Capítulo 53: Accidente.

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-¿Están todos listos? – pregunto Rick.

- Sí – contestaron todos, casi.

- Siempre estuve listo – contesto Daryl.

En ese momento llego Zenda sonriendo afilando una rama con el cuchillo.

-¿Listos para qué? – pregunto.

- Iremos a buscar a esos sujetos – contesto T-Dog.

- ¿En serio? – pregunto aún más sonriente. Dejo la rama afilada en la mesa y comenzó a correr para agarrar su arco – Yo iré.

- No – dijo Daryl.

- Tú no mandas, Rick sí – dijo y comenzó a contar sus flechas.

- No irás Zenda – anunció Rick, ella lo miro perpleja.

-¿Y eso por qué? Siempre voy para estas cosas.

- Te necesito cuidando a los demás.

- Está Glenn y Maggie – dijo Zenda.

- Pero te necesito a ti.

- Me necesitan allí.

-¿Desde cuándo discutes mis decisiones?

- No lo sé, pero no quiero quedarme.

- Zenda te quedas y punto – dijo Daryl entre dientes.

Zenda sabía que se estaba enojando siempre hacía eso cuando estaba enojado por la actitud infantil de ella. Ella suspiro, agarro si rama y se volteo para ir.

-Cuando algo suceda ya me vendrán a decir "Te necesitábamos Zendita" y minga que los abrazare.

Continuó caminando.

-Eso fue duro – dijo Glenn.

- Es cierto.

. . .

Daryl estaba caminando por esos pasillos no tan angostos. Todo allí era oscuro y asqueroso, ese olor a caminantes muertos era horrendo y sobre todo no saber de dónde pueden salir, ya que hay varios cruces.

Varios caminantes comenzaron a salir del cruce del frente y rápidamente los tres comenzaron a matarlos con cuchillos, hachas y palos. Cuando ningún otro caminante se asomó siguieron el paso.

Luego de varios cruces y caminar llegaron a donde querían, la supuesta cocina. Mataron a los pocos caminantes que estaban allí en la puerta y pasaron adentro, cerraron y nuevamente se encontraron a los hombres. Y solo uno los apuntaba.

-¿Qué quieren ahora? – pregunto el que los apuntaba.

-No les haremos daño – dijo Rick –, bajen el arma.

- No, no lo hare.

- Solo queremos hablar de ustedes, de cómo llegaron.

- Estábamos en este lugar. Hace unos meses un policía nos trajo aquí nos dijo que no saliéramos que ya traerían un grupo de rescate y nos entregó esta arma.

-¿Ustedes son el grupo de rescate? – pregunto otro hombre de cabello por los hombros rubio y barba.

- No – contesto Rick –. Ningún grupo de rescate vendrá.

- Claro que sí, váyanse.

- No, no lo hará. ¿Saben lo que está pasando allí afuera?

- No.

Rick miro a Daryl y a T-Dog.

-¿Han salido?

- Jamás.

Rick le comenzó todo lo que estaba pasando: como es allí, que hay allí y sobre todo que son.

-Hagamos un trato – sugirió Rick.

-¿Qué clase de trato?

- Ustedes nos dan la mitad de sus alimentos y nosotros les enseñamos a matar a los caminantes.

- No.

- ¿No?

- No tenemos suficiente comida.

- Desde aquí veo que tienen para darle a comer a un escuadrón – intervino Daryl.

- Es nuestra.

-No veo porque no compartir, tengo familia – dijo Rick.

Minutos después llegaron a la decisión de que ellos le darán la mitad de sus alimentos sí ellos le enseñan a matar caminantes y los sacan afuera.

. . .

Daryl caminaba apuntando con su ballesta en la retaguardia mientras Rick iba adelante junto a T-Dog.

Caminantes comenzaron a aparecer y Rick comenzó a gritarles que lo golpearan en la cabeza y así lo hicieron. Sé abalanzaron y comenzaron a matar cada uno a caminantes. Cuando terminaron de matar a todos Gigante – el más grande, del grupo encontrado – se tocó el cuello y vio, como todos, que estaba mordido.

-¿Qué haremos? – Pregunto desesperado – ¿Co...?

Pero antes que termine lo que iba a decir Tomas le disparo en la cabeza. Todos se quedaron atónitos por lo que acababa de hacer, había matado a un amigo y sin vacilar ni un segundo. Su cara ensangrentada le daba un toque macabro a toda esa situación, más macabro de lo que ya era.

-¡Gigante! – exclamo en un susurro Alex, el de barba rubia.

- Lo mataste – susurro otro.

- Sé iba a convertir.

Más caminantes comenzaron a escucharse venir y entonces comenzaron a correr, se metieron a una habitación. Por suerte estaba vacía, pero esa suerte duro poco desde dos puertas no tan chicas se escuchó gemidos de caminantes. Todos se posaron frente a ellas, Tomas se acercó a abrir.

-Abre una sola – le dijo Rick.

Y él abrió, pero no una, ambas. Los caminantes comenzaron a salir y a por ellos.

-Lo siento – se disculpó Tomas, pero era obvio que no le importaba en lo absoluto.

Comenzaron a matar a los caminantes con palos, hachas y cuchillos.

Daryl había terminado de matar a un caminante cuando diviso que Tomas luego de matar a un caminante siguió de largo con el hacha y antes de que le corte el cuello Rick, él agacho su cabeza.

Ya no había más caminantes saliendo de ese lugar.

-Lo siento, fue un accidente– dijo Tomas sin importancia.

- Sí, un accidente, siempre hay accidentes – dijo Rick sonriendo.

- Sí, siempre.

- Ja, sí – Y sin vacilar Rick introdujo el hacha en medio de la cabeza de Tomas partiéndola en dos y haciendo que este caiga.

-¡¿Qué has hecho?! – exclamo el hombre más petiso.

- ¿Alguien más? – Pregunto irónico Rick – Fue un accidente.

. . . .

Caminaban por los túneles. De repente todo se volvió un caos varios caminantes comenzaron a acercarse a ellos, Rick comenzó a gritar que corrieran directo a donde los demás, pero algo paso y se tuvieron que dividir.

Daryl había llegado a donde estaban establecidos sin que ningún caminante logro encontrarlos, pero Rick y el hombre de estatura chica no estaban con ellos. Pero Rick iba a estar bien.

Discordia (Fanfic Daryl Dixon)Where stories live. Discover now