Capítulo 25: Armas

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Gemidos y gritos aterradores se escuchan afuera de la carpa de Daryl.

Abre los ojos de repente y escucha disparos. Coge lo único que tenía a su lado, su ballesta y sale de la carpa.

Rick, Shane, Dale, Glenn y Andrea estaban disparándoles a los caminantes que estaban invadiendo el campamento. Ellos los mataban, pero no era suficiente una gran horda invadía al campamento.

Daryl comenzó a correr hacía su moto.

-¡Daryl! – grito Shane – Ayuda, maldición.

- ¡Cierra tú apestosa boca! – le grito Daryl y le disparo al caminante que estaba arrastrándose hacía Shane.

Saco las dos armas del estuche de la moto y se acercó hacía donde estaban Rick, Shane, Glenn, Andrea y Dale. Y comenzó a dispararles.

Disparos de un lado a otro. Caminantes cayendo muertos totalmente. Más se acercanban.

Un grito desgarrador retumbo en los oídos de Daryl vio hacía dónde provenía el grito. Allí estaba Sophia con un caminante sobre ella, pero el caminante cayó a un lado. Dale le había disparado.

- Sera mejor que nos larguemos de aquí – dijo Daryl.

- Pero las cosas – dijo Andrea.

- Vendremos por ellas en la mañana – dijo Dale.

Rick dejo de disparar y a gritar "Nos vamos. Cojan lo importante".

Lori sujeto la mano de Carl.

Carol sujeto la mano de Sophia.

Rick cogió las armas.

Dale cerró la puerta de la casa rodante.

- ¡Vamos por este lado! – grito Rick.

- ¡Vamos, vamos! – grito Shane.

Todos los siguieron y comenzaron a correr lejos de esa horda de caminantes que se adueñó de su campamento. Se estaban por adentrar en el bosque cuando una camioneta frena frente a ellos. Cuatro hombres bajaron y los apuntaron. Pero ellos obvio no se dejaron apuntar como sí nada; T-Dog, Dale, Glenn, Shane, Rick y Daryl los apuntaron también.

- ¿Quiénes son? – pregunto un hombre con la típica barba cortada.

- Un grupo de sobrevivientes – contesto Rick.

- Váyanse – dijo en tono de orden.

- No – contesto Shane.

- Nuestro campamento está siendo atacado por una gran horda de muertos vivos – contó Rick –. Ayúdennos, por favor.

Los cuatro hicieron una ronda y comenzaron a murmurar entre ellos. Miraron al grupo y luego volvieron a hablar entre sí.

- Rick estás loco – murmuro Shane –. Puede que nos mutilen y tú quieres que nos ayuden.

- ¿Acaso quieres esperar aquí a que los malditos caminantes nos cojan? – murmuro Rick.

- Pero maldición, están armados.

Y esa charla se volvió en una discusión en murmuras.

- Tiene razón, Rick – murmuro Glenn.

- Puede que solo nos apuntaron porque no nos conocen – murmuro Dale –, al igual que nosotros lo apuntamos a ellos.

- Mierda – murmuro Daryl frustrado de esa discusión –. Somos siete contra cuatro.

- Once – corrigió Glenn.

- ¿Acaso ellos tienen armas? – murmuro señalando a Lori, Carl, Carol y Sophia.

- Oh – dijo Glenn.

Dejaron de discutir al escuchar que los otros ya no discutían.

- Bien – dijo quien parece ser el líder –. Los llevaremos a donde nosotros estamos parando con mi grupo y se podrán quedar.

- Gracias – le agradeció Carol.

- De nada – contesto –. Suban a la camioneta.

Los once subieron a la parte trasera de la camioneta. Todo iba bien hasta que al que manejaba se le ocurrió ir por un camino de tierra donde piedras provocando que la camioneta diera pequeños saltos y haciendo que Daryl salte en contra de su voluntad. Y al bajar de ese pequeño salto se golpee el trasero contra la caja donde estaba sentado.

- ¡Carol! – exclamo Lori aterrada.

- ¿Qué sucede? – pregunto Carol sin comprender porque Lori estaba tan aterrada.

La camioneta freno frente a un gran terreno sin árboles. Era una granja. Había una casa a un metro de lejos de donde paro la camioneta y más lejos se veía un granero.

Los demás integrantes de esa cabaña estaban afuera de la cara sentados en un sofá ancho o en el piso. Los cuatro que lo llevaron hasta allí se acercaron a hablar con los demás integrantes.

- Pasa que Sophia tiene. . – tartamudeo Lori – Tiene sangre en la manga de su remera.

- ¿Qué? – pregunto Carol.

Carol se agacho para ver a Sophia. Sus ojos se le cristalizaron de inmediato y un gemido de tristeza salió de su boca.

Daryl se acercó a ella y miro a Sophia. Está tenía la ropa ensangrentada, pero no había vista de una mordida. Le levanto la manga y allí estaba un mordida que de apoco la piel de su alrededor se iba tornando de color pálida.

Sophia comenzó a llorar al entender lo que estaba pasando y Carl se acercó para abrazarla.

- No. No. No te vas a morir – dijo Carl abrazándola.

- Carl – susurro Lori tocándole el hombro a Carl.

Discordia (Fanfic Daryl Dixon)Where stories live. Discover now