-No sabía con qué identificar a Alemania -se encoge de hombros- luego París y ahora aquí, iremos agregando más cuando la situación lo requiera.

-Me encanta -me alzo de puntillas y le rodeo el cuello con los brazos- Gracias Jamie.

-Feliz cumpleaños adelantado, preciosa -nos besamos despacito para saborearnos- podríamos hacer esto todo el día pero ya vamos tarde.

-Ojalá pudieras estar conmigo ese día -froto mi rostro contra el suyo, me encanta sentir su barba picándome- como yo estuve contigo.

-Ya encontraremos la forma.

El resto del día la pasamos en entrevistas, fotografías y una conferencia de presna sobre la película, allí está Erika y Foley y montones de reporteros de todos lados ansiosos de jugosos detalles pervertidos, yo estoy feliz mientras estoy a su lado, disfruto cada momento, cada rica y cada pregunta absurda hasta que se hace demasiado tarde, nuestro último momento juntos es una cena con los productores de Universal y cuando acabamos Jamie me mira con la decepción de saber que de nuevo el tiempo llegó a su fin, tiene que tomar un vuelo para irse en un par de horas, vamos con resignación de vuelta al hotel y tengo que ayudarle a meter todo de prisa a su maleta, lo acompaño al aeropuerto y vamos besándonos todo el camino sin importar las miradas indiscretas del conductor, es muy tarde y luego de registrar su equipaje nos abrazamos hasta la última llamada de su vuelo.

-¿Vas a quedarte aquí? -me dice apretandome más contra él.

-Sí, unos cuantos días -de mala gana, me separo de él- anda ya, te va a dejar el avión.

-Lo sé -suspira y me besa rápidamente- espero que pases un feliz cumpleaños.

-Gracias, por todo -le aliso la camisa- ten buen viaje.

Él me alza el rostro con una mano y me regala una de esas tímidas sonrisas suyas, esas que adoro porque baja el labio y su boca se convierte en una adorable linea.

-Te amo.

Es apenas un susurró pero lo es todo para mí, asiento despacio y luego lo empujo, el se echa una pequeña mochila al hombro y tras una última sacudida de manos, se va.

De nuevo.

Logro aguantar las lágrimas hasta llegar a mi habitación del hotel.


4 de Octubre, 2016.

Mi telefono no ha dejado de sonar desde que el reloj dio media noche, por primera vez en varios años no estoy emborrachandome o celebrando en algún lugar divertido, estoy bajo las sábanas y edredones de plumas confortables y calientitos, me estoy quedando en casa de unos amigos, piendo tener un cumpleaños tranquilo empezando por dormir ocho horas seguidas antes de ver la luz del sol, pero si el teléfono sigue sonando así jamás lo conseguiré, así que a la mierda, lo saco de debajo de la cama -el mejor sitio si no quieres escuchar un teléfono- y apenas lo hago Zeppelin salta de la cama y se mete debajo, el pobre también detesta el zumbante aparato.

-Por favor, solo quiero dormir.

En el instante que me sale la opción de apagar el aparato entra una llamada y lahubiera enviado directo a buzón de no ser por el prefijo que aparece, me froto los ojos para comprobar que no alucino por la falta de sueño y presiono el ícono verde para atender.

-¿Jamie?

-Vaya, estaba por colgar -suena sorprendido- pero me alegro que atendieras.

-Y yo me alegro de que seas tú -una estúpida sonrisa se extiende por todo mi rostro- ¿Qué tal Escocia?

Shots Damie | Jamie y DakotaWhere stories live. Discover now