Discordia (Fanfic Daryl Dixon)

Capítulo 23: Opaco

Zenda la noche anterior se había dormido en los brazos de Glenn.

Daryl no pudo dormir muy bien. Aunque nadie lo sepa Daryl casi todas las noches tenía pesadillas con todo lo que había pasado. A veces recordaba a sus padres, aunque ellos lo golpeaban él no los odiaba, al fin y al cabo eran sus padres. Lo único que le quedaba en esos momentos era su hermano que fue su ejemplo a seguir; igual él aún no sabe si le queda alguien, su hermano aún no aparece y Zenda. . Ella es solo una pequeña con quien nunca nadie se puede encariñar.

Glenn la dio suaves movimientos al hombro de Zenda para que se despertara.

Daryl seguía en la carpa, pensando.

Zenda se despertó. Miro a Glenn. Se levantó sin decir la más mínima palabra. Cogió su arco junto al carcaj con flechas, que le había hecho Daryl cuando era pequeña. Volteo a ver a Sophia que dormía en el suelo y luego se adentró en el bosque.

Estaban sentados desayunando.

Todos estuvieron feliz cuando se dieron cuenta que lo de Sophia solo fue un rascuño de ese asqueroso caminante.

Daryl estaba en una esquina afilando su cuchillo.

- ¿Qué tal la noche? – le pregunto Andrea a Glenn.

-Bien, algo turbulenta – contesto.

- ¿Por qué? – pregunto Lori.

-Emm. . – titubeó Glenn pensando si estaría bien contar lo que Zenda le había revelado la noche anterior – Nada solo. . Nada.

Carl ya había terminado de estudiar y se acercó a la ronda para comer algo.

Hubo minutos de silencios sin nada que decir.

- ¿Dónde está Zenda? – pregunto Carl rompiendo el silencio.

- Eso – dijo Sophia –. ¿Dónde, Glenn?

- No lo sé – contesto Glenn mirando su desayuno –. ¿Por qué debería saberlo?

- Es que. . Estaba contigo anoche – contó Sophia.

Glenn metió la cuchara con algo de comida a su boca esperando a que nadie haya oído eso o al menos no este sacando conclusiones que eran erróneas. Sé saco la gorra. Llevo la mano a su cabello y volvió a colocársela.

- Contesta Glenn – dijo Daryl con voz ronca a un costado de él –. ¿Dónde está Zenda?

- He dicho que no lo sé – insistió Glenn.

Daryl se agacho a Glenn y lo miro fijamente.

Glenn estaba algo perturbado por la típica mirada penetrante de Daryl cuando alguien hace algo que no le agrada. O sencillamente su rostro siempre.

- Dime donde esta Zenda – dijo Daryl entre dientes –, pizzero asiático.

- Pues, no lo sé. . Pero se adentró en el bosque – contesto Glenn.

Daryl lo fulmino por última vez con la mirada a Glenn. Se irguió. Cogió su ballesta al hombro, pero cuando estaba por adentrarse en el bosque Rick le grito:

- ¡Deberías ir con alguien!

- No – contesto Daryl.

- Sí – contradijo Rick –, ve con. .

Pero no termino la frase que Daryl lo interrumpió.

- Sí quiere me llevo hasta a Carl, pero no iré con ese maldito asiático. Creo que los coreanos traen mala suerte.

- ¡Oye! – se quejó Glenn.

- Es cierto – dijo Daryl en tono desafiante –. Da igual, adiós.

Daryl se adentró en el bosque sin importar lo que Rick podría estar pensando ahora, ni tampoco le importo. Él prefería estar solo en el bosque sin que nadie que pueda llegar a molestarlo.