My Alfa. Book #1. Terminada.

Capítulo 16: El chico de los ojos azules.

Como era de esperarse el pelinegro no volvió a decir nada más ante tal respuesta, dándole a Aaliyah el silencio que buscaba, antes de cerrar sus ojos de nuevos para intentar conciliar el sueño. Pero al tan solo comenzar a soñar, las caricias, y voz de Derek volvían a ella, haciéndola despertar de golpe de nuevo...

Sin querer volver a soñar lo mismo, arrojó las sábanas lejos de ella antes de levantarse del mueble sin preocuparse de la hora que era. Prefería desvelarse a soñar de nuevo con Diederick y como la había hecho suya por última vez.... En cuanto salió de su cama improvisada se dirigió directo al closet, antes de entrar y buscar su ropa para entrenar, incluyendo esta vez un abrigo con capucha, la cual se puso sin pensarlo.

— ¿Piensas salir? —preguntó Miroslav sentado en la cama con las luces ahora encendidas mirándola con detenimiento.

— Ya te dije que no podía dormir— respondió como si fuera lo más obvio del mundo—. No te preocupes estaré fresca para la fiesta...solo estiraré un poco las piernas...

— ¿A las tres de madrugada? —preguntó con cierta ironía haciéndola encogerse de hombros, lo cual hizo entenderle al instante lo que sucedía. Que la razón por la cual no quería volver a dormir era sencillamente que no quería ver a su hermano ni en sus sueños, aunque en un principio solo se lo había dicho para fastidiarlo—. ¿Estás bien? —le cuestionó está sonando preocupado.

— Lo estaré— tan solo respondió sin verlo antes de caminar hacia la puerta.

— Podría ayudarte a dormir...

— Buenas noches Mir— le interrumpió saliendo de la habitación con una sonrisa de cinismo en su rostro. Era imposible para ella que le dejara en paz, ni siquiera hiriéndolo...

Pensando en ello salió con sumo silencio de la casa para luego correr en dirección al campo de entrenamiento con la esperanza de poder cansarse lo suficiente para quedar dormida sin remedio, ni sueños estúpidos por unas cuantas horas.... Al ser tan tarde, supuso que no llamaría la atención de nadie al estar allí, ya que era casi imposible que hubiera alguien tan desquiciado como ella para entrenar a esa hora. Pero se dio cuenta de lo equivocada que estaba en cuanto llegó.

El campo estaba en efecto casi desierto a excepción de tres personas, Claude hablando con Dally, y un chico que no había visto antes practicando con un arco y flechas. Por lo que sin dudarlo y con suma curiosidad caminó hacia el moreno en busca de explicación.

— Creí que esto estaría vacío a esta hora— exclamó la castaña cruzada de brazos sorprendiendo un poco al Claude.

— Hoy es prácticamente un día festivo, debía adecuar mis actividades al tiempo de ocio que tendré— explicó el moreno como si nada—. Dentro de un par de horas, algunos chicos se vendrán con la misma excusa.... ¿Tú también vienes a entrenar? —preguntó con curiosidad.

— Sí, no podía dormir— respondió sin darle una notable importancia—. ¿Quién es el chico? —preguntó cambiando de tema al desviar la mirada hacia este—. No recuerdo haberlo visto antes...

— No entrena en tu horario— respondió Dally por Claude sonriendo de lado—. De hecho, quería llegar temprano por si aparecías a primera hora...—añadió llamando la atención de Aaliyah por completo.

— ¿Me evita apropósito? —preguntó con fingida indignación ya que lo que sentía era más bien curiosidad por aquel chico.

— Dally no debiste decir eso— le regañó el moreno haciéndola sonreír con casi burla—. No importa Aaliyah, ¿quieres que te prepare algunos sacos para entrenar?