Amor ilegal | Terminada. [Sin editar]

Capítulo 21

-Desgraciado -dije cruzándome de brazos y él reía.

Comenzamos a movernos, mientras yo buscaba una estación de radio, encontré una de rock y la deje ahí. Jack comenzó a mover su cabeza al ritmo de la música y no puede contener mis risas.

-¿De que te ríes? -me dijo sonriendo mientras doblábamos a la izquierda.

-No sabía que escuchabas rock -lo miré, hizo una mueca.

-Escucho de todo, niña -fijó su vista en el camino. Asentí con la cabeza.

-¿Dónde vamos? -pregunté.

-Me ayudarás a elegir un regalo para mi tía -sonrió- Está de cumpleaños mañana.

-Tú la conoces mejor que yo, ¿por qué tendría que ayudarte? -me miró después de estacionar en el centro comercial.

-Porque eres mujer - dijo bajando del auto y yo hice lo mismo.

-¿Y eso que tiene que ver? -le dije mientras corría para alcanzarlo.

-¿Me ayudarás o no? -paró en seco.

-Sólo si mi auto esta listo esta tarde. -dije sonriendo, tendría que decirme que sí.

-No puedo asegurarte eso -sonrió y comenzó a caminar.

-¿Qué? -enarqué una ceja- ¿Cómo que no me lo puedes asegurar? -dije parándome delante de él haciendo que parara.

-Tu auto no es el único que está esperando por una reparación -dijo mirándome.

Mientras yo levantaba mi cabeza para hacer lo mismo, ya que me sobrepasaba por mucho en altura.

-¡Dijiste que lo arreglarías! -comencé a molestarme.

-Si lo quieres listo para mañana, tendrás que pagar extra -dijo sonriendo pícaramente. Maldito Norries. Suspiré, necesitaba mi auto.

-¿Cuánto más tendré que pagar? -le dije rendida.

-Con un beso quedará todo saldado -me dijo mientras tomaba mi cintura y me acercaba a él.

-Idiota -le dije empujándolo- Lo suponía -me di la vuelta y seguí caminando.

Di unos pasos y escuché como se reía.

-¿Entonces? ¿Qué le puedo regalar? -dijo como si nada hubiera pasado- No quiero darle los típicos chocolates, las flores o peluches.

-Entonces no sé -dije molesta. Tomó mi brazo y me volteó.

-Vamos Alice, necesito tu ayuda, mi tía se merece lo mejor -me miró.

¿Qué había pasado con el asqueroso y arrogante Jack? No podía creer que me pidiera ayuda, menos a mí. Suspiré.

-Entonces negociemos Norries -sonrió.

-Yo ya puse mi condición.

-Y yo también, pero si mi auto no está listo para mañana, no te ayudaré con el regalo de tu tía. -nos miramos en silencio.

-Claro Jones -dijo irónico rodando los ojos y empezó a caminar.

-¿Entonces no hay trato Norries? -le grité porque ya iba lejos. No me contestó- ¡Entonces me voy! -grité de nuevo y comencé a caminar hacia la salida.

Ahora tendría que caminar siete cuadras porque el idiota de Jack se había molestado.

-¡Espera! -me dijo tomando mi brazo mientras recuperaba el aliento. Tiré para que me soltara y seguí caminando- Está bien, está bien, tu auto estará listo mañana -Me giré para verlo.

-¿Sin condiciones?

-Sin condiciones -dijo de mala gana.

Narra Jack

Necesitaba a Alice, los últimos años no había comprado otra cosa que no fueran chocolates a mi tía, y no quería darle lo mismo este año a la mujer que me cuidó después de que muriera mi madre. En realidad, ella se había convertido en mi madre desde que cumplí los once años, fue conmigo igual que como fue con Oliver. Le debía mucho. Me enfadé, yo no le rogaba a nadie, y menos a las chicas, porque ellas me rogaban a mí.

Siempre que estoy con ella mi orgullo termina aplastado y pisoteado en el suelo. Definitivamente maldigo el día en que la conocí. Sonriendo, comenzó a caminar dejándome atrás. La seguí hasta quedar a la par.

-¿Entonces? ¿Qué puedo comprarle? -pregunté mientras miraba el reloj. Eran un cuarto para las cinco.

-Pero primero -me dijo mientras caminábamos entre la gente- ¿Cuantos años tiene tu tía? ¿Cuál es su color favorito? ¿Cuánto dinero piensas gastar?.

Enarqué una ceja, ¿por qué necesitaba saber todo eso?

-Necesito saber para comenzar a descartar opciones -me dijo sonriendo, como si hubiera leído mi mente.

-Tiene cuarenta y siete, su color favorito es el morado, y por el dinero no te preocupes -le respondí sonriendo y ella se quedó pensando.

-Vamos a ver unas tiendas -me dijo jalando mi brazo.

Comenzamos a recorrer todo el centro comercial, subimos y bajamos los cinco pisos llenos de tiendas. Era divertido salir con Alice, hablábamos de todo y la pasabamos bien. Me quedé mirando un chaleco de hilo que encontré bonito, y Alice desapareció del mapa. Comencé a buscarla desesperadamente entre la gente y la vi parada en frente de una joyería. Me acerqué a ella que miraba unos conjuntos en una vitrina.

-Ese es perfecto -dijo señalando un collar con unos aros, que tenían perlas moradas inscrustadas, que hacían un conjunto perfecto.

Narra Alice

-Comprémoslo antes de que alguien se lo lleve -me dijo sonriendo emocionado.

-¿No vas a ver que hay en otras tiendas?

-No, ese le gustará -me dijo sonriendo y entró a la joyería.

-¡Espera! -lo detuve- ¿Y si no? -lo miré preocupada. Me sentiría culpable si lo compra y a su tía no le gusta.

-Alice, le gustará -me tranquilizó y entramos a la tienda. Una anciana que nos miraba dulcemente se acercó al mostrador.

-¿Qué desea joven? -miró a Jack- ¿Un anillo para su novia? -dijo riendo mientras me miraba. Jack sonrió.

-No soy su novia -le dije al tiempo en que dejaba de reír- Ni tampoco lo seré -fulminé con la mirada a Jack, quien seguía riendo. La señora miraba sin entender.

-No se preocupe, es una gruñona -le dijo Jack entre risas, a las que la señora se unió.

-Entonces, ¿qué deseas? -dijo la señora con tono tranquilo.

-El collar y lo aros con perlas moradas que tiene en la vitrina -la señora sonrió y de su bolsillo sacó un manojo de llaves para abrir el vidrio.

Esperamos, vi que Jack se apoyaba en la mesa y me miraba atento. Después de unos segundos de silencio, habló.

-¿Por qué te molesta que digan que eres mi novia? cualquiera desearía estar conmigo... menos tú -frunció el ceño confundido.