Capítulo 75.

2K 137 17
                                    

La chimenea le daba un ambiente cálido a la casa. George y Fridda todavía no habían llegado, y todo ya estaba listo para su llegada: Kendall se había encargado de cocinar un pollo mientras que Ashton se había encargado de la mesa y de preparar una habitación para la pareja.

Para cuando llegué a la cocina me encontré con los dos hombres hablando sobre un partido de football americano que habían visto por televisión en la tarde. Kendall traía un vaquero blanco junto con una camisa celeste, y simplemente lucía espléndido como siempre lo hacía. Ashton por otro lado traía una camisa blanca aunque estaba cubierta por un sweater azul marino y un pantalón negro que se ajustaba a sus piernas mientras que sus zapatos negros destacaban por su brillo. El primero en darse cuenta de mi presencia fue Ashton quien estaba apoyado en la encimera al lado de mi hermano, quien estaba de espaldas. Mi mejor amigo dejó de hablar de repente y sonrió ampliamente para luego pegarle un pequeño codazo a Kendall. 

- No sabía que los ángeles estaban bajando del cielo mucho menos que estaban invitados a esta cena- le dijo a mi hermano, quien se volteó rápidamente sin comprender. Una pequeña sonrisa se escapó de sus labios.

- ¡Wow!- exclamó. -Llamen a los bomberos que tenemos un incendio en los pantalones de mi amigo...

- ¡Kendall!- le gritamos ambos al mismo tiempo provocando la risa del castaño.

- Voy a matarte...- la amenaza de Ashton quedó en el aire, en cuanto el timbre de la entrada sonó. 

- Salvado por la campana- me burlé para luego dejarlos solos y dirigirme hacia la entrada principal.

Abrí sin dudarlo, llevándome una sorpresa grande. No era más que un canasto, en el cual había un ramo de margaritas y una nota. Tomé la tarjeta entre mis dedos y la atraje para leerla.

"La traición es como una cuerda que se enrosca en tu cuello hasta que no te deja respirar."

Un escalofrío me recorrió el cuerpo y no precisamente por el frío, la peor parte era que no tenía nombre. Alcé la canasta de margaritas y ni siquiera tuve tiempo de reaccionar que un lujoso Audi r8 negro de estacionó frente al porche principal. Mi padre bajó de un salto para ayudar a Fridda a bajar, ambos se veían espléndidos, él en un traje gris y ella en un vestido azul oscuro hasta los tobillos. George se sacó la lotería con tremenda mujer. Me sorprendió que no estaban solos, sino que Williams los acompañaba por detrás.

Rápidamente guardé la tarjeta en el bolsillo de mi chaqueta y sonreí como si no hubiera sucedido nada. Los tres subieron las escaleras del porche a paso firme para luego comenzar con el mismo ritual de repartir alagos. 

- Me encanta como te queda el cabello castaño- comentó Fridda sin soltarse del brazo de mi padre.

- Pronto lo volveré a mi color natural- respondí con una sonrisa natural en el rostro. -Vamos pasen que está frío aquí afuera.

Nos dirigimos hacia el comedor, donde ambos hombres esperaban al lado de la puerta. Luego de presentar a Ashton y que se repartieran saludos mutuamente, los hombres se enfrascaron en una conversación sobre caza y pesca.

- Quiero tener una conversación contigo. Claro, si es posible- la mano de Fridda de aferró alrededor de mi muñeca en un gesto cálido.

- Claro, ven vamos a la sala así tenemos más privacidad.

Nos sentamos en el gran sillón una al lado de la otra. No pude evitar no sentir esa sensación de nerviosismo recorriéndome por dentro, estaba claro que Fridda es una gran mujer sin embargo no alcanzaba a confiar en nadie del sexo femenino. Su mirada cálida buscó la mía como si entendiera mis miedos y su mano apretó la mía como si así pudiera darme tranquilidad.

- Sé por todo lo que has estado pasando, y sé que no es para nada fácil- comenzó con la voz dulce y serena. -Quiero que confíes en mí para todo lo que necesites. Estás en una etapa maravillosa del embarazo y creo que te mereces al menos tranquilidad... Me enteré también de lo que Sean está haciendo por ti, y debes saber que eres una chica tan afortunada por haber encontrado a un chico como él, estoy segura que él te ama más de lo que se ama a sí mismo.

La miré en silencio, no sabía que responder a eso. Quería llorar pero a la vez quería abrazarla y sonreír pero no siquiera podía moverme de mi lugar.

- Cuando yo reencontré a tu padre, él ya estaba casado con Elena- suspiró. -Fue un tiempo muy difícil para ambos, nosotros nos conocíamos de pequeños y siempre habíamos estado enamorados por así decirlo. Yo nunca dejé de amarlo por lo que no me importó pasar una noche con él, no me importó porque así al menos podía tenerlo junto a mí sin prejuicios.

》George no estaba pasando un buen momento en su matrimonio, tú eras muy pequeña tal vez no lo recuerdes, Elena le cedió su lugar como jefa y él no estaba muy a gusto con todo lo que estaba sucediendo.

Sus ojos se cerraron como si no estuviera preparada para seguir hablando.

- De esa noche yo quedé embarazada... Williams se crió sólo aunque tu padre siempre nos apoyó económicamente sin embargo no lo necesitábamos- ¡Esperen! ¡Williams es mi hermano! Abrí los ojos perpleja.

- ¿Williams?

- Sí, él es tu medio hermano- sonrió con tristeza. -Y aquí estoy yo, una simple mujer que sigue amando al mismo hombre desde su infancia... Quiero que me consideres como una madre que te quiere, y no tengas de mí el mismo concepto de madre que te dio Elena.

Las lágrimas picaron en mis ojos y la abracé con fuerza. Fridda es única.

- Claro que no tendré el mismo concepto de ti...

- ¿Me estás aceptando?- preguntó quitándose las lágrimas con sus largos dedos.

- Sí, sería muy tonta de no hacerlo- le sonreí y solté el agarre. Me devolvió la sonrisa y pude notar como el brillo subía a su mirada.

Su mano de dirigió hacia mi vientre, donde comenzó a hacer círculos en forma de caricia.

- Sé que también te sientes sola con respecto a Sean- me dio una larga mirada antes de proseguir. -Yo también estuve sola, por eso quiero decirte que no seas tonta y no alejes al hombre que tanto daría por ti. Sí, estoy hablando de ese tal Ashton... No hace falta conocerlo demasiado para darse cuenta que eres el centro de su universo y quizás tú necesites cambiar de cielo.

- ¿Qué quieres decir?- pregunté sin poder creer sus palabras.

- No te digo que lo ames de vuelta pero sí que le des la oportunidad de amarte y de cuidar de ti- sonrió triunfal al ver mi expresión de sorpresa. -Él te ama.

- No quiero lastimarlo.

- Se nota que tú también lo amas, aunque no en el mismo sentido, claro- soltó una rápida carcajada. -Cambiando de tema... Sigue en pie mi oferta sobre Nueva York.

- Nueva York...

Y ahí estaba la misma sensación de antes, la sensación de que debía seguir ese camino y que todo estaría bien. Quizás después de todo no era una mala opción.

################################################################################################

¡Nuevo capítulo!

Maldiganme todo lo que quieran, lo merezco, sé que estuve muy ausente desde hace tiempo pero estoy a dos semanas de terminar el año escolar y me están matando a pruebas. Como si fuera poco me enfermé y casi me operan.

En fin no prometo estar presente todo el tiempo pero si prometo dar mi mejor esfuerzo para publicar más a menudo.

Con cariño, Ari ♡

Secretos en el ring [DSP#2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora