Capítulo 27.

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*(La imagen de la casa y el vídeo con la música que bailan en multimedia)*

Sonreí. Nuestra casa... Nuestra, Sean no pudo habernos comprado una casa, eso es demasiado.

Sean me devolvió la sonrisa y puso en marcha al Jaguar, éste se deslizaba entre las calles tranquilas de California.

Para afrontar el papel de chico malo frente a otros, Sean lo hacía de maravilla, pero conmigo era ese chico dulce y tierno que muy pocas veces uno encuentra.

Comenzamos a alejarnos de la ciudad y a introducirnos en una vacía carretera ¿dónde quedara nuestra casa? La simple idea de combinar la palabra 'nuestra' y la palabra 'casa' hace que mariposas revoloteen en mi estómago, eso o el bebé pateando, una de dos.

Sean colocó su mano sobre mi rodilla y continuó conduciendo, no me molestaba en lo absoluto. El ambiente entre nosotros dos estaba liviano y, con una linda sensación de paz y satisfacción.

Algo me decía que hoy era el día de contarlo, el ambiente de una casa propia quizás podía alivianar las cosas.

No tardamos en llegar a un sector donde los pinos destacaban por su altura y frondocidad. Sean condujo por un pequeño camino de tierra, entre los pinos. Aparcó algunos metros más adentro del bosque y me dio una sonrisa tierna. Sus ojos azules traían un brillo que sólo hacía revólver aun más las mariposas en mi estómago.

- Espera aquí, amor- mi corazón se detuvo, él acaba de llamarme 'amor', nunca me había llamado de esa manera antes.

Sean bajó del carro con paso ligero, y pocos segundos después había desaparecido entre los pinos, en la oscuridad de la noche. Probablemente tendría que estar asustada por quedarme sola en medio de la nada, pero no, creo que el simple hecho de la vida que llevo muy pocas cosas me causan miedo, y no es por presumir pero son una de las cosas que agradezco.

Cerca de los diez minutos Sean volvió con una sonrisa de satisfacción en su rostro. Me abrió la puerta del carro y me ayudó a bajar.

- ¿Qué haremos ahora?- pregunté pero él no respondió, sacó un antifaz para dormir del bolsillo de su chaqueta y me lo colocó.

En cierta forma me inquietaba la idea de una casa en el bosque, original pero surrealista.

Sean me robó un corto beso antes de ayudarme a caminar. El terreno estaba plagado de pequeñas ramitas y piedras, complicándome el caminar pero ahí estaba mi novio intentando guiarme como todo un caballero.

Finalmente de detuvo en medio de la nada.

- Ya puedes sacártelo- indicó y eso hice.

Jadeé ¡Por dios era hermosa! Le miré asombrada y él sólo observaba mi reacción con una sonrisa en sus labios.

- Bienvenida a casa, pequeña.

Lo besé, lo hice con ternura y amor, él me correspondió al instante. Todo era tan precioso. Era una casa de dos pisos con una escalera al costado, el piso de abajo no tenía paredes pero una bonita mesa de madera, con sus sillas a juego, destacaban en el medio. No tenía paredes pero si tenía unas bonitas cortinas blancas. Los troncos de los altos pinos de alrededor estaban decorados con pequeñas luces navideñas y daban una magnífica iluminación a la pequeña casa.

Las paredes del segundo piso eran de madera oscura e incluso tenía como una pequeña cúpula con ventana en el techo.

Quería subir de inmediato y Sean no me detenía. Subimos por las escaleras con un paso rápido. Al final de éstas había una puerta de madera un poco más clara que las paredes. Sean buscó en su bolsillo un juego de llaves, que curiosamente el llavero tenía la inicial 'S', las nuestras.

Al abrirse la puerta lo primero que queda a la vista es un pequeño sillón y y una pantalla plana.

Tomé la mano de mi novio y nos introduje en la casa, la cual era más grande de lo que parecía.

Más allá del pequeño living se encontraba una gran isla de granito negro, haciendo juego con la mesada de la cocina, la cual era muy bonita. Otra mesa de madera se encontraba debajo de un candelabro que iluminaba toda la parte de la cocina. En una esquina, casi metido en un pequeño pasillo, se encontraba otra puerta de madera con lo que sería el baño.

- ¡Es muy hermoso!- las lágrimas picaron en mis ojos.

- Arriba está nuestra habitación- señaló, con su mano libre, otras escaleras que llevaban a un piso más. La casa, en realidad, era mucho más grande de lo que parecía. -¿Quieres bailar?

Asentí y él se separó de mí hasta caminar a un pequeño equipo de música, donde colocó un cd y comenzó a sonar una canción lenta, si mal no me equivoco 'Somewhere only we know' de Lily Allen. Cuando Sean volvió, colocó sus manos en mi cintura.

Coloqué las mías alrededor de su cuello, y comenzamos a movernos en pequeños círculos. El tiempo parecía detenerse con cada paso que dábamos, éramos una pareja joven con corazones grandes. Y lo amaba, amaba a Sean Powell. Apoyé mi cabeza en su pecho y cerré los ojos.

- Te amo- susurré y aunque no podía verlo sabía que estaba sonriendo.

- Se suponía que sería yo el primero en decirlo- se quejó. -Pero también te amo, Sky.

Todo me decía que era el momento indicado, todo incluso mi corazón lo indicaba. Pero una de las pocas a las que le tenía miedo era a su reacción. Y pasara lo que pasara era momento de ser valiente.

- Sean... Tengo que contarte algo...

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Awwwwwwwwww ♡♡♡♡ ¡Que tiernos!

Sé que quieren matarme por dejarla ahí, pero sé que en el fondo me quieren :')

¿Qué creen que ocurra ahora? ¿Qué les pareció la sorpresa de Sean? ¿Cómo creen se lo tomará Sean?

Si todo marcha bien esta noche tendrán sus respuestas pero igual díganme que creen así veo quien le acertó y quien no. La persona que acierte le dedico el próximo capítulo, y creo que es el más esperado e importante.

Besos Ari♡♡♡

Secretos en el ring [DSP#2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora