Capítulo 47: Primera parte.

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Llegué a casa con la garganta levemente irritada entre tanto griterío por la discusión infantil. Invité a Kyle a almorzar, cosa que no negó. La casa no se encontraba tan desordenada aunque los cojines del sillón estaban desparramados en el suelo y un six-pack vacío ensuciaba la pequeña mesa. Mientras Sean y Kyle terminaban de bajar los bolsos aproveché para buscar a mi hermano. 

- ¡Kendall!- grité una vez que terminé de revisar el lugar. Él no respondió. Mi corazón se golpeó contra mi pecho al escuchar aquel ruido, un vidrio haciéndose añicos. 

- ¿Qué pasó?- preguntó Kyle, quien había entrado antes que Sean. No sabía que responder, estaba un tanto alarmada que no podía hacerlo. Di unos cuantos pasos al frente pero ni siquiera hice más de un metro cuando un gran cuerpo cubría mi camino. 

- Quédate aquí- ordenó Sean. -Dame una...

Volteé a ver a donde miraba mi futuro esposo, Kyle tenía una Glock-17 en la mano, la cual se la arrojó a Sean para luego sacar otra igual de la parte trasera de su cintura. Mi corazón comenzó a latir con fuerza ¿qué estaba pasando aquí? Tal vez no era tanta exageración, sólo era un vidrio roto. Ambos comenzaron a caminar a paso lento y atento. 

- Por el pasillo...- les susurré indicándoles el camino. 

No aguanté quedarme en mi lugar y medio en puntillas logré alcanzarlos. Sean se volteó a darme una mirada enfadada y me hizo señas con su mano libre para que volviera a mi lugar, sólo para contentarlo fingí que me marchaba de nuevo aunque en realidad no lo hacía. A medida que nos acercábamos un pequeño murmuro se escuchaba, como si alguien maldijera o mantuviera una conversación con alguien. 

El murmuro provenía de mi habitación y la puerta se encontraba entreabierta aunque no se podía ver para adentro. Kyle, quien iba adelante, empujó un poco la puerta y se acomodó con la espalda pegada a la pared. Sean lo imitó con movimientos elegantes y sofisticados, estos dos si sabían lo que hacían por mi parte tenía puntería pero no agilidad. Mi futuro esposo frunció el ceño indignado en cuanto me vio, me encogí de hombros y me puse a su lado algo brusca, bueno más bien bastante, tan así que cuando lo hice terminé por empujarlo un poco. Le sonreí a modo de disculpa y él me miró enarcando una ceja ¿qué? A veces no era tan delicada y un tanto torpe. 

Kyle le mostró un dedo a Sean, luego otro más y movió las cejas mientras lo hacía, y puso otro más; ambos asintieron y lo siguiente que vi fue a Kyle ingresando a la habitación con su pistola en alto. Parecían bailarinas. Asomé la cabeza por la puerta esperando ver algo de acción pero no era así. Ambos chicos tenían sus pistolas abajo y se miraban confundidos tratando de aguantar la carcajada; al fondo de la habitación se encontraba Kendall agarrándose la cabeza. El vidrio de mi gran ventana tenía un pequeño agujero en el medio y estaba todo rajado con pedazos de vidrio colgando. 

- ¡Te mataré Braxton!- le grité furiosa. El muy idiota se había puesto a jugar mini-golf en mi habitación. -¡Date por muerto! 

- ¡Fue tu culpa!- levantó las manos dejando caer el palo de golf. 


Secretos en el ring [DSP#2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora