuatro años cando murió— respondió antes de darle otro trago a la botella—. Era mi pequeña, y la perdí como si nada, sin poder hacer algo al respeto, pero tu hermano— soltó con lágrimas en el rostro mirando a su amiga—, él fue fuerte por mí. Yo no podía ni encargarme del funeral, no podía aceptarlo, no podía verla sin vida en un cajón...— se detuvo para limpiar su rostro—. Diederick puede ser tal vez la persona que más odie en este momento, pero esos años fue lo único para mí...

— ¿Cómo se llamaba? —preguntó Grette más tranquila al fin comprender el amor que sentía por su otro hermano, de hecho comenzaba a dejar de culparla por lo ocurrió, solo era una mujer enamorada viendo a su primer amor—. Mi sobrina...—agregó sonriendo caminando hacia ella para luego sentarse a su lado—. ¿Cómo era?

— Su nombre era Dalisha, y era la niña más hermosa que había visto, de hecho se parecía a ti, Derek siempre lo decía— soltó tomando otro trago de su casi vacía botella.

— No sabía que me hubiera mencionado...—comentó con suma curiosidad.

— Apenas mencionaba a su familia, pero al verla fue lo primero que dijo— soltó sonriendo de forma involuntaria—. Era una pequeña rubia de ojos azules que parecía un ángel...

— Me hubiera gustado conocerla— comentó Mike un poco menos molesto, ya que aquel hecho solo lo había inquietado aun más, al su beta no haber mencionado aquel dato tan importante—. ¿Dónde está enterrada? —preguntó con curiosidad ganándose una mirada reprobatoria de su esposa.

— En su territorio, es imposible ir a visitar su tumba, eso me lo dejó en claro el día que vine a este lugar— respondió tomando el último trago que le quedaba a la botella para luego levantarse del suelo algo mareada por el alcohol—. Es mejor volver a mi casa, no quiero desvelarme aun más— comentó queriendo dejar por dado aquel tema.

— Sé que puede ser mucho pedir, pero que te dijo la última vez que se encontraron para que lo odies de esa manera...— soltó Grette llamando la atención de su pareja por tal pregunta—. Digo estabas dispuesta a estar con él...

— Antes de que nos acostáramos de hecho me había vendido sueños, diciendo que todo volvería a ser como antes, que no me dejaría de nuevo, incluso nos llevaríamos a mis hijos con nosotros...—soltó riendo para no gritar de la rabia al haber sido capaz de creer en ello—. Creí que Mir se merecía alguien más que dudara, o que quisiera a alguien más. Pero como siempre Diederick solo jugaba conmigo, me engañó para demostrarme que aun le pertenecía— lanzó la botella al rio con rabia—. Todo fue solo un plan para alejarme de Miroslav, "quiero ver la cara de mi gemelo cuando se entere de que la mujer que ama me prefirió como siempre ha hecho" fueron sus palabras textuales...

— Eso mismo fue lo que le dijo— soltó Mikhael sintiendo un poco de pena por su amiga al haber creído en alguien como él—. Se regodeó de la forma en que te entregaste a él, se lo restregó en la cara a Mir que lo hizo perder los estribos— comentó recordando aquello como si fuera ayer—. Por eso no quiso explicaciones el día que te desterró, estaba furioso y decepcionado de ti...

— Tanto como yo de mí— corroboró la castaña con asco—. Esa fue tal vez la decisión de la que más me arrepiento...

— ¿Por qué no se lo dices? —Preguntó su amiga poniéndose también de pie—. Si escucha todo esto seguro que te perdona, podrían trabajar en su confianza y...—intentó convencerla antes de la castaña negar sonriendo.

— No quiero su perdón— le interrumpió negando antes de suspirar—. Tiene todo el derecho a odiarme de hecho, además él ahora parece feliz...

— Tarah nunca será tú— mencionó Mikhael lo mismo que dijo su hijo—. Eres su otra mitad, la única que lo complementa...

— Mir está mejor sin mí Mike— lo interrumpió caminando o más bien tambaleándose hacia él—. Siempre lo ha estado...

— Pero lo nos dicho, estás arrepentida, tuviste tu razones si tan solo...—intentó de nuevo la rubia convencerla pero ella volvió a negar—. ¿Por qué no?, dime una razón y aceptaré tu decisión...—dijo con decisión haciéndola detenerse enfrente de su esposo.

— ¿Quieres una razón? —preguntó antes de empezar a reír—. Porque sigo siendo una idiota, por eso, porque sigo viniendo a este lugar cuando quiero estar sola, porque aun espero verlo, porque a pesar de arrepentirme de la decisión que tomé, la volvería a tomar sin dudarlo solo para tenerlo de nuevo aunque sea un instante— confesó antes de caer de bruces contra la grama al haber estado muy ebria.

------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

Holaaaa mis hermosas lectoras, técnicamente es domingo por lo que les dejo el cap. Que sé que es un poco corto :(, pero igual espero les haya gustado :3.

My Alfa. Book #1. Terminada.Where stories live. Discover now